La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) criticó hoy a las autoridades rusas por las restricciones a la publicación de las caricaturas de Mahoma de Charlie Hebdo y otros contenidos que se consideren blasfemos.
El presidente de la FIDH, Karim Lahidji, consideró la situación "alarmante" y señaló que "el arsenal judicial liberticida establecido por (Vladímir) Putin a lo largo de estos últimos años le permite anular sin dificultad toda forma de libertad de expresión".
A su juicio, "una prueba más de ello" es la advertencia que hizo el 26 de enero el organismo de supervisión RoskKomNadzor a once medios por haber publicado o reproducido dibujos del semanario satírico francés Charlie Hebdo, que fue víctima el 7 de enero en su sede en París de un sangriento atentado terrorista por sus caricaturas del profeta Mahoma.
Las advertencias se basan en una ley de 2002 sobre "la lucha contra los actos extremistas", que permite restringir o cerrar los medios en caso de que difundan contenidos "que inciten a la discordia étnica o religiosa" o que se consideren "insultantes o humillantes". Los medios rusos que reciban tres avisos pueden ser clausurados y a sus periodistas se les pueden retirar las acreditaciones.
El 16 de enero, Rosk Kom Nadzor les prohibió la publicación o reproducción de dibujos que atenten contra las religiones. Dos activistas, Mark Galperin y Vladimir Lunov, fueron multados a 20.000 rublos (260 euros) a finales de enero por haber esgrimido una pancarta con el texto "Je suis Chalie" en Moscú el 10 de enero.
"¿Cómo puede existir un Gobierno que tome este tipo de medidas pocos días después de haber enviado a su ministro de Asuntos Exteriores a la gran manifestación de París?", celebrada cuatro días después del atentado contra Charlie Hebdo, se indignó Lahidji.