Cubano Aroldis Chapman lo da todo para los Cachorros en la Serie Mundial

  • Agencias

Aroldis Chapman de Cachorros Jake Arrieta lanza ante Indios el martes 1 de noviembre de 2016, durante el juego seis de la Serie Mundial de Béisbol en el Progressive Field en Cleveland

Chapman fue el tercero de cinco lanzadores que llevaron al montículo los Cachorros de Chicago contra los Indios de Cleveland y mostró que para nada le afectó tener un trabajo extra.

El relevo cubano Aroldis Chapman fue el héroe del quinto partido al darle vida a los con su salvamento, esta vez trabajó una entrada y un tercio, permitió imparable, carrera, dio una base por bolas y ponchó a un enemigo.

Por segundo partido consecutivo, y pese a una ventaja de cinco carreras, Aroldis Chapman debió entrar en el séptimo, esta vez para sacar cuatro outs en vez de ocho. El zurdo cubano ha tenido que soltar 62 lanzamientos, -42 el domingo y ahora 20- en dos apariciones.

"No me preocupo por unos cuantos pitcheos más", afirmó Chapman. "Tengo toda la fuerza y mentalidad para lanzar en este escenario. Mañana voy a estar al ciento por ciento. Es el último juego y ahí hay que dejarlo todo en el terreno".

De ganar, Chicago podría convertirse en el séptimo club que en la historia de la Serie Mundial que se corona tras remontar un 3-1 en contra y el primero que lo consigue fuera de casa desde que los Piratas de Pittsburgh superaron a los Orioles de Baltimore en 1979.

Chapman fue el tercero de cinco lanzadores que llevaron al montículo los Cachorros de Chicago contra los Indios de Cleveland y mostró que para nada le afectó tener un trabajo extra.

Algunos criticaron la decisión del piloto de los Cachorros, Joe Maddon, an tener al equipo con la ventaja de 7-2 cuando se decidió por Chapman.

La explicación de Maddon fue porque "se venía la parte medular" del orden ofensivo de los Indios, con el boricua Francisco Lindor, Mike Napoli y el dominicano José Ramírez.

"Pensé que podíamos perder en ese momento si no tomábamos las medidas adecuadas", valoró Maddon sobre la situación de corredores en primera y segunda con dos "outs".

"Lindor puede disparar un jonrón en cualquier momento y es mucho más difícil hacerlo con la velocidad de Chapman", añadió sobre las rectas del cubano, que alcanzan las 100 millas por hora, más de 160 kilometros.

La estrategia le funcionó cuando Chapman pudo sacar con lo justo al puertorriqueño Lindor.

Lo hizo con un rodado al primera base Anthony Rizzo, para luego recibir el tiro en la almohadilla, en una jugada que debió dirimirse con la intervención de un análisis de vídeo. Ahí, Chapman acabó con muecas de dolor tras tocar la base con el pie.

Pero procedió a lanzar en el octavo, que consumó con un rodado para doble matanza del bateador emergente el brasileño Yan Gomes.

Luego que Rizzo conectó un jonrón de dos carreras en la parte del noveno, la percepción era que el relevista dominicano Pedro Strop, el venezolano Héctor Rondón o Travis Woods tomarían el encargo de los últimos tres outs de un juego liquidado.

Chapman, sin embargo, subió al montículo y enfrentó a Brandon Guyer, concediéndole un boleto que finalmente puso fin a su actuación.

Maddon indicó que "no tuvieron suficiente" para que Strop calentase tras el jonrón de Rizzo.

"Creo que acabó con 20 pitcheos, así que no pienso que eso tenga mayor impacto que 16", analizó el máximo responsable técnico de los Cachorros.

Cuando Chapman lanzó el sábado en Wrigley Field, 15 de sus 42 pitcheos alcanzaron las 100 millas por hora. En el Progressive Field bajó a tres. Quedó con nueve ponches al alcanzar las seis entradas y un tercio de labor en cuatro apariciones en esta Serie Mundial.

Chapman también desestimó la aparente dolencia: "no fue nada grave, mañana voy a estar en condiciones de lanzar sin ningún tipo de problema".

"Los Cachorros me buscaron para este tipo de situaciones y solo estoy concentrado en el juego, en el día a día, seguir ganando", comentó Chapman, quien fue adquirido por Chicago el pasado julio tras un traspaso con los Yanquis de Nueva York.

Después de todo, es el fin de la temporada, Chapman quiere conseguir un anillo de campeón antes que sea agente libre tras el último "out" del partido y busca recibir, con todo merecimiento, un contrato que le convierta en el relevista mejor pagado de las Grandes Ligas.