Cuba
Dengue y zika en Cuba en tiempos del coronavirus y un "problema técnico" de la OPS

La Organización Panamericana de Salud (OPS) está reportando una cifra récord de casos de dengue en las Américas en 2019: 3,112,603, alrededor de un 23 por ciento más que el récord anterior, establecido en 2015, cuando hubo 2,415,693 casos.
Pero Cuba, con 2,935 casos, no aparece entre los 18 países con más enfermos reportados en el hemisferio, y ni siquiera entre los 33 con mayor incidencia, considerando la proporción entre casos y número de habitantes.
No hubo ni una sola muerte en 2019 en Cuba por dengue hemorrágico, de acuerdo con los minuciosos registros de OPS. Sin embargo, solo en el oriente de la isla, al menos dos personas habrían muerto en octubre a causa del dengue hemorrágico, indican testimonios de familiares y reportes de prensa.
“Lo que sí sabemos de la epidemia de dengue [en Cuba] es que ha producido en parte una gran cantidad de casos de dengue en Estados Unidos”, dijo en diciembre a Radio Televisión Martí la Dra. Aileen Marty, profesora especializada en enfermedades infecciosas en la Escuela de Medicina de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y experta de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hasta fines de noviembre, “teníamos en la Florida 341 casos de dengue, casi todos importados del dengue que está pasando en Cuba”, informó la Dra. Marty.
“Este año [2019], en Estados Unidos hemos tenido casi 900 casos de dengue, gran cantidad en la Florida, y el resto más que nada en Nueva York, y en otros estados", añadió, "y la mayoría de los casos entraron por viajeros que habían estado en Cuba o pasaron por Cuba”.
Confirmaron que se trataba del mismo dengue porque era del tipo 2, el que ha afectado a Cuba, dice. Un 0.8 por ciento de los casos en la isla fueron graves, de acuerdo con cifras remitidas a la Dra. Marty por los Centros Para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) de Atlanta.
La temporada alta del dengue, el zika y el chikungunya comienza ya en marzo, advierte la especialista. Y en 2019 el sistema de salud de Cuba usó el aborto para evitar secuelas potenciales del zika, dijeron médicos desde la isla.
Ahora que Estados Unidos declara el coronavirus como una emergencia de salud pública, el peligro que representa Cuba con el dengue y el zika se acrecienta por la cercanía geográfica; porque -según médicos y técnicos de salud cubanos- su gobierno falsifica estadísticas médicas, y porque al menos una vez un "fallo técnico" de la OPS impidió a las autoridades sanitarias estadounidenses alertar correctamente a quienes viajaban a la isla, en un momento en que a La Habana le convenía que esos viajes siguieran incrementándose.
La alerta de viajes que EEUU no pudo hacer
En 2017, las autoridades sanitarias de Estados Unidos no pudieron advertir a sus ciudadanos que si viajaban a Cuba se exponían a un brote activo de zika, otra de las enfermedades transmitidas por los mosquitos de la familia Aedes, porque el gobierno cubano no lo reportó oportunamente, de acuerdo con los científicos estadounidenses que detectaron el brote de la enfermedad mediante una exhaustiva investigación de rastreo genético.
“No tenemos información precisa sobre el nivel de riesgo actual”, decía la alerta de viajes a Cuba publicada en 2017 por los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC).
La OPS dijo mucho después que Cuba sí había reportado 1,300 casos de zika en 2017, pero que “por un fallo técnico” la información no se dio a conocer.
Un equipo de 38 investigadores encabezados por Kristian G. Andersen, del Departamento de Inmunología y Microbiología del Instituto Scripps en La Jolla, California, fundamenta que, solo en 2017, la cifra de casos de zika en Cuba debe haber sido superior a 5,500, y que el brote de ese año en la isla fue comparable a los de 2016 en países como Jamaica (7,165), República Dominicana (5,305) y Haití (3,103).
Los científicos encabezados por Andersen publicaron su estudio en agosto en la revista Cell: “Travel Surveillance and Genomics Uncover a Hidden Zika Outbreak during the Waning Epidemic” (“Vigilancia de viajes y rastreo genético descubren un brote oculto de zika cuando la epidemia estaba declinando”).
“Descubrimos un gran brote de zika en Cuba que no se informó a la Organización Panamericana de la Salud ni a otras agencias de salud pública y, por lo tanto, pasó inadvertido para la comunidad internacional”, concluyeron los científicos, luego de explicar por qué el brote alcanzó su punto máximo en 2017, cuando la epidemia estaba disminuyendo en el resto de las Américas.
El jefe del equipo, Kristian G. Andersen, le dijo a Radio Televisión Martí que el aviso de las autoridades sanitarias de Estados Unidos en 2017 para los viajeros a Cuba tendría que haber sido diferente.
“Si hubiéramos sabido que había un brote activo en 2017, esas pautas tendrían que haber sido actualizadas con la información de los casos existentes en Cuba”, escribió Andersen en agosto en un mensaje de correo electrónico.
Fue por una pregunta del diario The New York Times que, a raíz de la publicación ese mes del estudio encabezado por Andersen, la OPS se dio cuenta -dicen sus voceros- de que la información supuestamente proporcionada por Cuba no aparecía en su sitio de internet.
"Los funcionarios de la OPS [...] culparon a un 'problema técnico' por no haber reportado de manera oportuna el brote en Cuba", escribió entonces Carl Zimmer en The New York Times. "La información, dijeron, estaba en una base de datos, pero no estaba visible en el sitio de internet".
