El periodista Ezra Levant tocó el tema del turismo sexual y la prostitución en Cuba, en su programa de televisión Prime Time, que transmite la cadena sunnewsnetwork.ca.
Conversó con la cofundadora de la organización Beyond Borders (Más allá de las fronteras), Rosalind Prober, quien ha venido luchando durante décadas contra ese tipo de turismo y la explotación sexual de menores de edad; y con el escritor y comentarista político cubanoamericano, Humberto Fontova, quienes manifestaron públicamente su convencimiento de que La Habana conoce lo que ocurre en la isla.
Levant dijo que Fidel y Raúl Castro necesitan que florezca este tipo de negocio para que entre "divisa fuerte" (dólares) en la isla, y se hacen los que desconocen el problema. O sea, permiten que depredadores sexuales de otros países, entre ellos los canadienses, mantengan contacto sexual con menores.
Prober señaló desde Winnipeg que, obviamente, el régimen comunista cubano no va a admitir que tiene un problema de esta magnitud y es capaz de enviar a prisión a cualquier periodista u otra persona que se atreva a sacar a la luz este tipo de injusticia social, que muestre al mundo que su sistema político es imperfecto.
Habló del caso de un canadiense que viajó 32 veces a Cuba y que admitió en 1995, tras ser hallado culpable de pornografía infantil, que él había sido un turista sexual en la isla.
Manifestó también que la mayoría de los turistas sexuales son atrapados cuando regresan a Canadá con su botín, es decir, las filmaciones que hicieron en la isla, donde tuvieron sexo con niñas y adolescentes.
Levant enfatizó que el exgobernante Fidel Castro se mostró orgulloso de las prostitutas cubanas en 2003, cuando declaró al director de cine estadounidense Oliver Stone, que "uno de los grandes beneficios de la Revolución es que incluso nuestras prostitutas son graduadas de una escuela de nivel superior".
Sobre el particular, el escritor y comentarista político cubanoamericano Humberto Fontova, manifestó desde New Orleans, Estados Unidos, que la prostitución y especialmente la prostitución infantil ha aumentado en la isla y tanto el gobierno cubano como el canadiense lo saben y no hace nada para impedirlo.
Señaló que recientemente el canciller canadiense John Baird se reunió con Raúl Castro, en La Habana, para fortalecer los lazos económicos entre ambos países. Fontova enfatizó que seguramente uno de esos renglones económicos es el turismo, y uno de sus componentes es el "turismo sexual".
Además, indicó que el gobierno de Cuba persigue más a los periodistas extranjeros que visitan la isla para reportar sobre el turismo sexual que a las mismas prostitutas.
Conversó con la cofundadora de la organización Beyond Borders (Más allá de las fronteras), Rosalind Prober, quien ha venido luchando durante décadas contra ese tipo de turismo y la explotación sexual de menores de edad; y con el escritor y comentarista político cubanoamericano, Humberto Fontova, quienes manifestaron públicamente su convencimiento de que La Habana conoce lo que ocurre en la isla.
Levant dijo que Fidel y Raúl Castro necesitan que florezca este tipo de negocio para que entre "divisa fuerte" (dólares) en la isla, y se hacen los que desconocen el problema. O sea, permiten que depredadores sexuales de otros países, entre ellos los canadienses, mantengan contacto sexual con menores.
Prober señaló desde Winnipeg que, obviamente, el régimen comunista cubano no va a admitir que tiene un problema de esta magnitud y es capaz de enviar a prisión a cualquier periodista u otra persona que se atreva a sacar a la luz este tipo de injusticia social, que muestre al mundo que su sistema político es imperfecto.
Habló del caso de un canadiense que viajó 32 veces a Cuba y que admitió en 1995, tras ser hallado culpable de pornografía infantil, que él había sido un turista sexual en la isla.
Manifestó también que la mayoría de los turistas sexuales son atrapados cuando regresan a Canadá con su botín, es decir, las filmaciones que hicieron en la isla, donde tuvieron sexo con niñas y adolescentes.
Levant enfatizó que el exgobernante Fidel Castro se mostró orgulloso de las prostitutas cubanas en 2003, cuando declaró al director de cine estadounidense Oliver Stone, que "uno de los grandes beneficios de la Revolución es que incluso nuestras prostitutas son graduadas de una escuela de nivel superior".
Sobre el particular, el escritor y comentarista político cubanoamericano Humberto Fontova, manifestó desde New Orleans, Estados Unidos, que la prostitución y especialmente la prostitución infantil ha aumentado en la isla y tanto el gobierno cubano como el canadiense lo saben y no hace nada para impedirlo.
Señaló que recientemente el canciller canadiense John Baird se reunió con Raúl Castro, en La Habana, para fortalecer los lazos económicos entre ambos países. Fontova enfatizó que seguramente uno de esos renglones económicos es el turismo, y uno de sus componentes es el "turismo sexual".
Además, indicó que el gobierno de Cuba persigue más a los periodistas extranjeros que visitan la isla para reportar sobre el turismo sexual que a las mismas prostitutas.