Un cúmulo de recientes eventos fúnebres parecen denotar una manía mortuoria, o de culto a la muerte, en la jerarquía de un régimen que pronto cumplirá sesenta años determinando el destino del país que gobierna con mano férrea.
El dictador de Cuba, Raúl Castro, de 86 años, visitó este sábado el mausoleo del Segundo Frente Oriental Frank País, donde está el nicho en el que su ósea será enterrada, para asistir a la ceremonia de inhumación de 104 miembros de la columna del Ejército Rebelde que luchó bajo su dirección.
Castro, que presidió un acto similar en el mausoleo del Tercer Frente Oriental Mario Muñoz, hace dos días, viajó al lugar donde estaba su antigua comandancia acompañado de la plana mayor de su actual Gobierno, entre ellos el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien presuntamente, y a dedo, podría suceder al gonernante el próximo abril.
La televisión estatal de la isla, la única que existe, trasmitió imágenes del sitio, ubicado en las montañas de la provincia oriental de Santiago de Cuba, totalmente cubierto por una fuerte neblina a primera hora de la mañana.
El acto comenzó con la llegada de los vehículos militares descubiertos que transportaban las 104 urnas hasta el lugar, en el que esperaban familiares, oficiales de las Fuerzas Armadas cubanas y antiguos combatientes del Ejército Rebelde, liderado por el fallecido dictador Fidel Castro (1926-2016).
En un pase de revista se mencionaron los nombres de los soldados y los grados militares que alcanzaron en el Ejército Rebelde junto a los que tenían al momento de su muerte.
Durante el discurso central, el número dos del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único), José Ramón Machado Ventura, recordó que la ceremonia se realiza más de un año después de la muerte de Fidel Castro, el “comandante en jefe” de la insurrección (1956-1959).
Antes de partir, el general Raúl Castro visitó el monolito —similar al de la tumba de su hermano Fidel— marcado con los nombres de Vilma y Raúl, donde ya descansan los restos de su esposa Vilma Espín (1930-2007) y en el que ha decidido ser inhumado cuando muera.
El pasado jueves 11, Castro presidió una ceremonia parecida en el mausoleo del Tercer Frente Oriental “Mario Muñoz”, también en el territorio de Santiago de Cuba, donde fueron depositados los restos de 33 antiguos combatientes.
Allí rindió tributo al fallecido líder de esa columna, Juan Almeida (1927-2009).
Castro, que tras posponer una promesa anterior de dejar el poder en febrero dice ahora que lo dejará el próximo 19de abril, asistió también en octubre pasado a un acto solemne para conmemorar la reubicación de los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, considerados el Padre y la Madre de la Patria en Cuba.
(Redactado por Armando de Armas, con información de EFE)