Para cantarle las verdades a Castro, es igual si lo hace Trump o Pence

El presidente Donald Trump junto a Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, el vicepresidente Mike Pence y el senador Marco Rubio.

El vicepresidente estadounidense ha asumido el rol de enviado especial de Trump para abordar asuntos sensibles de la política exterior del país, incluyendo a Cuba y Venezuela.

Para el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, que asistirá a la VIII Cumbre de las Américas en Lima en lugar del presidente Donald Trump, no es nada nuevo representar al mandatario en la arena internacional, y especialmente en Latinoamérica.

En un comunicado de su director de comunicaciones Jerrod Agen, en el que se precisa que Pence espera trabajar en la reunión que se inicia este viernes con los aliados regionales de Washington “para pedir cuentas colectivamente por sus acciones a los actores no democráticos de la región”, se detalla parte de las misiones que ha cumplido Pence en relación con el subcontinente:

“El año pasado, el vicepresidente viajó a la región para reunirse con los presidentes de Argentina, Chile, Colombia y Panamá a fin de incrementar la presión contra el régimen de Maduro y negociar mejores tratados de comercio que beneficien a los trabajadores estadounidenses. Durante su viaje, el vicepresidente se reunió con varios disidentes venezolanos”.

“El vicepresidente Pence también fue el anfitrión de la Conferencia del Triángulo del Norte sobre Seguridad y Prosperidad en Centroamérica. El mes próximo el vicepresidente continuará adelantando las políticas y el compromiso de Estados Unidos con la región cuando viaje a Brasil”.

De hecho, las visitas de más alto nivel de un miembro del Gobierno de Trump a la región han sido hasta ahora las que realizó Pence en agosto a Panamá, Colombia, Argentina y Chile.

El tema central fue la crisis venezolana, un asunto que ha dominado todas las conversaciones telefónicas y encuentros personales de Trump con los líderes latinoamericanos desde que fue elegido presidente.

Pence se ha pronunciado sobre el tema venezolano en varias ocasiones, una de las más significativas en enero pasado después que Maduro anunciara unas elecciones espurias sin participación de la oposición.

"Dictador Maduro vuelve a privar a venezolanos de elecciones libres y justas. Elecciones repentinas son antidemocráticas, inconstitucionales y el mundo se opone a ellas. EEUU mantendrá presión sobre el régimen para que respete derechos humanos de los venezolanos y restaure la democracia", dijo.

Siempre será "Viva Cuba libre!"

En octubre pasado, en un discurso por el Mes de la Herencia Hispana en EEUU, Pence reveló que, a instancias del Presidente, había estado dialogando a lo largo de 2017 con miembros de las comunidades venezolana y cubana en EEUU.

Recordando la visita del mandatario en junio a Miami, para anunciar cambios en la política hacia Cuba, expresó:

“Ese mismo día, el presidente Trump anunció una nueva política para garantizar que los dólares estadounidenses ya no apuntalen a un monopolio militar que explota al pueblo cubano y abusa de él. Bajo esta administración, siempre será "Viva Cuba libre!"

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Pence: EEUU no impulsará al monopolio militar que explota a los cubanos

“Y cuando se trata de Venezuela, el presidente Trump ha reunido toda la presión económica y diplomática estadounidense para influir en el opresivo régimen de Maduro, porque el presidente cree, como todos los estadounidenses creen, que el derecho natural del pueblo venezolano siempre ha sido, y siempre será, la libertad. Y lucharemos por la libertad para el pueblo de Venezuela.

Estados Unidos siempre defenderá la libertad en este hemisferio y más allá, porque apreciamos nuestros valores.

El año pasado, poco después de que él y Trump recibieran en compañía del senador cubanoamericano Marco Rubio a Lillian Tintori, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, la posibilidad de que Pence se convirtiera en enviado del Presidente para la región fue sugerida por un ex asesor para asuntos laatinoamericanos de la administración Clinton.

Eric Fansworth, director de la oficina de Washington de Americas Society / Council of the Americas explicaba que Pence desempeñaría esa misión como algo natural: “Es un político veterano [12 años como congresista por Indiana y cuatro como gobernador del estado] con un fuerte apoyo en la base de su partido. Está en sintonía con las políticas de su Presidente. Como ex gobernador de un estado industrial y agrícola, Pence ha visto de primera mano la conexión entre el comercio con América Latina y Canadá y el crecimiento económico y la creación de empleos en el país. Y durante sus años en el Congreso, alzó su voz en favor de los derechos humanos en el exterior (…) tiene la credibilidad para unir al hemisferio en favor de una agenda más activa para rescatar a Venezuela de la crisis económica y humanitaria”.

Y Pence ha estado desempeñándose en el papel de representante del Presidente no solo para Latinoamérica. También ha realizado viajes a Australia, ha consolado a víctimas de un huracán en Texas y más recientemente representó literalmente la posición dura de Trump frente a Corea del Norte al presenciar inmutable el desfile de la delegación unida de las dos Coreas en los Juegos Olímpicos de Invierno de Peongchang e ignorar a la delegación presidida por la hermana del dictador Kim Jong Un.

En un recapitulación de las actividades de Pence en esa ceremonia inaugural, su portavoz Agen señaló que “el vicepresidente no aplaude a Corea del Norte ni intercambia cumplidos con el régimen más opresivo de la Tierra”.

En un reciente artículo, "Si Trump se encuentra con Castro" la columnista de asuntos interamericanos del Wall Street Journal, Mary Anastasia O’Grady, decía esperar que, considerando su tendencia a ir en contra de las retóricas convencionales, el presidente Trump tenía la "oportunidad única de decir la verdad sobre la dictadura militar totalitaria de Cuba" cuando intervenga en la próxima Cumbre de Las Américas”.

Que Trump no vaya a Lima, ocupado como está en responder a otro ataque químico sirio contra su población civil, no necesariamente quiere decir que su administración, y su representante en la cumbre, vayan a pasar por alto esa oportunidad.