Corea del Norte puso el viernes en posición de espera sus unidades de misiles para
atacar las bases militares de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico, después de que Washington hiciera volar dos aviones invisibles con capacidad nuclear sobre la península de Corea en una inusual demostración de fuerza.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, firmó las órdenes en una reunión a medianoche con sus generales y "consideró que ha llegado la hora de ajustar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos a la vista de la situación imperante", dijo la agencia oficial de noticias KCNA.
La agencia destacó que Corea del Norte y Estados Unidos solo podrían arreglar sus diferencias "por medios físicos". Pyongyang tiene un arsenal de misiles Scud de corto alcance de la época soviética que pueden llegar al Sur, pero sus misiles de largo alcance Nodong y Musudan, que en teoría podrían alcanzar las bases estadounidenses en el Pacífico, no están probados.
China, el único aliado importante del Norte, repitió su llamado a la contención en la península coreana en una comparecencia habitual del ministerio de Asuntos Exteriores, y no criticó los vuelos estadounidenses. En tanto, Rusia dijo que el aumento de la actividad militar cerca de Corea del Norte podría causar una tensión que se descontrolara, criticando implícitamente los vuelos estadounidenses.
El jueves, Estados Unidos envió dos bombarderos B-2 Spirit -con capacidad de evadir radares- a realizar vuelos de práctica sobre Corea del Sur, respondiendo a una serie de amenazas de Corea del Norte.
Los aviones volaron desde Estados Unidos a Corea del Sur y regresaron, en lo que pareció ser el primer ejercicio de su tipo, diseñado para mostrar la capacidad de Washington de realizar ataques de precisión a gran distancia "rápidamente y a
voluntad", dijo el Ejército estadounidense.
atacar las bases militares de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico, después de que Washington hiciera volar dos aviones invisibles con capacidad nuclear sobre la península de Corea en una inusual demostración de fuerza.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, firmó las órdenes en una reunión a medianoche con sus generales y "consideró que ha llegado la hora de ajustar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos a la vista de la situación imperante", dijo la agencia oficial de noticias KCNA.
La agencia destacó que Corea del Norte y Estados Unidos solo podrían arreglar sus diferencias "por medios físicos". Pyongyang tiene un arsenal de misiles Scud de corto alcance de la época soviética que pueden llegar al Sur, pero sus misiles de largo alcance Nodong y Musudan, que en teoría podrían alcanzar las bases estadounidenses en el Pacífico, no están probados.
China, el único aliado importante del Norte, repitió su llamado a la contención en la península coreana en una comparecencia habitual del ministerio de Asuntos Exteriores, y no criticó los vuelos estadounidenses. En tanto, Rusia dijo que el aumento de la actividad militar cerca de Corea del Norte podría causar una tensión que se descontrolara, criticando implícitamente los vuelos estadounidenses.
El jueves, Estados Unidos envió dos bombarderos B-2 Spirit -con capacidad de evadir radares- a realizar vuelos de práctica sobre Corea del Sur, respondiendo a una serie de amenazas de Corea del Norte.
Los aviones volaron desde Estados Unidos a Corea del Sur y regresaron, en lo que pareció ser el primer ejercicio de su tipo, diseñado para mostrar la capacidad de Washington de realizar ataques de precisión a gran distancia "rápidamente y a
voluntad", dijo el Ejército estadounidense.