Nadie escuchaba
Considerando la gravedad del "problema técnico" que habría cometido la OPS, Radio Televisión Martí le envió un mensaje de correo electrónico el 4 de septiembre a la organización (PAHO en inglés, por las siglas de Pan American Health Organization), con las siguientes preguntas:
"¿Qué tipo de problema técnico causó el error? ¿Qué ocurrió con el responsable o los responsables?"
Pasaron dos semanas, y no hubo respuesta. El miércoles 18 de septiembre, este reportero hizo tres llamadas telefónicas a los números de las personas que aparecían en el sitio oficial de la OPS como encargados de atención a la prensa: Ashley Baldwin, Leticia Linn y Sebastián Oliel.
Ninguno de los tres respondió.
Tampoco contestaron los mensajes de voz dejados en sus respectivos buzones, que eran básicamente el mismo: "Hace dos semanas les enviamos un correo electrónico con dos preguntas sobre el reporte de zika en Cuba para 2017. Por favor, queremos saber si lo recibieron y cuándo podrán respondernos".
En la mañana del jueves 26 de septiembre, tres semanas después del mensaje de correo electrónico inicial con las preguntas y una semana después de los tres mensajes telefónicos, enviamos otro, pero esta vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS), rectora de la OPS, pidiendo ayuda para obtener una respuesta.
La respuesta llegó esa misma tarde.
"Le habíamos respondido cuando recibimos su pregunta", decía el mensaje de la OPS firmado por Daniel Epstein, de su Departamento de Prensa y Relaciones Públicas. "No sé qué habrá pasado, pero lamento que no la haya recibido".
La respuesta que Epstein asegura haber remitido en cuanto recibió las preguntas no apareció nunca en el buzón del reportero, ni siquiera en la carpeta adonde va a parar el correo basura.
“Cuba informó a la OPS 1,300 casos de Zika en 2017 y los archivos se actualizaron de inmediato”, escribió Epstein. “Un error en nuestro sistema fue el responsable de impedir que se vieran los datos. Hemos revisado nuestros procedimientos de divulgación de datos epidemiológicos para evitar situaciones similares en el futuro”.
Pero no respondía las preguntas: ni siquiera explicaba en qué había consistido el “problema técnico”. La parte más amplia de la respuesta enumeraba las dificultades para controlar el virus del zika y cómo puede confundirse con otras enfermedades cuando los síntomas son leves.
En ese mensaje del 26 de septiembre a Radio Televisión Martí, la OPS habla de 1,300 casos de zika en Cuba en 2017. Un mes antes, citada por The New York Times, dijo que eran 1,384. Y un reporte de la agencia Reuters fechado en La Habana en mayo del propio 2017 citaba al gobierno cubano: 1,847 casos.
En noviembre, cuatro médicos cubanos presentaron en Miami una demanda contra la OPS alegando que esa organización fue instrumental para que el gobierno de La Habana exportara a sus profesionales de la salud en condiciones de esclavitud.
Según los demandantes, representados por el abogado Samuel J. Dubbin, la organización recibió más de 75 millones de dólares a través del programa Mais Medicos, y el gobierno cubano cobró cerca de 1,300 millones de dólares por el envío del personal de salud a Brasil. Los abogados de la OPS están tratando de que el juicio se celebre en Washington, D.C.
La alerta de viajes a Cuba de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades fue retirada el 28 de febrero de 2019, "cuando disminuyó la amenaza", le dijo vía correo electrónico en octubre a Radio Televisión Martí Scott Pauley, agente de prensa de la División de Relaciones Públicas de los CDC.
Desde entonces el mensaje del gobierno estadounidense para viajeros a Cuba no se diferencia del que va dirigido a quienes visiten países como Argentina o Panamá.
¿Fuera de control?
Pero el caso de una enfermera intensivista a quien le ocultaron -asegura ella- que su hija murió de dengue hemorrágico en un hospital de La Habana, múltiples denuncias de que el régimen escamotea la aparición de nuevos casos de las enfermedades contagiosas, y los testimonios de especialistas de salud sobre estadísticas adulteradas, hacen temer que, a pesar de las campañas para contrarrestar los "vectores", la propagación de dengue, zika y chikungunya en Cuba esté fuera de control.
"Yo digo que mi hija no murió de ningún derrame ni de ninguna bronconeumonía", declaró al portal de noticias Cubanet Rosa María Núñez Maldonado, madre de Jessica de la Caridad Fernández Núñez, fallecida el jueves 3 de octubre, a los 22 años, en el Hospital Clínico Quirúrgico Salvador Allende de La Habana.
“Mi hija murió de un dengue. Porque bueno, una bronconeumonía… sangró por la boca... [Pero] ella sangró por todos los lugares del cuerpo”, declaró Núñez Maldonado.
Fue una anemia crónica megaloblástica causada por el dengue, asegura la enfermera. Si Jessica entró al hospital con 9.2 de hemoglobina, y le bajó a 6, era obvio que estaba muriéndose, pero se negaron a ponerle una transfusión de sangre cuando más la necesitaba, relata.
Otra muerte, la del niño de cinco años Harold Cordoví, el 27 de octubre, en Contramaestre, Santiago de Cuba, hizo que Cubanet le preguntara a un médico cómo el dengue puede provocar la muerte.
