Una de las líderes de Damas de Blanco acusada de desacato y atentado

Berta Soler (i) y Leticia Ramos (d) el 8 de abril de 2016, en Washington DC.

Leticia Ramos Herrerería, quien lleva meses denunciando el acoso de la Seguridad del Estado, ​​está bajo medida cautelar y deberá firmar cada miércoles un acta en la unidad de la policía de Cárdenas.

Desacato y atentado son los delitos con los que finalmente la Seguridad del Estado ha sellado la presión y hostigamiento a la Dama de Blanco Leticia Ramos Herrería en Cárdenas, Matanzas.

En la mañana del lunes, la integrante de la dirección nacional del Movimiento Damas de Blanco, salió de su casa -cercada por patrullas policiales durante varios meses- cuando fue interceptada por un oficial de Seguridad de Estado que abiertamente la provocó, según expresó la misma a Martí Noticias.

“Traté de salir de mi casa para buscar unos alimentos y un oficial acelera el motor, me bajo de la bicicleta, le digo que eso era una falta de respeto de él. Se me rió en mi cara, me puso la cara como para que yo le diera una bofetada y ahí tuvimos una fuerte discusión”, señáló la activista.

Al regresar a su casa, explica Ramos Herrería, la esperaba un auto patrullero de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) que la condujo a la estación más cercana donde le impusieron una medida de restricción de movimiento, pero esta vez, de manera oficial.

“Me levantaron un proceso judicial, donde voy a ser procesada por los delitos de atentado y desacato a un oficial de la Contrainteligencia”, asegura Leticia.

Con la acusación ya radicada por un instructor policial, Ramos Herrería está atada de pies y manos.

“Me pusieron una medida cautelar, tengo que ir a firmar todos los miércoles a la unidad de la policía hasta que el tribunal decida el enjuiciamiento mío”, señala.

Según la activista, la justificación expuesta por el delegado Municipal del Ministerio del Interior, nombrado Luis Manuel, se refiere a dos incidentes anteriores: “El incautamiento de los juguetes, que en enero me hicieron el registro y me quitaron los juguetes de los Reyes Magos (una actividad de las Damas para los hijos de sus vecinos) y la otra es el desorden público que me pusieron el 25 de abril del año pasado por hacer una protesta pacífica en la ciudad de Cárdenas”.

Leticia Ramos aseguró a Radio Martí que no va a someterse a la medida impuesta, y si la envían a prisión, se declarará en huelga de hambre hasta ser liberada de cargos.

Gardeo a presión

El pasado 17 de julio Ramos Herrería denunció la fuerte represión a que fue sometida mientras lidiaba con el padecimiento de cáncer terminal que vivía entonces su padre, fallecido semanas después.

“Soy perseguida por dos oficiales en una moto Suzuki. Entran hasta el mismo hospital, suben a la dirección donde tengo que entregar el papel para que me den el balón de oxígeno, van hasta el lugar donde está el personal que me lo entrega; si voy a ver a un médico, van detrás de mí”, denunció entonces.

En algunas ocasiones, relató, la Seguridad del Estado le impidió recoger los balones de oxígeno que sostenían la vida del anciano.

La señora Ramos dijo que una situación similar de acoso y hostigamiento –aunque no a tales extremos- ocurrió en 2016 a su regreso de una visita a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde junto a otros representantes, denunció y documentó las violaciones a las libertades de las Damas de Blanco por parte del régimen cubano.

“Son denuncias que he llevado fotografiadas, en video y con nombres y apellidos de altos oficiales de la Seguridad del Estado cometiendo actos violentos contra opositores y Damas de Blanco”, declaró entonces.

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Dama de blanco Leticia Ramos, acusada de desacato y atentado por la policía en Matanzas.

[Con entrevista de Ivette Pacheco, Radio Martí]