Muere un joven en protesta contra Asamblea Constituyente en Venezuela

Policía bolivariana reprime protesta opositora en Caracas.

Policías apostados en diversos puntos de Caracas lanzaron gases lacrimógenos y gas pimienta contra los manifestantes, que vieron frustrada su intención de llegar al Tribunal Supremo de Justicia.

Un hombre de 27 años falleció el miércoles en medio de las protestas en Caracas en las que miles de personas, que marchaban rumbo a la sede del Tribunal Supremo para rechazar la iniciativa de Nicolás Maduro de activar una Asamblea Constituyente para modificar la carta magna, fueron reprimidos por cuerpos de seguridad con gases lacrimógenos.

El alcalde del municipio capitalino de Baruta, Gerardo Blyde, confirmó que Miguel Castillo murió tras sufrir una "herida intercostal en Las Mercedes", zona aledaña a la autopista Francisco Fajardo que enlaza el este y oeste de Caracas.

"Miguel era hijo de funcionaria administrativa del gobierno municipal de Baruta. Exigimos justicia verdadera", indicó Blyde a través de Twitter sin dar otros detalles.

Las protestas han dejado al menos 39 muertos y centenares de detenidos.

Bajo la consigna "Nuestro escudo es la constitución", miles de personas marcharon el miércoles rumbo a la sede del Tribunal Supremo de Justicia para rechazar la iniciativa de activar una Asamblea Constituyente, con lo que el presidente de Venezuela pretende modificar la carta magna, pero fueron reprimidos con gases lacrimógenos por las autoridades.

Los opositores salieron de siete puntos de Caracas y marcharon pacíficamente hasta que se toparon con las fuerzas de seguridad.

"Son miles de personas que están en las calles y van a seguir la calle firmes, defendiendo la constitución", dijo el dirigente opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles, visiblemente afectado por los gases, a través de Periscope.

En diversas vías de la capital fueron apostados centenares de guardias nacionales y policías. Desde que se iniciaron las protestas a fines de marzo, los cuerpos de seguridad han impedido todas las movilizaciones opositoras al centro de la capital, donde está la sede del gobierno y algunos ministerios.

En uno de los primeros lugares donde se registraron choques durante la jornada, policías lanzaron gases lacrimógenos y gas pimienta contra los manifestantes que vieron frustrada su intención de salir a marchar desde la barriada de San Bernardino, localizada a unos dos kilómetros del Tribunal Supremo, el punto de concentración más cercano al objetivo dispuesto por los organizadores.

El partido Voluntad Popular, del encarcelado líder opositor Leopoldo López, denunció que en medio del incidente fue detenido el dirigente Sergio Carrasco, por tener un megáfono en mano. "Se lo llevaron sin mediar palabra, lanzándoles bombas (lacrimógenas) a los diputados que estábamos ahí, no tuvieron reparo de nada", dijo el diputado Luis Florido en un comunicado.

El opositor Sergio Contreras es detenido por la Policía Nacional Bolivariana.

Una hora después del incidente, la diputada Gaby Arellano denunció la presencia de supuestos seguidores del gobierno armados, conocidos como "colectivos", quienes a bordo de motocicletas hicieron disparos “para intimidar” a manifestantes que intentaban reagruparse en las cercanía de San Bernardino.

Las hostilidades políticas tomaron fuerza en Venezuela a partir del 30 de marzo, luego de dos sentencias en las que el Tribunal Supremo asumió las competencias legislativas del Congreso y limitó la inmunidad de los diputados. El máximo tribunal, señalado de estar controlado por el gobierno, revirtió en abril los dictámenes pero las protestas se mantienen y han dejado al menos 38 muertos, 700 heridos y centenares de detenidos.

Maduro anunció el 1 de mayo la convocatoria de una asamblea para reformar la constitución que impulsó en 1999 el fallecido presidente Hugo Chávez. La oposición acusa a Maduro de usar el proceso para demorar las elecciones de gobernadores, pospuestas desde el año pasado, la elección de alcaldes originalmente prevista para este año y probablemente la elección presidencial del año próximo y así evitar una derrota en las urnas ante el creciente descontento hacia el gobierno por la crisis que enfrenta el país.

Miles de personas protestaron este miércoles en Venezuela contra la constituyente de Nicolás Maduro.



El llamado a una constituyente ha sido cuestionado por varios gobiernos de la región, organizaciones humanitarias y en particular por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien ha dicho que sólo existe una solución democrática a la crisis de Venezuela: "debe establecerse una fecha para elecciones generales inmediatas".

Maduro sostiene que la nueva carta magna busca adecuar el sistema judicial para castigar con mayor severidad los delitos, promover la paz y nuevas formas de democracia en las que las comunidades tendrían una mayor participación, además de garantizar la defensa de la soberanía e integridad de la nación.

Las manifestaciones se dan en medio de un contexto de crisis económica dominada por una inflación de tres dígitos, una severa escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos y una fuerte recesión.

(Jorge Rueda/Associated Press)