Miles de latinoamericanos celebraron este domingo la consagración de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II como nuevos santos de la Iglesia Católica y lo hicieron con vigilias, música y rezos sobre todo dirigidos al pontífice polaco, que debe al menos en parte a América Latina su canonización y que ha sido venerado incluso en la Cuba laica y comunista.
Los festejos se reprodujeron en Cuba donde a las 9 de la mañana todas las iglesias de la isla se unieron en un toque de campanas mientras se ultimaban los preparativos centrales tanto en la catedral de La Habana como en la ciudad de Santa Clara, donde obreros colocaban cables, bancas y altavoces en torno a la estatua de Juan Pablo II, para una misa especial por la tarde.
Sin embargo, a pesar de la fecha festiva, al menos 50 Damas de Blanco fueron detenidas en diferentes partes de la isla, para impedir que asistieran a misa y realizaran su marcha en el día de la canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII.
Juan Pablo II tuvo gran impacto en los cubanos
El papa ahora santo, visitó Cuba en 1998 y fue recibido por el entonces gobernante Fidel Castro, el líder que antaño había promulgado el ateísmo, pese a ser educado en un colegio de jesuitas, y que fue excomulgado en 1961, paradójicamente, por el otro papa también designado santo, Juan XXIII.
"Yo creo que en Cuba se puede hablar de un antes y un después de la visita de Juan Pablo II a la isla. Tuvo un gran impacto en el corazón de los cubanos y fue muy importante en la imagen y la apertura de nuestro país al mundo como el propio Juan Pablo lo dijo" expresó Diego Fernández, de 75 años, al salir de una misa en La Habana.
Berta Soler, líder de las Damas de Blanco relató a Martí Noticias sobre el servicio religioso dedicado a la canonización de los papas al que sólo algunas activistas lograron asistir.
Los festejos se reprodujeron en Cuba donde a las 9 de la mañana todas las iglesias de la isla se unieron en un toque de campanas mientras se ultimaban los preparativos centrales tanto en la catedral de La Habana como en la ciudad de Santa Clara, donde obreros colocaban cables, bancas y altavoces en torno a la estatua de Juan Pablo II, para una misa especial por la tarde.
Sin embargo, a pesar de la fecha festiva, al menos 50 Damas de Blanco fueron detenidas en diferentes partes de la isla, para impedir que asistieran a misa y realizaran su marcha en el día de la canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII.
Juan Pablo II tuvo gran impacto en los cubanos
El papa ahora santo, visitó Cuba en 1998 y fue recibido por el entonces gobernante Fidel Castro, el líder que antaño había promulgado el ateísmo, pese a ser educado en un colegio de jesuitas, y que fue excomulgado en 1961, paradójicamente, por el otro papa también designado santo, Juan XXIII.
"Yo creo que en Cuba se puede hablar de un antes y un después de la visita de Juan Pablo II a la isla. Tuvo un gran impacto en el corazón de los cubanos y fue muy importante en la imagen y la apertura de nuestro país al mundo como el propio Juan Pablo lo dijo" expresó Diego Fernández, de 75 años, al salir de una misa en La Habana.
Berta Soler, líder de las Damas de Blanco relató a Martí Noticias sobre el servicio religioso dedicado a la canonización de los papas al que sólo algunas activistas lograron asistir.