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Relaciones EEUU-Cuba

NY Times: suspensión de visas a cubanos despierta el fantasma de la emigración masiva

Cientos de migrantes cubanos quedaron varados en camino a EEUU tras la derogación de "pies secos, pies mojados".
Cientos de migrantes cubanos quedaron varados en camino a EEUU tras la derogación de "pies secos, pies mojados".

Expertos citados por el diario neoyorquino creen que las recientes medidas de Estados Unidos cierran las válvulas de escape de la sociedad cubana. Desde la isla, un conocido periodista cree que si ahora la olla explota, será responsabilidad del gobierno de la isla.

El diario The New York Times dice en un artículo sobre la drástica reducción de personal ordenada el pasado viernes por el Departamento de Estado que con la medida Estados Unidos está cerrando por primera vez los conductos de inmigración desde la isla, dejando en el limbo a más de 100.000 cubanos que estaban gestionando su reunificación con sus familiares.

La cifra se deriva de una estadística publicada en noviembre de 2016 por el Centro Nacional de Visas del Departamento de Estado acerca de los solicitantes de visas de inmigrante patrocinadas por la familia o para fines de trabajo. En ese momento Cuba, con 106.351, aparecía en el número 10 en el listado de los doce países que han presentado más de 50.000 solicitudes de visas estadounidenses de reunificación.

El autor, Ernesto Londoño, dice que “los cubanos consideran desde hace mucho tiempo el emigrar a los estados Unidos como una especie de derecho innato derivado de las privaciones que han sufrido como resultado de las sanciones que Washington ha impuesto a Cuba durante décadas”.

El reportaje apunta que el Consulado de EE.UU. en La Habana ha sido uno de los más atareados de la región, y anticipa, citando a diplomáticos y ex diplomáticos norteamericanos, que la decisión de suspender indefinidamente la tramitación de visas podría significar que Estados Unidos no cumplirá sus obligaciones bajo los acuerdos migratorios de 1994-95 que requieren la admisión de al menos 20.000 inmigrantes cubanos al año.

Recuerda que los acuerdos "se alcanzaron en un esfuerzo por detener el éxodo de los cubanos que se echaron al mar en balsas por miles en 1994 tratando de llegar a la Florida". Se refiere a una de tres grandes olas migratorias cubanas hacia Estados Unidos ocurridas todas bajo administraciones demócratas: 265.000 por Camarioca en los años 60 (Johnson); 125.000 por Mariel, en 1980 (Carter) y más de 32.000 en la llamada Crisis de los Balseros de 1994 (Clinton).

Expertos consultados por el Times también creen posible que la repentina suspensión para los cubanos de las vías legales de establecerse en EE.UU precipiten una nueva ola migratoria, especialmente si la economía cubana sufre un mayor declive.

"No les da escapatoria", dijo Vicki Huddleston, experta cubana que dirigió la misión diplomática de Estados Unidos en La Habana de 1999 a 2002.

"Creo que corre el riesgo de otra migración masiva. Tienes gente que realmente quiere irse, y eso era al menos una posibilidad mientras estábamos emitiendo visas de inmigrante", alertó la exdiplomática.

En La Habana el periodista cubano-uruguayo Fernando Ravsberg coincide en su asediado blog Cartas desde Cuba que las medidas estadounidenses equivalen a un cierre de las válvulas de escape de la olla de presión en que viven los cubanos, pero opina que si la situación interna empeora y la presión de la olla sube, no es solo por culpa del embargo o del cierre migratorio.

“Durante décadas Cuba tuvo una emigración constante hacia EEUU, además de salidas masivas, como Camarioca, Mariel o los balseros del 94. Este flujo funcionaba como las válvulas de una olla de presión, con la salida del país de los más desconformes”, dice el autor.

…“Tras la última crisis, con decenas de miles de migrantes atravesando Centroamérica para llegar a la frontera norte de México, Barack Obama terminó con la política ‘pies secos-pies mojados’ que le otorgaba residencia a todo cubano que llegara a EEUU”.

“Si el anterior mandatario taponeó la vía ilegal de entrada de cubanos, Trump acaba de sellar también las legales, dejando de entregar visas a los cubanos, al retirar a sus funcionarios consulares con la excusa de que son atacados con armas secretas acústicas”, continúa diciendo el ex corresponsal de la BBC.

