Política de Trump hacia Cuba no afectará remesas ni viajes familiares

Donald Trump promete en la sede de la Brigada de Asalto 2506, en el corazón de Miami, luchar por restaurar la democracia en Cuba.

Los vuelos regulares y los cruceros a Cuba también continuarán, porque la orden ejecutiva contempla excepciones para el pago de las tasas en aeropuertos y puertos, aunque estos estén controlados por fuerzas militares o de seguridad cubanas.

Los cambios que anunciará este viernes en Miami el presidente Donald Trump en la política de EEUU hacia Cuba incluyen restricciones para hacer negocios con las empresas operadas por militares y mayores controles a los viajeros estadounidenses que visiten Cuba, aseguró el diario Miami Herald.

Estados Unidos mantendrá, no obstante, las relaciones diplomáticas con Cuba y su embajada en La Habana. Los viajes familiares y las remesas que envían los cubanoamericanos tampoco serán afectados, dijo el diario, citando un borrador de esas medidas al que tuvo acceso.

La Casa Blanca confirmó este jueves en conferencia de prensa que Trump anunciará este viernes en Miami el resultado de su revisión de la política de apertura a Cuba.

"El presidente viajará mañana a Miami para hacer un anuncio sobre su política hacia Cuba", dijo la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

Preguntada por si Trump planea anunciar pronto un embajador para Cuba, Sanders dijo que no estaba "segura de cuáles son los planes para eso", ni de si estaría "incluido en el anuncio" de mañana.

Se espera que Trump anuncie los cambios rodeado de seguidores cubanoamericanos en el Teatro Manuel Artime de Miami, un lugar que lleva el nombre de uno de los líderes de la Brigada 2506 de Bahía de Cochinos, cuyos veteranos ofrecieron a Trump su respaldo en octubre pasado.

La directiva presidencial de Trump:

  • No restituye la política de “pies secos, pies mojados”, que permitía a los cubanos permanecer legalmente en el país aunque entraran sin visas, y que Obama eliminó en enero de este año.
  • No toca el embargo comercial de Estados Unidos, que sólo puede ser levantado por el Congreso.
  • Y no limita los viajes o las remesas de los cubanoamericanos, como hizo el ex presidente George W. Bush—aunque menos funcionarios del gobierno cubano podrán viajar a Estados Unidos y recibir remesas.
  • Los vuelos regulares y los cruceros a Cuba continuarán porque la orden ejecutiva contempla excepciones para el pago de las tasas en aeropuertos y puertos, aunque estos estén controlados por fuerzas militares o de seguridad cubanas.
  • También incluye excepciones para permitir transacciones relacionadas con la renta de habitaciones en casas particulares, como las que ofrece Airbnb, así como el envío de remesas a través del sistema financiero cubano, interrelacionado con compañías bajo el control de los militares.

La nueva política contempla excepciones para:

  • Continuar las operaciones en la base naval de EEUU en Guantánamo
  • Expandir las telecomunicaciones y acceso a internet en la isla
  • Continuar con las exportaciones estadounidenses permitidas por la ley de productos agrícolas, medicamentos y dispositivos médicos.

Derechos Humanos

“El presidente tiene previsto citar las violaciones de los derechos humanos en Cuba”, señaló el reportaje del Miami Herald, firmado por las periodistas Patricia Mazzei y Nora Gámez Torres.

El diario dijo que aunque no se trata de la reversión del acercamiento promovido por el ex presidente Barack Obama, sino que la posición de Trump se acerca más a la línea dura de algunos republicanos cubanoamericanos, quienes arremetieron contra la política de Obama por considerarla una capitulación ante el régimen comunista de la isla.

El senador de la Florida, Marco Rubio, ayudó a elaborar los cambios propuestos por Trump, con el aporte del representante por Miami, Mario Díaz-Balart.

“Si vamos a tener un mayor compromiso económico con Cuba, será con el pueblo cubano”, dijo Rubio al Miami Herald en una entrevista.

Rubio calificó la nueva política como un intento estratégico a largo plazo para obligar a los veteranos oficiales militares y de inteligencia cubanos a aflojar su control sobre la economía de la isla, a medida que una generación más joven de líderes comunistas se prepara para hacerse cargo.

“Toda la presión proviene de los intereses empresariales estadounidenses que van a Cuba, ven las oportunidades y luego vuelven aquí y nos presionan para levantar el embargo”, dijo Rubio.

“Estoy tratando de revertir la dinámica; estoy tratando de crear un sector empresarial cubano que vaya a donde está el gobierno cubano y lo presione para que haga cambios. También estoy tratando de crear una clase floreciente de empresarios privados independiente del gobierno”, añadió.

Más control sobre viajes de estadounidenses a Cuba

Bajo la nueva política de Trump, los viajeros estadounidenses estarían sujetos a una auditoría del Departamento del Tesoro, para asegurarse de que su viaje encaja dentro de una de las doce categorías permitidas por la Administración Obama.

Los viajeros deberán mantener la documentación que pruebe su itinerario y sus interacciones con los cubanos, o podrían ser sancionados. Los viajes educacionales o para el llamado contacto “pueblo a pueblo” volverán a requerir el patrocinio de una organización, que deberá organizar el itinerario y enviar a un representante con los viajeros, una medida que había eliminado Obama.

El reto para la administración de Trump, subrayó el reportaje,será cómo aplicar la medida en el caso de los viajeros, quienes podrían estar violando la ley sin saberlo, por ejemplo, al comer en uno de los restaurantes manejados por Habaguanex—una compañía recientemente adquirida por GAESA—en la zona turística de La Habana Vieja.

GAESA, en el blanco de las restricciones

El Departamento de Estado tendrá la tarea de identificar, regularmente, todas las compañías vinculadas a los militares, lo que se complica por la falta de transparencia del régimen comunista.

El blanco principal de la directiva es el Grupo de Administración Empresarial, S.A. (GAESA), un emporio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que controla el 60 por ciento de la economía cubana, según estiman expertos.

Las transacciones financieras con GAESA quedarán prohibidas, así como las transacciones con cualquiera de sus “filiales, subsidiarias o [compañías] sucesoras”. La prohibición también incluye a todas las demás entidades controladas por los militares, los servicios de inteligencia y otras fuerzas de seguridad.

“Eso es enorme, es prácticamente todo”, dijo Díaz-Balart en declaraciones a Miami Herald. “Esa es toda la industria del turismo.”

Firme con el embargo

La política de Trump no se limita sólo a los viajes y negocios. Su administración también se opondrá a las medidas en las Naciones Unidas y en otros lugares que pidan el fin del embargo. El año pasado, EEUU se abstuvo por primera vez cuando la ONU realizó una votación para condenar lo que Cuba llama un “bloqueo comercial y financiero”.

Trump también requerirá que las agencias federales informen sobre violaciones de los derechos humanos y los fugitivos estadounidenses albergados por el gobierno en Cuba.

Asimismo, la directiva establece que el Departamento de Estado deberá coordinar un grupo de trabajo en el que participarán la Oficina de Trasmisiones a Cuba (OCB), organizaciones privadas y no gubernamentales “para examinar los retos tecnológicos y oportunidades para expandir el acceso a Internet en la isla”, señaló El Nuevo Herald.

(Redactado por Pablo Alfonso, con información de Miami Herald, El Nuevo Herald y EFE)