Funcionario de Obama apremia a Cuba a negociar con telecomunicaciones de EEUU

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Daniel Sepúlveda (centro, con traje negro), junto a blogueros cubanos en La Habana durante una visita anterior a la isla.

Cuba ha culpado, por años, al embargo económico que le aplica Washington de su incapacidad para extender el servicio que muchos reclaman dentro y fuera de la isla.

Estados Unidos quiere tender un cable de fibra óptica entre Miami y La Habana para ampliar el acceso a internet en la isla, pero las autoridades cubanas han dicho que ya tienen uno procedente de Venezuela, según una entrevista concedida por un alto funcionario del Departamento de Estado a la revista OnCuba.

Daniel Sepúlveda, subsecretario adjunto de Estado y coordinador para la Política Internacional de las Comunicaciones y la Información de Estados Unidos, habló a las autoridades cubanas de "las perspectivas favorables de un cable submarino para Internet entre Miami y La Habana", proyecto que asegura que ya tiene "varias propuestas ante el gobierno cubano".

Sepúlveda dijo que la mayoría de los expertos, técnicos e ingenieros, estarán de acuerdo en que tener un cable de Miami a La Habana sería útil, tanto por cuestiones de redundancia, para reducir la latencia, y también en caso emergencia.

El cable Alba-1 multiplicó exponencialmente la banda ancha en Cuba, pero la internet sigue restringida.

"Nuestros colegas en Cuba dicen que ya tienen un cable submarino que viene de Venezuela", agregó con cierta frustración el funcionario que durante la entrevista se muestra contrarreloj debido al poco tiempo que le queda a Obama en el poder.

"Yo sí tengo cierto sentido de premura porque mi Gobierno, el del presidente Obama, está llegando a su final, y yo soy un funcionario designado así que cuando este Gobierno llegue a su fin también llega a su fin mi puesto. Y quiero asegurarme de que estoy haciendo todo lo que puedo mientras el presidente Obama sea Presidente para hacer que las aperturas que hemos podido lograr bajo nuestra legislación queden y tengan éxito. Eso nos ayudará a alcanzar un mayor acercamiento", sentenció Sepúlveda.

El funcionario estuvo en Cuba del 20 al 22 de enero, junto a una delegación que incluyó al presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Thomas Wheeler, a funcionarios de los Departamentos de Estado, Comercio y Tesoro, y a re­pre­sentantes de empresas estadounidenses del sector de las telecomunicaciones.

"Nos gustaría ver qué capacidad y qué interés tiene ETECSA de participar en iniciativas mixtas con empresas especializadas en la instalación de torres celulares o en desplegar redes inalámbricas de manera tal que se pueda tomar la columna vertebral de las operaciones de ETECSA y desarrollarla más de conjunto entre esta y cualquier otra telefónica", dijo.

La reciente salida de Cuba de una Lista de Exclusión del Gobierno estadounidense abre las puertas para que empresas de telecomunicaciones puedan proporcionar servicios de telefonía e internet a la isla desde infraestructuras establecidas en su territorio.

Sepúlveda dijo a OnCuba que la isla puede "saltar" de una tecnología de segunda generación con la que cuenta a otra de cuarta generación. "Hay empresas que pueden y quieren ayudarles a hacer eso", agregó.

"Para ello, hay que permitir cierto grado de competencia, permitir cierto grado de inversión extranjera directa, y ser abiertos y estar dispuestos a participar en iniciativas mixtas para conseguirlo", dijo el experto.

Los funcionarios cubanos están abiertos a las conversaciones pero advirtió que el país carece hasta ahora de una política que abra su infraestructura a eventuales socios y competidores.

La salida de la lista de exclusión "es una señal del Gobierno a la industria de que queremos que interactúen con Cuba. Queremos que la isla y su pueblo se conecten", declaró Sepúlveda.

"El presidente Obama ha extendido la mano de Estados Unidos hacia Cuba, y en este momento estamos esperando que Cuba extienda la suya en respuesta", dijo.

El sector de las telecomunicaciones y el acceso a internet es visto por las autoridades de la isla como un asunto de seguridad nacional.