"Las plaquetas son células sanguíneas que hacen que las personas no se desangren cuando tienen una herida, porque son parte del proceso de coagulación", le explicó desde Holguín a Cubanet el Dr. Roberto Serrano. "Cuando dichas células están por debajo de las 150,000 por cada microlitro de sangre, se produce lo que se llama en medicina una trombocitopenia, que puede ocasionar sangramientos repentinos".
"En este caso, la infección por dengue ocasionó que se produjera una baja de plaquetas y por eso el niño comenzó a sangrar", dijo el médico. "Este cuadro requiere de cuidados intensivos y puede terminar en la muerte del paciente como, desafortunadamente ocurrió".
"Cuba falsea todo"
Mientras trabajó en el Departamento de Estadísticas Médicas de la Dirección Provincial de Salud en Matanzas, entre 2015 y 2017, Lázaro Vichot dice haber podido comprobar que las falsificaciones de datos eran una práctica cotidiana.
"Cuba falsea todo: suicidio, mortalidad infantil, brotes epidémicos", dijo Vichot en septiembre a Radio Televisión Martí.
"Una vez recibí una llamada de [el municipio de] Colón, de un médico certificando que la persona tenía zika o dengue, y que había fallecido por una de esas dos causas", relataba Vichot. "Llamamos al Centro de Higiene y Epidemiología de Matanzas y nos dijeron que eso no se podía aceptar, que eso no se podía escribir. De la Dirección Provincial salió la orden para que lo cambiara, y a nosotros no nos dejaban codificar".
Se refiere a usar los códigos con los que cada enfermedad debe reportarse en el CIE10, un documento destinado a la OPS y la OMS. En Cuba, el CIE10 queda entonces bajo control de los dirigentes provinciales a la hora de hacer el reporte, no de los técnicos que reciben y procesan la información.
"En el primer semestre de 2017 hubo muchas muertes, y los médicos no estaban claros de si era por zika o por dengue", indicó Vichot. "El concepto epidemiológico a la hora de diagnosticar… clínicamente puedes pensar más en zika que en dengue, muchos médicos decían: es zika. Había una contradicción entre lo que decían: hablaban mucho de zika, pero nadie moría de zika".
Según Vichot, corresponden al mismo año de 2017 numerosos casos en los que él dice haberse dado cuenta de que el certificado de defunción estaba alterado.
"Ponían complicaciones renales escondiendo el dengue", afirmó el especialista. "Puedo decir que en Matanzas debe haber habido entre cinco y ocho casos semanales [donde] yo veía los certificados alterados. Una vez fuimos a revisar estadísticas de los policlínicos en Varadero y Santa Marta. Había que decirles que de [las estadísticas durante los brotes] se iba a encargar [la dirección provincial en] Matanzas; que de cualquier certificado de defunción se iba a encargar Matanzas".
Las falsificaciones de datos se han reportado también en los servicios prestados por médicos cubanos en otros países. En una conferencia de prensa organizada en septiembre en Nueva York por el Departamento de Estado de Estados Unidos, los doctores Tatiana Carballo, Ramona Matos, Russela Rivero y Fidel Cruz, que trabajaron en Venezuela, Bolivia, Brasil y Belice, dieron detalles de cómo los obligaban a hacerlo.
Los investigadores californianos observan en su estudio que Cuba tuvo transmisiones del virus del dengue en 2014, 2015 y 2017, “pero ningún brote en 2016”. Mientras tanto, las demás islas del Caribe sí tuvieron transmisiones de zika y dengue en 2016.
"Sin embargo, [Cuba] no revela la causa que lo explique", hacen notar los científicos estadounidenses.
También revisaron artículos publicados por la prensa cubana sobre zika y dengue desde 2015 hasta 2018, en los cuales los funcionarios reportaban que el programa de control del mosquito tenía éxito.
"Pero no pudimos obtener datos empíricos para respaldar esa aseveración", subrayaba el equipo encabezado por Andersen.
"Los focos de transmisión del virus [de zika] que ocurren en países con informes inadecuados pueden facilitar brotes ocultos, aumentando el riesgo de que los viajeros infectados desaten brotes en otras regiones del mundo", advirtieron los investigadores estadounidenses.
La doctora, los exámenes y el diagnóstico ausente
Mientras trabajaron en Cuba antes de salir a cumplir misiones en países como Venezuela o Brasil, hubo médicos que nunca recibieron resultados de exámenes serológicos confirmando que se tratara de un caso de dengue, zika o chikungunya.
"Yo vine a conocer los tres tipos de test [para dengue, zika y chikungunya] aquí en Brasil, cuando vine para acá en diciembre de 2016", dijo a Radio Televisión Martí desde Rio de Janeiro la Dra. Mara González, quien en 2013 fue "jefa de vectores" en el municipio Habana del Este, que incluye el reparto de Guanabo.
Por jefatura de vectores se conoce el puesto de quien dirige la campaña contra la propagación del mosquito transmisor, el "vector".
La Dra. González, graduada en 2010 en la Facultad de Ciencias Médicas Calixto García, en La Habana, trabajó desde mediados de 2015 hasta diciembre de 2016 en el Policlínico Wilfredo Santana Rivas, del Reparto Bahía, municipio Habana del Este. Primero estuvo en el consultorio y luego en el Cuerpo de Guardia.