Pero Ravsberg considera que el aumento de la presión interna tiene que ver también con la manera en que la clase gobernante maneja los asuntos del país:

… “Ahora toda la presión permanecerá dentro de la olla, quedan dos opciones, bajar el fuego o sentarse a esperar la explosión. Las medidas impopulares que se han estado tomando durante los últimos meses no parecen comprender la nueva situación que se dibuja”.

“La congelación de algunas actividades de trabajo privado, el ‘sí pero no’ a las pequeñas empresas o la guerra contra la “acumulación de riquezas”, sin explicar cuántos negocios, empleados o dinero se pueden tener, generan una gran incertidumbre en la población”.

“Y mientras se limita que la gente trabaje por su cuenta se mantienen los salarios estatales por debajo del costo de la canasta básica y se cobran nuevos impuestos a los campesinos, apenas una semana después de que un huracán arrasara sus cosechas”.

“Los anticastristas de Miami manejan las válvulas de escape, pero el gobierno cubano controla la candela. En medio de una grave crisis financiera, con la infraestructura dañada por el huracán y con las dificultades que vive Venezuela, seguir avivando las llamas es un suicidio político”, concluye diciendo Fernando Ravsberg.

Por su parte el director del independiente Centro de Estudios Convivencia de Pinar del Río, Dagoberto Valdés, se refiere en una columna al "gran impacto en la sicología y en la vida de muchos cubanos" de las medidas de Washington sobre el procesamiento de visas en La Habana:

"El clima de asfixia cotidiana, la necesidad de 'resolver por la izquierda' para sobrevivir, la angustia del mañana y el futuro de los hijos, colocó a la estampida del país como 'la solución' menos traumática. Huir del conflicto o enfrentarse a él arriesgando todo".

"Pues bien, el cierre de esta válvula de escape 'por tiempo indefinido', que se suma a la eliminación de la política de 'pies secos, pies mojados', ha cambiado la vida de muchos. La sensación es de un 'y ahora ¿qué hago?', '¿Qué es lo que nos espera?' y no pocos han hecho muy rápidamente el proceso mental: 'Pues tendremos que cambiar esto, porque así no hay quien viva'”.​

[Con información de The New York Times, Cartas desde Cuba y Convivencia]

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Iniciativa bipartidista exige a Biden reevaluar el Síndrome de La Habana

Fachada de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
Fachada de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

Senadores de ambos partidos pidieron en Estados Unidos reevaluar las conclusiones sobre el Síndrome de La Habana, después que un reportaje de la CBS generara preocupaciones en Washington sobre la culpabilidad de Rusia en lo que la administración del presidente Joe Biden y la comunidad científica denomina “Incidentes Anómalos de Salud”.

"En este momento, reconocemos que no debemos permitir que las acusaciones tengan más peso que las pruebas", escribieron los miembros del Congreso al presidente Biden. "Sin embargo, el artículo de 60 Minutos presentó pruebas convincentes que merecen una mayor revisión", añadieron, de acuerdo a CBS News.

Entre los firmantes se encuentran la senadora republicana de Maine, Susan Collins, miembro de alto rango del Comité de Inteligencia del Senado; la senadora demócrata por New Hampshire, Jeanne Shaheen, miembro de alto rango de los Comités de Relaciones Exteriores y Servicios Armados; y el senador demócrata por Virginia, Mark Warner, presidente del Comité Selecto de Inteligencia.

"No hay mayor prioridad que la salud y la seguridad de los empleados del gobierno estadounidense y de sus familiares que comprometen sus vidas para promover los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos", escribieron.

"Debemos hacer todo lo posible para protegerlos", afirmaron los legisladores.

Contradicciones entre la comunidad de inteligencia y la Casa Blanca

Una evaluación oficial de la inteligencia estadounidense publicada el año pasado encontró que era "muy improbable" que un adversario extranjero fuera responsable del Síndrome de La Habana.

