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Las fuerzas de seguridad se preparan para defender Bagdad


Irakies abandonando las ciudades en manos de los insurgentes
Irakies abandonando las ciudades en manos de los insurgentes

En una ofensiva relámpago, los militantes del EIIL tomaron en pocos días grandes zonas del norte y el centro de Irak, donde encontraron poca resistencia de las fuerzas de seguridad.

Los soldados iraquíes, pala en mano, cavan trincheras y montan guardia ante los nuevos puntos de control instalados a las afueras de Bagdad con el objetivo de defender la capital contra la ofensiva de los yihadistas.

Abu Mohamed al Adnani, portavoz de los insurgentes sunitas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL), que se encontraban el sábado a menos de 100 kilómetros de Bagdad, instó a sus hombres a avanzar hacia la capital y hacia Kerbala, ciudad santa para los chiitas.

En una ofensiva relámpago, los militantes del EIIL tomaron en pocos días grandes zonas del norte y el centro de Irak, donde encontraron poca resistencia de las fuerzas de seguridad.

El ejército, que en un primer momento se mostró impotente frente al avance yihadista, retomó el sábado tres ciudades próximas a Bagdad y prepara una contraofensiva al norte de la capital para hacer frente a eventuales ataques.

El primer ministro iraquí y comandante en jefe del ejército, Nuri al Malili, indicó que el gobierno le otorgó "poderes ilimitados" contra los insurgentes.

El gobierno anunció además el viernes un plan especial de seguridad para defender Bagdad, donde muchos comercios seguían cerrados este sábado por miedo a la llegada inminente de los yihadistas.

Según el portavoz del ministerio del Interior, Saad Maan, "se trata de desplegar el mayor número de fuerzas" y de mejorar las informaciones "con el uso de tecnología", así como de coordinar las fuerzas de seguridad.

Voluntarios, milicias y tribus se unieron a las fuerzas gubernamentales en la lucha contra el EIIL.

El principal religioso chiita de Irak, el gran ayatolá Ali al Sistani, instó a la población a tomar las armas para detener el avance de los yihadistas sunitas hacia Bagdad, tras un llamamiento similar del gobierno.

Camiones de voluntarios se dirigieron el viernes a los campos de entrenamiento ubicados al norte de la capital, al tiempo que adelantaban las largas filas de vehículos detenidos a la espera de pasar los numerosos puntos de control instalados estos últimos días.

El ejército cuenta también con el apoyo de las milicias creadas por Estados Unidos a finales de 2006 para luchar contra los insurgentes.

"Nuestras fuerzas se encuentran por detrás del ejército y de la policía", explica Husein al Tamimi, jefe de una de estas milicias.

"¿Dónde están (los insurgentes?", se pregunta Tamimi. "Los esperamos, los buscamos. Queremos que vengan para poder matarlos", añade.

Dhia Alia al Tamimi, un jefe de tribu local, defiende también la cooperación con las fuerzas de seguridad, porque "todo el mundo debe defender la tierra y el Estado".

"La vida continúa su curso en nuestros barrios. No nos asustan los ataques de estos terroristas", subraya confiado.

En el puesto de control, el coronel Abdeljabar al Asadi también se muestra optimista. Las fuerzas armadas están listas "para cualquier emergencia", indica este hombre herido en un ataque precedente contra este puesto.
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