"Me llegaba un síndrome febril entre 8 de la mañana y 4 de la tarde al consultorio, o directamente al Cuerpo de Guardia [del policlínico]. Lo primero que hacía, como siempre, era el examen físico. El protocolo era el examen físico si no tenía focalización. Por ejemplo, que ese síndrome febril fuera una amigdalitis, que uno le encontraba positivo el exudado de garganta, entonces estaba justificada esa fiebre. [Pero] si era inespecífico -que no sabíamos el porqué-, la conducta era remitirlos a los hospitales, principalmente las personas de riesgo, los niños, las embarazadas y los [ancianos]", explicó.
Incluso en el Cuerpo de Guardia de un policlínico, los únicos exámenes que se les hacía a los pacientes eran un leucograma, un conteo de plaquetas y un test de orina para descartar una sepsis -infección- urinaria, explicó González.
"Muchas veces esos síndromes febriles se demoraban hasta seis horas en un policlínico esperando una ambulancia, y cuando llegaban a los hospitales los rebotaban para atrás", contó la doctora. "Estando yo de guardia 24 horas, el paciente llegaba del hospital, y en su hoja de egreso el diagnóstico era 'sospecha de dengue', o muchas veces también decía 'síndrome febril inespecífico', nunca se localizó [el origen de] la fiebre".
"Ahora, aquel paciente que aparte de la fiebre tenía dolor articular, que uno sospechaba por el examen clínico que era un dengue o un chikungunya, o zika, nunca recibí -en el policlínico o el consultorio donde yo trabajaba- una hoja de egreso de un hospital que dijera zika o sospecha de zika", añadió.
Como médica de familia, debía hacer el seguimiento post egreso a los pacientes incluso hasta siete días, dijo. Sin embargo, ella nunca recibía notificación del diagnóstico.
"Muchas veces los pacientes decían que les habían hecho el examen serológico [de laboratorio] en el hospital, [pero] yo nunca recibía el resultado", relató la Dra. González. "Por tanto, a ese paciente se le cerró su historia clínica, o el seguimiento por síndrome febril en el área de salud, como una sospecha de dengue. Nunca fue un diagnóstico, no tuvo un dengue clásico, no tuvo un zika, no tuvo un chikungunya, jamás. Porque realmente nunca vino con ese diagnóstico del hospital, jamás".
Entonces, si durante ese año hubo algún caso de zika, por ejemplo, puede haber pasado inadvertido entre tantos síntomas febriles. "Pudimos haberlo tenido, pero ¿quién dice que lo tuvimos?, ¿dónde está el diagnóstico?", se preguntó.
"Se les interrumpe la gestación"
En Cuba, a las embarazadas "se les hacen los estudios para la identificación de estas enfermedades y, en caso de que estén en el primer trimestre del embarazo -que es el periodo de mayor riesgo de aparición de malformaciones, porque es el periodo de organogénesis fetal-, se les interrumpe la gestación", declaró a Radio Televisión Martí desde Palma Soriano, en Santiago de Cuba, el Dr. Arnoldo de la Cruz Bañobre.
"Conozco varios casos que han tenido que interrumpirles la gestación por ese motivo", dijo.
Desde San Juan y Martínez, en la provincia de Holguín, el Dr. Ramón Zamora Rodríguez confirmó que ese es el procedimiento de rigor en casos de embarazos afectados por zika.
"Cualquier embarazada, en cualquier momento que el mosquito la pique y transmita el zika, pues ya automáticamente la persona con zika o chikungunya tiene el agravante de la patología y, por tanto, se debe interrumpir [el embarazo]", dijo el Dr. Zamora Rodríguez. "Porque de lo contrario, a no ser que la persona realmente no lo desee y quiera tenerlo bajo estas condiciones, está afectado el feto. No existe otra solución, primeramente, porque no existe tampoco un tratamiento".
La Dra. Alina Monteagudo, que trabajó dos décadas como especialista en Medicina Interna en el Hospital Provincial de Camagüey y luego se dedicó a la investigación científica antes de salir de Cuba en 2014, cree que el recurso del aborto va más allá del zika.
"Cuando se detecta una malformación o hay peligro de que ocurra, lo ven como un posible caso de mortalidad infantil, y eso está politizado", comentó en Miami la Dra. Monteagudo.
Con 72.8 "interrupciones de embarazo" por cada 100 nacimientos, Cuba tiene una de las tasas de aborto más elevadas del mundo, indica el artículo Mortalidad infantil y longevidad en Cuba: ¿salud pública o represión?, que publicaron en julio de 2018 Gilbert Berdine, Vincent Geloso y Benjamin Powell en Oxford University Press.
Por lo menos un municipio de Cuba tuvo más abortos que nacimientos en 2018. Fue Isla de la Juventud, con 1,200 abortos y 900 nacimientos, según declaró a la Agencia Cubana de Noticias el Dr. Abel García Valdés, jefe de servicios de ginecobstetricia del Hospital Héroes de Baire.
Esas cifras excluyen los 1,500 casos de mujeres que practicaron la llamada regulación menstrual, una “interrupción precoz del embarazo”.
“Por ese concepto estaríamos hablando de unos 1,500 nacimientos más, si hubieran llegado a feliz término, pero lo cierto es que este tipo de evacuación del útero es una interrupción precoz del embarazo, enfatizó el también responsable del departamento municipal de diagnóstico prenatal de malformaciones”, informó la Agencia Cubana de Noticias.