El Síndrome de La Habana, llamado en un inicio “ataques sónicos” y ahora “Incidentes Anómalos de Salud” comenzó a reportarse entre miembros del personal diplomático estadounidense y canadiense estacionado en Cuba en 2016, lo que llevó a la evacuación de la mayor parte de los trabajadores de ambas embajadas.

Las víctimas afectadas informaron haber experimentado ruidos extraños y sensaciones de presión provenientes de una dirección específica. De acuerdo a sus testimonios posteriormente desarrollaron “síntomas debilitantes” como vértigo, migrañas y problemas auditivos y cognitivos. Muchos de los afectados han sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas.

El senador de Florida, Marco Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, también se ha pronunciado a favor de una revisión de las conclusiones de los informes sobre el Síndrome de La Habana.

Greg Edgreen, un teniente coronel del ejército ahora retirado que dirigió la investigación del Pentágono sobre los Incidentes de Salud Anómalos, dijo a 60 Minutes que siempre “hubo un nexo con Rusia” en los ataques.

“Sabes, si mi madre hubiera visto lo que yo vi, diría: 'Son los rusos, estúpido'”, dijo en el explosivo programa.

La investigación vinculó a una víctima, un agente del FBI, con trabajos relacionados con Rusia.

La Habana sale en defensa de Moscú

Poco después del reporte de CBS, en el que participaron también expertos de la publicación digital rusa The Insider y de la alemana Der Spiegel, el régimen cubano salió a defender a Rusia y a calificar la investigación como una “operación política” sin fundamentos.

Johana Tablada, subdirectora para Estados Unidos de la Cancillería cubana, tachó el trabajo periodístico de “propaganda” para reflotar “teorías conspirativas”, que intenta "presentar a Cuba como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, aún cuando no se ponga a Cuba como el supuesto actor principal, pone al territorio cubano como la plaza que se presta para que potencias extranjeras puedan hacer actos contra Estados Unidos”.

“La reacción nuestra es de preocupación”, dijo en declaraciones a The Associated Press.

Cuba no fue mencionada como responsable ni como parte de los presuntos ataques contra oficiales estadounidenses en el reporte, que solo hace referencia a la inteligencia militar rusa.

“El Síndrome de La Habana no existe pues no está registrado (como una enfermedad)”, agregó Tablada, haciéndose eco de la respuesta oficial del régimen cubano desde el inicio de los reportes.

EEUU y Cuba abordaron cooperación policial y penal e intercambio de información en reunión bilateral

Autoridades de Cuba y EEUU supervisan una operación de repatriación. En la reunión de esta semana ambos países reiteraron la comunicación en tiempo real para detectar contrabandistas de personas o narcotraficantes.
Autoridades de Cuba y EEUU supervisan una operación de repatriación. En la reunión de esta semana ambos países reiteraron la comunicación en tiempo real para detectar contrabandistas de personas o narcotraficantes.

Funcionarios estadounidenses y cubanos sostuvieron este miércoles en Washington, D.C. una discusión a nivel de trabajo bilateral en materia de aplicación de la ley, incluido el tráfico de migrantes y el fraude migratorio.

“La reunión del 17 de abril fue una discusión a nivel de trabajo. Funcionarios de los Departamentos de Estado y Seguridad Nacional representaron a Estados Unidos”, dijo un funcionario del Departamento de Estado en un correo electrónico a Martí Noticias.

Añadió que “el objetivo principal de este intercambio técnico fue avanzar en las discusiones a nivel de trabajo entre Estados Unidos y Cuba”.

“La cooperación efectiva en asuntos penales puede incluir en ocasiones el intercambio de información, como información sobre fugitivos u otras personas buscadas, o comunicación en tiempo real entre la Guardia Costera de Estados Unidos y la Guardia Fronteriza cubana para detectar contrabandistas de personas o narcotraficantes”, dijo el funcionario.

Señaló que “estas discusiones no son una iniciativa nueva y no representan una nueva actividad diplomática entre Estados Unidos y Cuba” sino que son discusiones rutinarias a nivel de trabajo que se llevan a cabo en el marco del Diálogo más amplio sobre las fuerzas del orden entre Estados Unidos y Cuba.

Estados Unidos y Cuba celebraron su sexto diálogo sobre aplicación de la ley en febrero de 2024.

