Bulgaria atribuyó este martes al movimiento libanés chiita Hezbolá la autoría del atentado antiisraelí del 18 de julio de 2012 en el aeropuerto de Burgas (este), que dejó siete muertos, cinco de ellos israelíes.
"Hay informaciones sobre financiación y pertenencia al Hezbolá de dos personas, entre ellas el autor del atentado", declaró a la prensa el ministro del Interior, Tsvetan Tsvetanov.
Estas personas "tenían pasaportes de Australia y Canadá" y "vivían en territorio libanés entre 2006 y 2010", precisó.
El primer ministro libanés, Nayib Mikati, anunció que su gabinete cooperará con las autoridades de Bulgaria para "aclarar" las circunstancias del atentado en Burgas.
El ataque causó la muerte de cinco israelíes y un conductor de autobús búlgaro, además de provocar heridas a treinta personas.
Dos sospechosos de nacionalidad canadiense y australiana siguen en libertad, mientras que un tercero murió en la explosión del autobús que iba a trasladar a los turistas del aeropuerto a sus respectivos hoteles.
Poco después, Estados Unidos instó a los europeos a actuar contra la "creciente" amenaza de Hezbolá.
Por su parte la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, afirmó que "las implicaciones de la investigación deben ser evaluadas seriamente, dado que se refieren a un atentado terrorista en territorio de la UE que se saldó con muertos y heridos inocentes", y señaló que los Estados discutirán "la respuesta adecuada basándose
en todos los elementos identificados por los investigadores".
De hecho, las acusaciones de las autoridades búlgaras ponen a la UE bajo presión de unirse a Estados Unidos e incluir al movimiento chiita en su lista de grupos que considera terroristas.
"Hay informaciones sobre financiación y pertenencia al Hezbolá de dos personas, entre ellas el autor del atentado", declaró a la prensa el ministro del Interior, Tsvetan Tsvetanov.
Estas personas "tenían pasaportes de Australia y Canadá" y "vivían en territorio libanés entre 2006 y 2010", precisó.
El primer ministro libanés, Nayib Mikati, anunció que su gabinete cooperará con las autoridades de Bulgaria para "aclarar" las circunstancias del atentado en Burgas.
El ataque causó la muerte de cinco israelíes y un conductor de autobús búlgaro, además de provocar heridas a treinta personas.
Dos sospechosos de nacionalidad canadiense y australiana siguen en libertad, mientras que un tercero murió en la explosión del autobús que iba a trasladar a los turistas del aeropuerto a sus respectivos hoteles.
Poco después, Estados Unidos instó a los europeos a actuar contra la "creciente" amenaza de Hezbolá.
Por su parte la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, afirmó que "las implicaciones de la investigación deben ser evaluadas seriamente, dado que se refieren a un atentado terrorista en territorio de la UE que se saldó con muertos y heridos inocentes", y señaló que los Estados discutirán "la respuesta adecuada basándose
en todos los elementos identificados por los investigadores".
De hecho, las acusaciones de las autoridades búlgaras ponen a la UE bajo presión de unirse a Estados Unidos e incluir al movimiento chiita en su lista de grupos que considera terroristas.