Un rastro del zika cubano... en Barcelona
Los pacientes diagnosticados con zika por el Servicio de Medicina Tropical del Hospital Clínico y Provincial de Barcelona entre enero de 2016 y julio de 2017 procedían de diferentes países: República Dominicana, Nicaragua, Colombia y Brasil, dijo a Radio Televisión Martí el Dr. Alex Almuedo, especialista de ese centro médico e investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
Pero los nueve casos que encontraron entre julio de 2017 y agosto de 2018 eran todos de Cuba, añadía el Dr. Almuedo, director del estudio Mirroring the Zika epidemics in Cuba: the view from a European imported diseases clinic (Examinando la epidemia de zika en Cuba desde el punto de vista de una clínica europea de enfermedades importadas).
Las cosas cambiaron en los 12 meses posteriores.
"Desde septiembre de 2018 hasta ahora [agosto de 2019] no hemos visto ninguno más" procedente de Cuba, dijo el Dr. Almuedo a Radio Televisión Martí. "Hemos visto un nuevo caso de zika, pero viene de Tailandia".
No hay un solo caso que llegue al hospital con fiebre y no sea sometido a exámenes de laboratorio para determinar si contrajo dengue, zika o chikungunya, asegura.
"Les hacemos todo: la PCR, que es una detección molecular para ver si hay virus circulante, y hacemos también inmunoglobulinas, que serían las defensas que uno fabrica contra estas enfermedades", explica el Dr. Almuedo, y acota que el Hospital Clínico y Provincial de Barcelona es un centro de referencia a nivel del Estado español.
"Tenemos mucho dengue, vale; sí que hemos detectado mucho dengue, pero lo que es zika hemos detectado uno, y sería de Tailandia", subraya el especialista barcelonés.
Sin embargo, en Cuba...
"No conocemos estadísticas exactas de muertos y de enfermos, pero es serio; uno a diario vive esta situación y genera un tanto de paranoia", declaró el Dr. De la Cruz Bañobre en octubre. "A mí me está pasando: a cada rato usted oye que murió Fulanito, o que se llevaron a Menganito sangrando con las plaquetas bajas".
Los problemas con el abastecimiento de agua complican la situación en Palma Soriano, en la provincia de Santiago de Cuba, comentaba el médico, pues la gente acumula agua en cualquier depósito, sin condiciones, "porque el Estado cubano no vende recipientes adecuados, herméticos, con tapa". Él mismo dice haber sufrido un dengue hemorrágico el año pasado.
De acuerdo con el Dr. Zamora Rodríguez, el gobierno intenta que la población cumpla precauciones difícilmente aplicables en medio de la escasez de agua.
"Lo único que están usando como variante es la presión sobre la población por medio de las multas, pero esto no se resuelve, pues el agua viene por intermitencias, hay que almacenarla y es lógico que la mayoría de los recipientes, cisternas y demás [envases] que preparan para almacenar el agua no cuentan con la seguridad necesaria para que el mosquito no deposite sus huevos", dijo el Dr. Zamora Rodríguez.
Por si fuera poco, le contó el médico a la reportera de Radio Televisión Martí Ivette Pacheco, los agentes químicos -fundamentalmente petróleo- del humo de la fumigación provocan enfermedades obstructivas crónicas.
"Entonces las personas están viviendo esa cotidianidad dura, amarga, con esta situación de que se llevan a un vecino, se llevan a un familiar y que se me muere uno y nadie sabe las estadísticas y la gente se enferma muchísimo y los hospitales llenos, abarrotados, y los otros locales que han dispuesto para ingresar a estas personas fuera del hospital también llenos", comentó el Dr. Cruz Bañobre.
"Es una situación tensa", añadió. "Las autoridades sanitarias a veces muestran un ánimo de esquivar la situación, de no informarla, y la situación es real y es crítica".
Desde Songo la Maya, en Santiago de Cuba, el Dr. Roberto Serrano dijo en octubre a Pacheco que muchos enfermos de dengue preferían quedarse en sus casas porque las condiciones higiénicas de los hospitales y los centros de internamiento habilitados por las autoridades sanitarias eran desastrosas.
"Ellos [los funcionarios del gobierno] tratan de culpar a las personas de las desgracias, de las epidemias, pero el principal causante todo el mundo sabe que es el Estado, que ha sido incapaz de mantener un ambiente limpio y adecuado", dijo el médico.
La prensa oficialista cubana tampoco ha reportado un solo caso de muerte por dengue en la isla. Sin embargo, la agencia estatal Prensa Latina publica sin demora que en República Dominicana hubo 47 fallecimientos provocados por la enfermedad.
¿Cuál es más peligroso para adultos: dengue o zika?
Aunque durante los primeros días los síntomas de las cuatro enfermedades transmitidas por los mosquitos Aedes (dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla) pueden confundirse, hay "ciertas cosas" que se ven más en una enfermedad que en la otra, explica la Dra. Aileen Marty.
"Vamos a hablar de zika y dengue, que son particularmente importantes: el dengue porque es un problema bárbaro por todas las Américas y por las [regiones tropicales] en todo el mundo, y es una enfermedad que puede tener consecuencias a largo plazo; mientras que con el zika, normalmente una persona adulta que se contagia con ese virus no va a tener problemas a largo plazo, a menos que sea una mujer embarazada, y entonces el nené puede que no nazca vivo, o con complicaciones muy graves como la microcefalia".
La conjuntivitis es una de las cosas que suelen verse más en pacientes de zika que en pacientes de dengue, explica la Dra. Marty. En pruebas de laboratorio rápidas, también se hace el conteo de monocitos y plaquetas, añade.