El funcionario subrayó que durante décadas, la Guardia Costera de los Estados Unidos y la Oficina de Seguridad Regional de la Embajada en La Habana han mantenido canales de comunicación a nivel de trabajo con el gobierno cubano para cooperar en temas de interés mutuo, como la migración irregular y los problemas de seguridad que enfrentan el personal diplomático y los ciudadanos estadounidenses en Cuba.

“Participar en estas conversaciones subraya el compromiso de Estados Unidos de mantener conversaciones constructivas con Cuba, cuando corresponda, para promover los intereses de seguridad de Estados Unidos”, expresó.

Asimismo dijo que “establecer y aumentar canales de cooperación policial para abordar mejor las amenazas transnacionales “no es a expensas de promover el respeto de los derechos humanos” y que “Estados Unidos integra las preocupaciones y protecciones de los derechos humanos en todas las interacciones con el gobierno cubano”.

El martes, se llevó a cabo una reunión entre funcionarios estadounidenses y cubanos sobre la migración, que según informó el Departamento de Estado a Martí Noticias, cubrió tendencias migratorias, migración irregular, retornos y repatriaciones de ciudadanos, funciones de la Embajada y otros temas relacionados”.

En su conferencia de prensa diaria, el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, explicó que son discusiones bilaterales sobre migración que se realizan dos veces al año y “reflejan el compromiso de Estados Unidos de revisar periódicamente la implementación de los Acuerdos de Migración a Cuba de Estados Unidos, que datan de 1984, garantizando un acceso seguro, ordenado, humano y regular”.

“La migración entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, consistente con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, declaró Miller.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dijo en un comunicado el martes que en las conversaciones migratorias presididas por el viceministro Carlos Fernández de Cossío, la delegación cubana reafirmó "su disposición a cumplir y respetar, como hasta el presente, los compromisos establecidos y reiteró su preocupación por las políticas y medidas de estímulo a la migración irregular que se mantienen vigentes por decisión política del gobierno estadounidense”.

EEUU y Cuba discuten Acuerdos Migratorios; hablan este miércoles sobre aplicación de ley internacional

La Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, el 3 de marzo de 2022. (REUTERS/Amanda Perobelli)
La Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, el 3 de marzo de 2022. (REUTERS/Amanda Perobelli)

Después de las conversaciones de este martes sobre la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Estados Unidos y Cuba, funcionarios de ambos países se reunirán el miércoles para discutir temas de interés bilateral en materia de aplicación de la ley internacional.

“Una mayor cooperación en materia de aplicación de la ley permite a Estados Unidos proteger mejor al pueblo estadounidense y la seguridad nacional y facilitar el procesamiento de los criminales ante la justicia”, señaló un funcionario del Departamento de Estado en un correo electrónico a Martí Noticias.

La cancillería estadounidense señaló que “como en conversaciones anteriores, las discusiones cubrieron tendencias migratorias, migración irregular, retornos y repatriaciones de ciudadanos, funciones de la Embajada y otros temas relacionados” y que “estas conversaciones ayudarán a promover una migración segura, ordenada y humana entre Estados Unidos y Cuba”.

En su conferencia de prensa diaria, el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, explicó que son discusiones bilaterales sobre migración que se realizan dos veces al año y “reflejan el compromiso de Estados Unidos de revisar periódicamente la implementación" de estos acuerdos, que datan de 1984, garantizando una migración "segura, ordenada, humana y regular”.

“La migración entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, consistente con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, declaró Miller.

El Departamento de Estado dijo que la reunión de este martes para discutir los Acuerdos Migratorios incluyó a representantes de las Oficinas de Asuntos del Hemisferio Occidental, Asuntos Consulares, Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado; así como la Oficina de Estrategia, Políticas y Planes del Departamento de Seguridad Nacional, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, la Patrulla Fronteriza, la Guardia Costera, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración y la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), dijo en un comunicado que en las conversaciones migratorias el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, presidió la delegación cubana.

“La delegación cubana reafirmó su disposición a cumplir y respetar, como hasta el presente, los compromisos establecidos y reiteró su preocupación por las políticas y medidas de estímulo a la migración irregular que se mantienen vigentes por decisión política del gobierno estadounidense”, dijo el MINREX.

