Los médicos de Venezuela, hartos de lo que llamaron la actitud pasiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la profunda crisis médica del país, protestaron este lunes en la oficina de la agencia internacional en Caracas para exigir más presión sobre el Gobierno socialista y asistencia adicional, según un reporte de la VOA.
Las enfermedades una vez controladas como la difteria y el sarampión, han regresado como consecuencia a la falta de vacunas y antibióticos, mientras que los venezolanos que sufren enfermedades crónicas como el cáncer o la diabetes, a menudo tienen que renunciar al tratamiento.
La desnutrición también está aumentando, dicen los médicos.
Según datos ofrecidos por el Gobierno publicados en mayo, la mortalidad materna se disparó un 65 por ciento, mientras que los casos de malaria aumentaron un 76 por ciento. El ex ministro de salud fue despedido poco después de la publicación del mencionado boletín, y no se ha emitido otro desde entonces.
En la última protesta, al margen de la 29ª Conferencia Sanitaria Panamericana esta semana, decenas de médicos y activistas se reunieron en la Oficina Panamericana de Salud (OPS), la oficina regional de la OMS, instando a la agencia a aumentar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
"Ha habido una actitud cómplice porque no han denunciado las cosas", dijo el Dr. Rafael Muci durante la manifestación.
"Este es un país inhabitable, y nadie está prestando atención", precisó el profesional, agregando que gana cerca de 8 dólares al mes en un hospital estatal.
En una declaración este lunes, la OPS subrayó que su principal función era proporcionar "cooperación técnica" y destacó la ayuda reciente en el suministro de vacunas.
La socióloga María Angelica Casanova, de 51 años, se ha esforzado por encontrar medicamentos psiquiátricos durante un año. "A veces vienen, a veces no lo hacen. Es grave ", dijo, mientras los transeúntes gritaban" ¡Abajo Maduro! "
El sarampión, que fue controlado después de una inmunización masiva en la década de 1990, ha regresado al estado venezolano, según datos de la OPS.
"No sabemos cuántas personas que emigran podrían tener algunos de estos patógenos en período de incubación", argumentó por su parte Andrés Barreto, epidemiólogo e integrante de la campaña de vacunación contra el sarampión.
Cifras oficiales del Ministerio de Salud, en 2016 perdieron la vida en Venezuela 11.466 niños menores de un año, aumentando en 30,12% sobre la cifra del año 2015 cuando la taza se ubicó en 8.812 muertes respecto a mortandad infantil.