El activista Adrián Rubio fue liberado el martes tras pasar más de seis horas esposado dentro de una patrulla, frente a la unidad policial del Cotorro, en La Habana, bajo el sol inclemente, las altas temperaturas y los maltratos de los agentes que lo detuvieron.
Rubio dijo a Radio Martí que durante el arresto fue golpeado y multado por violar el dispositivo policial.
"Salí de mi casa y cuando llego a la esquina automáticamente sale la patrulla como si yo fuera un delincuente, y me caen arriba, me detienen de una manera violenta: piñazos, empujándome", detalló.
Según el activista, cuando llegaron a la estación policial del Cotorro, lo dejaron sentado en la patrulla porque "los calabozos estaban llenos".
Permaneció allí, con las ventanillas subidas, bajo el sol, en medio de un sofocante calor, y cuando no aguantó más comenzó a golpear las paredes del auto "porque ya me estaba asfixiando".
Durante las más de seis horas que estuvo allí, encerrado, los agentes que lo detuvieron le tiraban del brazo, y le golpeaban la cabeza por la parte de atrás, dijo. Sintió signos de deshidratación, agravada por su condición de diabético, y les pidió agua a los guardias.
"Me dieron agua del baño. Me di cuenta porque estaba en muy mal estado. Incluso, ellos se reían de mí y me lo decían: ¿No le sientes el saborcito en el fondo al agua?", dijo Rubio.
El activista precisó que, antes de liberarlo, los agentes le pidieron que entregara el dinero que llevaba encima, y al ver que solo llevaba unos 20 pesos, le impusieron una multa de 150 por haber violado los dispositivos de seguridad.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)