La más reciente reunión sobre el tema se realizó el pasado 14 de noviembre, en La Habana, y fue la segunda sesión del 2023 de estas discusiones bilaterales sobre migración.

La sesión del martes fue la quinta ronda de conversaciones migratorias entre ambos países desde que la administración del presidente Joe Biden decidiera reanudarlas en abril de 2022, después de que su predecesor, Donald Trump, las interrumpiera y endureciera las sanciones contra el régimen de la isla.

La ronda de conversaciones ocurre en un momento en que Estados Unidos enfrenta el arribo sostenido de cubanos a su frontera sur con México. Solo en febrero pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) documentó el arribo de 20.815 migrantes procedentes de Cuba, para un acumulado en el actual periodo fiscal (FY2024) de 106.949.

CBP informó además que más de 81.000 cubanos se han beneficiado con el parole humanitario hasta febrero de 2024, luego de que la administración Biden ampliara el programa en enero de 2023 para ciudadanos de Cuba, Haití y Nicaragua. De ellos, 79.000 ya habían ingresado a territorio estadounidense.

En el año fiscal 2023, un total de 5.253 cubanos fueron repatriados a la isla, en su mayoría desde Estados Unidos, en medio de una oleada migratoria sin precedentes que ha alcanzado cifras récords en los últimos años.

EEUU y Cuba discutirán esta semana sobre la implementación de los Acuerdos Migratorios

“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos", dijo el Departamento de Estado. (AP/Eric Gay)
“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos", dijo el Departamento de Estado. (AP/Eric Gay)

Funcionarios estadounidenses y cubanos se reunirán en Washington, D.C. este martes, 16 de abril, para discutir la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Estados Unidos y Cuba, una serie de acuerdos bilaterales que datan de 1984.

“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, en consonancia con nuestro interés de fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, dijo un vocero del Departamento de Estado en un correo electrónico a Martí Noticias.

Si bien el vocero no ofreció detalles sobre lo que se discutiría, fuentes del Departamento de Estado han dicho en el pasado que las conversaciones representan una continuación de un compromiso de más de 30 años con Cuba en asuntos migratorios como estados vecinos.

La mas reciente reunión sobre el tema se realizó el pasado 14 de noviembre, en La Habana, y fue la segunda sesión del 2023 de estas discusiones bilaterales sobre migración.

La sesión del martes es la quinta ronda de conversaciones migratorias entre ambos países desde que la administración del presidente Joe Biden decidiera reanudarlas en abril de 2022, después de que su predecesor, Donald Trump, las interrumpiera y endureciera las sanciones contra el régimen de la isla.

La ronda de conversaciones ocurre en un momento en que Estados Unidos enfrenta el arribo sostenido de cubanos a su frontera sur con México. Solo en febrero pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) documentó el arribo de 20.815 migrantes procedentes de Cuba, para un acumulado en el actual periodo fiscal (FY2024) de 106.949.

CBP informó además que más de 81.000 cubanos se han beneficiado con el parole humanitario hasta febrero de 2024, luego de que la administración Biden ampliara el programa en enero de 2023 para ciudadanos de Cuba, Haití y Nicaragua. De ellos, 79.000 ya habían ingresado a territorio estadounidense.

En el año fiscal 2023, 5.253 cubanos fueron repatriados a la isla, en su mayoría desde Estados Unidos, en medio de una oleada migratoria sin precedentes que ha alcanzado cifras récords en los últimos años.

Demócratas envían carta a Biden pidiéndole revisión de su política hacia Cuba

Una bandera cubana junto a una estadounidense fuera de la Embajada de Estados Unidos en La Habana. (AP/Ramon Espinosa, Archivo)
Una bandera cubana junto a una estadounidense fuera de la Embajada de Estados Unidos en La Habana. (AP/Ramon Espinosa, Archivo)

Una docena de organizaciones y cientos de demócratas cubanoamericanos y estadounidenses han firmado una carta dirigida al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la que le cuestionan no haber cumplido sus promesas de campaña de regresar a las políticas de Barack Obama con Cuba.