"Porque esos están normales en las personas que tienen zika, y muy bajos en las que tienen dengue, una de las razones por las cuales el dengue es más peligroso para la persona adulta que el zika", explica la experta.
A la pregunta de cómo puede una economía en crisis abastecerse de los recursos médicos necesarios para evitar una pandemia -que este 2020 representa un peligro real en Cuba-, se antepone otra: ¿Cómo puede un gobierno que niega constitucionalmente a sus ciudadanos el éxito de la iniciativa privada auspiciar una economía que garantice realmente la salud pública sin depender de una provisión foránea?
Entrevistado por The New York Times, el investigador de la Fundación Oswaldo Cruz, en Río de Janeiro, y profesor adjunto en la Universidad de Pittsburgh, Ernesto T. A. Marqués, hizo el año pasado una alerta que aún no ha pasado de serlo: "La pregunta no es si habrá otro brote de zika o no, sino cuándo ocurrirá".
Las entrevistas, las consultas con especialistas y la búsqueda de datos para esta investigación fueron realizadas entre agosto y diciembre de 2019. Gracias a los colegas de Radio Televisión Martí Ricardo Quintana, Ivette Pacheco, Yolanda Huerga y Alejandro Zayas Bazán por facilitar el contacto con algunos entrevistados. Para concluir la redacción se revisaron hasta última hora estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud que aún hoy siguen actualizándose. El martes fueron inútiles los esfuerzos para obtener una reacción del ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda. Su despacho remitió en dos ocasiones a Radio Televisión Martí a la jefa del Departamento de Comunicaciones del MINSAP, Georgina Pérez Alvarez, en cuya oficina alguien que se identificó como Marcos dijo una vez que estaba almorzando y otra que había ido a reunirse con el ministro, antes de que ninguna de las llamadas posteriores fueran respondidas.
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Esposa de preso político del 11J denuncia que no cesa el hostigamiento en la cárcel de Quivicán (VIDEO)

En precarias condiciones se encuentra el preso político del 11 de julio de 2021, Maikel Puig Bergolla, recluido en el penal de máxima seguridad de Quivicán, en la provincia de Mayabeque, denunció su esposa Saily Núñez Pérez, en una directa en la red social Facebook.
Núñez Pérez alertó que a su esposo no le están suministrando el medicamento para la hipertensión, además de recibir malos tratos por parte de autoridades carcelarias y recibir una precaria alimentación.
También en la comunicación, la mujer mencionó que ella es víctima del acoso constante de la Seguridad del Estado y del director del penal, debido a las denuncias que publica sobre todas las violaciones que sufre el preso político.
En su mensaje en redes sociales, responsabilizó al jefe de la prisión de Quivicán, a quien identificó como el teniente coronel "Lolo", y a la policía política por todo el hostigamiento que sufre su familia.
Puig Bergolla, cumple 12 años de condena por participar en la manifestación en el poblado de Güines, y desde que fue trasladado para esa prisión ha sido expuesto a malos tratos.
En el mes de junio fue atacado por el oficial Yulieski Menéndez Montero, segundo jefe de la cárcel, y estuvo un mes incomunicado sin llamadas telefónicas. En varias oportunidades ha estado de castigo en celdas de aislamiento.
Toda esta represión fue la respuesta de la guarnición a una protesta que protagonizó Puig Bergolla, junto a otros reos dentro del penal, en donde exigieron libertad y gritaron la consigna contestataria “Patria y Vida”.
En el mes de agosto, el preso político fue agredido por un reo común de alta peligrosidad, señalado por colaborar con las autoridades penitenciarias, a cambio de beneficios.
La esposa del condenado por el 11J ha acudido a la Fiscalía Militar de la Región de Occidente para denunciar los abusos y arbitrariedades que se cometen en contra de su esposo en ese centro penitenciario, pero asegura que no ha tenido respuesta alguna a sus reclamos.
EEUU repatria a 4 migrantes cubanos; cerca de 20 detenidos en México

Cuatro migrantes cubanos detenidos cuando intentaban ingresar a EEUU por vía marítima de forma irregular, fueron repatriados el martes a la isla, informó la Guardia Costera estadounidense.
En un post en la red social X, la Guardia Costera indicó que los cubanos habían sido interceptados el sábado cerca de Cayo Marquesas.
"Las fronteras marítimas de los Estados Unidos NO están abiertas a la entrada no autorizada ni al tráfico ilícito, reiteró el Servicio de Guardacostas, al tiempo que aconsejó no hacerse a la mar a bordo de embarcaciones improvisadas.
El lunes, un grupo de 12 cubanos, de alrededor de 20 que viajaban en un bote de madera fueron detenidos en la zona hotelera de Cancún por las autoridades mexicanas, reportaron diarios locales.
Los detenidos, 8 hombres y 4 mujeres, fueron puestos a disposición del Instituto Nacional de Inmigración (INM).
Este martes, el INM informó del rescate de 87 migrantes de nueve países, incluidos 14 adultos y una cantidad no especificada de menores provenientes de Cuba, que viajaban en la caja de un tractocamión en la carretera Tapachula-Huehuetán, en el estado de Chiapas.
Solo en el mes de octubre, un total de 18,083 cubanos arribaron a diferentes puntos fronterizos de EEUU, según cifras del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). De ese total, 12,495 llegaron por la frontera sur con México y unos 6,000 por vía marítima, la mayoría por puntos del sector de Miami.
