El expresidente de Angola José Eduardo dos Santos, -que aún retiene su cargo como número uno del gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA)-, anunció el viernes un congreso extraordinario del partido para elegir un nuevo líder, en medio del reclamo para que deje el puesto.
El Jornal de Angola dijo que Dos Santos, de 75 años, manejó términos como la "prudencia" y recomendó la celebración del congreso entre diciembre de este año y abril del 2019.
El exmandatario comanda el partido desde 1979, año en que además llegó a la presidencia del país que retuvo hasta el 2017. En teoría debería dejar su cargo en el Partido en el 2021. Pero fuerzas políticas han insistido en "acabar con la bicefalia en la conducción del Estado y del partido".
El Jornal de Angola informó que tras el anuncio Dos Santos "se comprometió personalmente" a coordinar la comisión encargada del proceso.
El exmandatario traspasó en agosto del pasado año la presidencia del país a su ministro de Defensa, el general João Lourenço, de 63 años, tras 38 años de gobierno ininterrumpido.
Sus detractores indicaron entonces que dejaba el rico país petrolero inmerso en la pobreza, la corrupción y en medio de denuncias por violaciones de los derechos humanos.
Durante el largo Gobierno de Dos Santos, Luanda y La Habana mantuvieron relaciones diplomáticas al más alto nivel.
Poco después de asumir la presidencia de Angola, Lourenço visitó la isla y se reunió con Raúl Castro. Prometió fortalecer las relaciones bilaterales "por gratitud", en referencia a más de 2.000 cubanos que murieron en la guerra de Angola al lado del MPLA.
Dos Santos, el MPLA y la purga de su sucesor
Un comunicado emitido por el MPLA esta semana negó una fractura interna: "Individuos de mala fe (...) hacen circular una serie de especulaciones que no se corresponden a la verdad, ya que el partido se mantiene cohesionado y preparado para debatir democráticamente todos los asuntos de actualidad política en Angola".
Sin embargo los hechos muestran lo contrario. Tras la llegada al poder, Lourenço destituyó al hijo de Dos Santos, José Filomeno, del cargo de presidente del Fondo Soberano angoleño, y la hija Isabel la removió de su puesto al frente de la petrolera estatal Sonangol.
Otros dos hijos del expresidente fueron apartados de la gestión de la televisión estatal. También fueron cesados los jefes de la Policía y de los servicios de inteligencia, pese al supuesto blindaje de Dos Santos.
En su discurso de investidura, Lourenço había prometido que promovería una "reforma y transformación en la continuidad" para "mantener lo que está bien y corregir lo que está mal", entre lo que destacó la necesidad de "eliminar la corrupción que amenaza a la sociedad".
"Esta transición todavía está en su infancia"
Pero el exmandatario mostró el viernes que sigue activo.
"José Eduardo dos Santos dijo que el partido debe comenzar a preparar desde ahora sus estructuras, la movilización de militantes, simpatizantes y amigos para la disputa de estos comicios, del que pretende salir victorioso.
De acuerdo con el líder, esto implica planeamiento, organización, trabajo y sacrificio, que han sido la clave del éxito del MPLA", indicó Jornal de Angola.
El jefe del Programa de África en la Casa de Chatham de Londres, Alex Vines, dijo a Reuters que lo que estamos viendo es típico de un político que pudo conservar el poder casi cuatro décadas.
"Una transición de poder después de casi 38 años nunca va a ser simple o sin problemas, y el tira y afloja de la presidencia del MPLA es un recordatorio de que esta transición todavía está en su infancia", expresó Vines.
(Escrito por Rosa T. Valdés, con reporte de Novo Jornal, Jornal de Angola, EFE y Reuters)