"Su promesa de campaña de deshacer los estragos causados por la administración anterior a las familias cubanas fue uno de los principales factores por los que muchos de nosotros lo apoyamos. Si bien ha tomado medidas positivas menores, estamos profundamente molestos de que esté lejos de cumplir las promesas de su campaña de volver a las políticas de la era Obama sobre Cuba", recoge el documento.

Los firmantes dicen que aún esperan medidas que permitan el comercio y la inversión con el creciente sector privado de la isla, una libertad ilimitada para viajar a Cuba y una embajada en pleno funcionamiento en La Habana.

Además criticaron la continua designación de Cuba como patrocinador del terrorismo, que según opinaron, “impacta negativamente el bienestar de las familias y obstaculiza su acceso a los elementos básicos de vida cotidianos, operaciones financieras y plataformas digitales”.

"Estamos extremadamente decepcionados y consternados por su inacción, falta de coraje y sensibilidad para deshacer las drásticas e infundadas medidas ejecutivas impuestas por su predecesor. Causan un gran daño a la gente en Cuba y también aquí en los Estados Unidos. Con un simple gesto, se podrían revertir fácilmente estas políticas y poner fin al dolor y al sufrimiento", agrega la misiva, fechada el pasado 2 de febrero.

Para los firmantes, quienes permanecen en Cuba, incluido el creciente sector privado, están viendo sus medios de vida "gravemente afectados" por las sanciones impuestas a la isla.

La carta al presidente Biden cita una encuesta realizada en 2022 por la Universidad Internacional de la Florida (FIU) que señala que de los casi 1,5 millones de votantes cubanoamericanos, más de la mitad están consistentemente a favor de la normalización con Cuba y que el apoyo es abrumador entre los votantes demócratas y más jóvenes.

“Somos una mayoría relativamente silenciosa –aunque votante–, porque muchos de nosotros enfrentamos amenazas e intimidación por parte de la extrema derecha cubanoamericana, como resultado de nuestro apoyo a una política racional y humana hacia Cuba; el mismo que usted defendió durante su campaña de 2020”.

Además, instan al presidente a abordar la cuestión de la política de su administración hacia Cuba durante su campaña para la reelección, añadiendo que si eligiera prometer, una vez más, una nueva política de compromiso con la isla “seguirá ganando una proporción considerable” del voto de la comunidad cunaboamericana.

“Sabemos que las elecciones se ganan en los márgenes, y esto será importante no sólo en Florida, sino también en otros estados como Nevada, Nueva Jersey, Kentucky y Michigan, donde también viven y votan muchos inmigrantes cubanos. Más allá de la comunidad cubanoamericana, reflejamos las opiniones de una gran mayoría del pueblo estadounidense, que apoya la normalización con Cuba”, explican.

Los firmantes concluyen la misiva diciendo que volver a comprometerse con una política de acercamiento hacia Cuba le ofrece a Biden las mejores posibilidades de recibir votos de una de las comunidades latinoamericanas con mayor participación electoral y que contribuiría a reducir la inmigración ilegal.

La carta está abierta a firmas en la página web de la Alianza por el Compromiso y el Respeto de Cuba, ACERE.

La actual administración ha reiterado que su política se basa en dos principios: el apoyo a la democracia y los derechos humanos, y que los estadounidenses, en especial los cubanoamericanos, son los mejores embajadores de la libertad en Cuba.

El éxodo masivo de cubanos llevó a la reanudación de las conversaciones migratorias, interrumpidas por Donald Trump. Entre las iniciativas aprobadas por Biden está la ampliación del programa de parole humanitario para Cuba.

Durante su mandato, Biden también autorizó la reanudación de los vuelos al interior de la isla y anunció medidas para apoyar al emergente sector privado cubano.

En enero, el subsecretario Adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Eric Jacobstein, dijo que “la expansión orgánica del sector privado cubano es una oportunidad que no debe desperdiciarse”.

El 12 de enero de 2021, Estados Unidos designó a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo tras determinar “que brindó apoyo reiteradamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas”.

El régimen de La Habana había sido designado previamente como Estado Patrocinador del Terrorismo en 1982, debido “a su larga historia de brindar asesoramiento, refugio seguro, comunicaciones, entrenamiento y apoyo financiero a grupos guerrilleros y terroristas individuales”.

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