Madres que protestaron frente al MINSAP dicen que han sido atendidas por funcionarios de Salud

Algunas de las madres que se manifestaron el pasado 24 de noviembre frente a la sede del Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) en reclamo de atención médica para sus hijos, han recibido respuestas de funcionarios ofreciendo posibles soluciones a sus demandas.
Yessica Peña, desde La Habana, informó a Martí Noticias que su hija Amelia, quien padece estenosis esofágica, será ingresada el miércoles en el Hospital Pediátrico de Centro Habana. “El sábado tuve respuesta del cirujano. Me dijo que ingresará este miércoles para hacerle la dilatación a la niña”, afirmó.
Sin embargo, existen dudas y preocupaciones sobre la efectividad de estos tratamientos, señaló la mujer: “Me mandaron a decir que ingresará solamente para que calle mi boca, pero a mí mi boca nadie me la va a callar porque lo que le van a hacer a la niña no es la solución para ella”.
Otra de las madres que protestó, nombrada Jacqueline, residente en San José de las Lajas, Mayabeque, expresó preocupación por sus dos hijos. Según dijo, uno padece de epilepsia, mientras que el otro presenta trastornos de la personalidad. En su caso, también enfrenta problemas de vivienda, una situación que las autoridades cubanas prometieron solucionar.
Maydelis Solano, quien también se manifestó frente al MINSAP, compartió que su hijo, alimentado por una sonda debido a una atresia esofágica, ya fue ingresado en el Hospital Pediátrico de Holguín para una esofagoplastía.
La mujer asegura que el jefe de la especialidad de Pediatría a nivel nacional la "llamó directamente" a su celular para responder sobre el caso.
La activista Diasniurka Salcedo Verdecia denunció que ella y su esposo enfrentan una medida cautelar por haber apoyado a las madres en la protesta frente al ministerio de Salud.
Ambos residentes del municipio de Alquízar, provincia de Artemisa, están sujetos a limitaciones de movimiento en espera de recibir una nueva citación por los órganos de Seguridad del Estado, tras haber transmitido videos de la manifestación de las madres ante la entidad gubernamental.
La apremiante situación de salud de varios niños cubanos ha llamado la atención más allá de las fronteras de la isla, de organizaciones y activistas. Meses atrás, la activista Avana de la Torre, residente en Europa, entregó expedientes de varios casos pediátricos a la oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Intelectual cubana hallada culpable de "desobediencia" en juicio en su contra: "apelaré a instancia provincial"

La intelectual y académica cubana Alina Bárbara López Hernández fue encontrada culpable del delito de "desobediencia" en el juicio celebrado este martes en el Tribunal Municipal de Matanzas, confirmó la acusada en sus redes sociales.
"El juicio concluyó, en unas horas explicaré lo ocurrido, solo adelanto que fui considerada culpable de un delito de desobediencia y que apelaré a instancia provincial", escribió López Hernández en Facebook.
La profesora matancera consideró más urgente denunciar los "atropellos enormes" cometidos por la policía política contra sus colegas y personas que se solidarizaron con su caso.
"Jorge Fernández Era fue detenido en la antigua Plaza del mercado por el carro patrulla 262 y dos oficiales uniformados, uno de ellos identificado con el número 14283 cuando nos dirigíamos al tribunal, se nos dijo que lo llevaban para la estación de la Playa, ahora su esposa nos informa que lo llevaron para su domicilio en La Habana, donde está vigilado", detalló.
Añadió que había dos personas desaparecidas: Mario Gines González Reyes Cepero e Ilonka Amuchastegui. "Ambos lograron llegar al tribunal, pero cuando intentaron entrar, pues se dijo que era una vista pública, fueron llevados (Mario a empujones), según se le dijo al padre de mi hija, para la estación de policía".
Según López Hernández, al finalizar el juicio se comunicaron telefónicamente con la estación de Policía, pero el oficial a cargo aseguró que no ha recibido a nadie con esos nombres. "Me dijo que deben estar en Operaciones de Seguridad del Estado, pero que no sabe su número de teléfono".
En un segundo post, aclaró que el padre de sus hijas "insistió con el teléfono de la estación de la PNR de Playa, y aunque a mí me habían negado que estuvieron allí, a él le confirman que sí estuvieron, pero que fue por poco tiempo, y que ya los soltaron".
Otra persona, que la acusada identifica en su post como "un señor canoso con camisa roja, que logró acceder a la sala de la vista", fue retirado del lugar por las autoridades. "Evidentemente, no era parte del "público" admitido, conformado por unas 10 personas", explicó López Hernández.
La académica cubana fue a juicio este martes "tras meses de acoso y detención por las autoridades", denunció el lunes Amnistía Internacional en un mensaje en redes sociales en el que la organización dijo estar atenta al proceso en su contra.
López Hernández fue detenida en abril pasado. En agosto, recibió una citación para una entrevista en la estación de la PNR, en Matanzas, a la que no acudió, dado que las autoridades no habían presentado cargos en su contra.
En respuesta, López Hernández fue acusada de "desobediencia". Las autoridades ordenaron, además, su reclusión domiciliaria y le prohibieron salir del país.
Su caso despertó una ola de solidaridad entre colegas, activistas, organizaciones y miembros de la sociedad civil cubana que han condenado el proceso judicial en su contra.
