El XI Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba aprobó por unanimidad la promoción del general de Cuerpo de Ejército Roberto Legrá Sotolongo, viceministro primero y jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), como nuevo miembro del Buró Político.
Su ascenso al órgano que controla las actividades del PCC, el núcleo real de poder político en Cuba, entre congresos y plenos es, sin duda, copiado de la época soviética, pero en la isla tiene un alcance político inédito.
Es la primera vez que el jefe del Estado Mayor General integra ese núcleo cerrado de poder sin ocupar simultáneamente el cargo de ministro de las FAR.
Hasta ahora, la representación militar en ese órgano había estado ligada exclusivamente a la figura del ministro de las Fuerzas Armadas, lo que convierte esta promoción en un quiebre significativo del patrón histórico.
Desde la institucionalización del Partido, solo cuatro ministros de las FAR han sido miembros del Buró Político, con los siguientes períodos: Raúl Castro Ruz fue ministro de las FAR desde 1959 hasta el 2008 y miembro del Buró Político desde 1965 hasta su retiro en el último congreso en el 2021, pero sigue siendo la voz determinante en todas las cuestiones del país. Su sucesor en el MINFAR desde 2008 al 2011, Julio Casas Regueiro, fue miembro del Buró Político esos mismos años. También Leopoldo Cintra Frías, entre 2011 y 2021 tenía su silla en ese cerrado club partidista.
El actual ministro, Álvaro López Miera, llega al cargo en el 2021 con el consiguiente boleto para el Buró Político.
La entrada directa del jefe del Estado Mayor General sugiere una reconfiguración interna del poder militar, otorgando mayor protagonismo político al mando operativo de las FAR.
Analistas consultados por Martí Noticias interpretan este movimiento como una señal de transición cuidadosamente administrada dentro del estamento militar.
En los últimos meses, López Miera ha reducido notablemente su presencia pública, alimentando especulaciones sobre su estado de salud y su capacidad para continuar al frente del MINFAR.
Sin confirmación oficial, el ascenso de Legrá Sotolongo parece responder a la necesidad de asegurar continuidad y cohesión en el mando militar antes del próximo Congreso del PCC.
Más allá del relevo personal, la decisión apunta a una estrategia preventiva del régimen: garantizar que el control de las Fuerzas Armadas permanezca firmemente anclado al Buró Político en un contexto de profunda crisis económica, desgaste institucional y creciente malestar social.
E Partido vuelve a cerrar filas en torno al aparato militar como pilar para afianzar al régimen.
La promoción del jefe del Estado Mayor General no solo refuerza el peso de las FAR en la cúspide del poder, sino que confirma una constante del modelo cubano: ante escenarios de incertidumbre, la respuesta del régimen ha sido históricamente una mayor militarización de la conducción política.
El actual viceministro primero y jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Cuba antes había sido Jefe de las regiones militares de Villa Clara y Santiago de Cuba, Jefe del Estado Mayor del Ejército Occidental, Director de la Escuela Interarmas “General Antonio Maceo”, de la Academia de las FAR "General Máximo Gómez Báez", Segundo Jefe del Estado Mayor General y Jefe de la Dirección de Operaciones de las FAR.
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