La Cámara alta del Parlamento ruso aprobó una ley el miércoles que le prohibirá a los
estadounidenses adoptar niños rusos e impone otras medidas en represalia por una ley diseñada por Washington para castigar a rusos acusados de violaciones de derechos humanos.
La ley, que el presidente Vladimir Putin ha señalado que promulgará, también le quitará la representación legal a algunas organizaciones no gubernamentales que cuentan con financiación estadounidense e impondrá prohibiciones de visado y congelación
de bienes a estadounidenses acusados de violar los derechos de los rusos en el extranjero.
La iniciativa es la respuesta rusa a la Ley Magnitsky, una norma promulgada por el presidente estadounidense Barack Obama que le prohíbe a los rusos acusados de violaciones a los derechos humanos la entrada a Estados Unidos y congela todos los
bienes que allí tengan.
El Consejo de la Federación, la Cámara alta del Parlamento ruso, votó 143-0 a favor de la ley, que ha sido condenada por activistas de derechos y opositores del Kremlin que dicen que los legisladores están jugando políticamente con la vida de niños.
Putin ha mostrado su apoyo a la medida, pese a las inusuales críticas de algunos responsables del Gobierno, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, y un viceprimer ministro que le ha advertido al presidente que la iniciativa podría violar los acuerdos internacionales.
La ley de Estados Unidos y la respuesta de Moscú suman tensión a la relación entre ambos países, que ya está afectada por varios asuntos como el trato a los oponentes de Putin y las restricciones impuestas a las organizaciones no gubernamentales
desde que el líder ruso comenzó un segundo mandato en mayo.
estadounidenses adoptar niños rusos e impone otras medidas en represalia por una ley diseñada por Washington para castigar a rusos acusados de violaciones de derechos humanos.
La ley, que el presidente Vladimir Putin ha señalado que promulgará, también le quitará la representación legal a algunas organizaciones no gubernamentales que cuentan con financiación estadounidense e impondrá prohibiciones de visado y congelación
de bienes a estadounidenses acusados de violar los derechos de los rusos en el extranjero.
La iniciativa es la respuesta rusa a la Ley Magnitsky, una norma promulgada por el presidente estadounidense Barack Obama que le prohíbe a los rusos acusados de violaciones a los derechos humanos la entrada a Estados Unidos y congela todos los
bienes que allí tengan.
El Consejo de la Federación, la Cámara alta del Parlamento ruso, votó 143-0 a favor de la ley, que ha sido condenada por activistas de derechos y opositores del Kremlin que dicen que los legisladores están jugando políticamente con la vida de niños.
Putin ha mostrado su apoyo a la medida, pese a las inusuales críticas de algunos responsables del Gobierno, entre ellos el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, y un viceprimer ministro que le ha advertido al presidente que la iniciativa podría violar los acuerdos internacionales.
La ley de Estados Unidos y la respuesta de Moscú suman tensión a la relación entre ambos países, que ya está afectada por varios asuntos como el trato a los oponentes de Putin y las restricciones impuestas a las organizaciones no gubernamentales
desde que el líder ruso comenzó un segundo mandato en mayo.