"Hay muchos, cientos de nosotros, seguramente miles, tomando nota de una infamia más y no olvidaremos. Cuando llegue el momento, estoy seguro que los que acusan serán los acusados, y pagarán por cada acto de injusticia, cada fabricación, cada acto represivo, cada lágrima de todas esas víctimas de este sistema tan deleznable y despreciable que tiene a Cuba cautiva de su maldad", comentó uno de ellos este martes en su post en Facebook.
"Un abrazo, Alina Bárbara López Hernández. Gracias por ganar este juicio ante la opinión pública. Todo el peso de la culpa en el poder es público, descubierto. Cuídese mucho y fuerza", le escribió la activista y periodista Marta María Ramírez.
Ola represiva a raíz del juicio
El Observatorio de Libertad Académica denunció en un comunicado que a raíz del proceso contra López Hernández "la Seguridad del Estado ha redoblado la violencia contra intelectuales y estudiantes que han manifestado su apoyo a la profesora".
Entre otros incidentes la organización mencionó: la detención del profesor Pedro Albert Sánchez; el cerco policial contra el académico Dmitri Prieto Samsonov y el investigador Alexander Hall; el "escenario de hostigamiento" contra Jenny Pantoja Torres; y "un fuerte cerco policial" en Centro Habana para impedir la libre circulación del joven de 22 años Raymar Aguado Hernández, periodista, critico de Arte y estudiante.
El Observatorio de Libertad Académica denuncia la ola represiva desplegada por la Seguridad del Estado y dijo que una vez más el Estado cubano "vulnera los derechos humanos y constitucionales de académicos y estudiantes, dejando en claro que para la cúpula gobernante la Constitución cubana es un panfleto de papel mojado que pueden desconocer según sus voluntades".
"Aquí no hay nada para hacer una cosecha", responden campesinos ante nueva exigencia del Partido Comunista de Cuba

Campesinos cubanos dijeron esta semana a Martí Noticias que el nuevo plan de siembra que exigen las autoridades es inalcanzable, por la falta de recursos que enfrentan y señalaron al gobierno como el único responsable de la destrucción de la agricultura nacional.
Durante el fin de semana sesionó en Güira de Melena, en la provincia Artemisa, el VII Pleno de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), presidido por Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).
En el evento se trató la situación alimentaria en el país y la urgencia de producir más renglones del agro para abaratar sus precios. También se tomó la decisión de exigir al campesinado sembrar la mayor cantidad de la 470.000 hectáreas de cultivos varios prevista para la campaña de frío.
Según reseña la prensa oficial, el dirigente comunista "llamó a buscar niveles superiores de siembra, como modo de incrementar la potencialidad y revertir indicadores negativos que afectan la eficiencia en múltiples órdenes".
Desde Pinar del Río, el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal, explicó que por la falta de combustible no se pueden utilizar los tractores para la roturación de las tierras, y que les faltan todos los recursos a los agricultores.
“Nada más cruel en este momento que el querer imponerle al campesino cubano algo que todos sabemos que no pueden hacer, porque sin nada no se hace nada. Con miseria lo único que se reproduce es la miseria, entonces, hoy en los campos cubanos la tracción animal no existe porque se han comido la mayor cantidad del ganado vacuno, por la hambruna que hay y la situación que tienen las personas, los campesinos no tienen ni siquiera para comer”, aseguró.
Osmani Poveda Hernández, que labora en la cooperativa Hermanos Saíz, en el poblado de San Juan y Martínez, también en el occidente del país, alertó que a los problemas del campesinado se suman los impagos del Estado a los productores y la falta de financiamiento.
“No hay petróleo, no hay fertilizantes, no hay nada. Aquí no hay nada para hacer una cosecha, mira la fecha en que estamos ya, y lo que hay es un cinco por ciento de campesinos que han podido sembrar las tierras”, describió Osmani.
El pleno de la ANAP instó, además, a hacer un uso eficiente de las tierras que el Ministerio de la Agricultura entregó en usufructo a campesinos y cooperativistas, así como a mantener el debido control de las cosechas, como informó el diario estatal Granma.
El usufructuario Daniel Alfaro Frías, desde San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, concluyó que siempre el gobierno trata de ocultar sus propios errores.
“Esto es una forma de tratar de justificar las ineficiencias que siempre han tenido ellos en la agricultura y que hoy en día se acrecientan por el abandono, por el deterioro de todos los medios que no le hacen llegar a los campesinos”, explicó Alfaro.
La prensa estatal cubana aseguró que en la reunión, Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP, llamó a exigir una mayor vigilancia en las áreas agrícolas y ganaderas, para enfrentar la actividad delictiva.
Desde la zona del Horno, en Bayamo, en la oriental provincia de Granma, el agricultor Emiliano González, señaló que el delito de hurto y sacrificio de ganado "está fuera de control”.
“A la gente las están asaltando dentro de las casas para llevarle una yunta de buey", agregó.
"¿Dónde está el combustible, dónde están los insumos, dónde están los fertilizantes, dónde están las herramientas para hacerlo? No hay para trabajar”, enfatizó González.
Durante su intervención en el evento, Morales Ojeda, dijo que "la canasta básica, lejos de que cada día la podamos asumir con más producción nacional, la estamos asumiendo con más importación”.
Los alimentos a los que se refiere el funcionario son los que se venden en la isla por medio de la libreta de racionamiento y que consisten, básicamente, en arroz, azúcar y frijoles.
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