Sociólogos cubanos pugnan por ser escuchados por el Gobierno

Temas apremiantes como la identidad nacional, el consumo cultural y la vida de los jóvenes están en el centro del debate.

En medio de cambios económicos y sociales que afectan profundamente las rutinas y comportamientos alentados durante medio siglo de centralismo y paternalismo de Estado, expertos se preguntan si están listos para enfrentar ese análisis.

Cuba no es la misma y el gobierno debería ocuparse de las demandas de una sociedad donde son visibles indicadores de riesgos como la violencia, la pobreza y la marginalización, dijeron sociólogos cubanos esta semana.

El periódico local Vanguardia, de Villa Clara, publicó algunos de los cuestionamientos esbozados por prominentes sociólogos cubanos durante un taller que sesionará hasta el viernes.

“La pregunta ahora es: ¿estamos preparados para asumir el análisis de todos los fenómenos de una nación que cambia? El gobierno de este país no puede desentenderse de las demandas de la sociedad, porque ese conocimiento resulta su mejor brújula para encauzar planes y decisiones”, dijo al diario Manuel Martínez Casanova, miembro de la Academia de Historia de Cuba y del tribunal nacional de Ciencias Sociológicas.

Temas apremiantes como la identidad nacional, el consumo cultural y la vida de los jóvenes están en el centro del debate, dijeron los expertos.

Martínez Casanova explicó que es difícil hablar de un proyecto de desarrollo de cualquier tipo que no tenga concebido qué impacto social generará, cuáles son las características de la población involucrada, hacia dónde apuntarán las tendencias administrativas o económicas de las empresas ligadas al proyecto.

“Hoy, las ciencias sociales pueden dar muchas respuestas. En otros momentos queríamos hacer cosas y no existía una demanda, pero la situación, evidentemente, se ha modificado”, dijo.

Retos más urgentes

En el interés de los sociólogos, -dijeron-, está “guiar y orientar” con sus investigaciones en fenómenos relativos a la identidad nacional, el sentido de pertenencia, las perspectivas de la vida de los jóvenes, los hábitos de consumo y las relaciones de poder.

“¿Cómo se potencia la democracia si no promueves una participación real, no formal?; ¿cómo logras que un proyecto sea pertinente si no se toman en cuenta las necesidades del territorio?; ¿cómo elaboras una política pública sin saber de veras a quién está dirigida?", cuestionó Martínez Casanova.

"¿Cómo evalúas esa política si no partes del criterio de que de buenas intenciones está tapiado el camino hacia el infierno? Y, precisamente, quien mejor puede valorar una política o una gestión es la percepción que tiene la sociedad al respecto”, agregó.

La investigadora Mayra Espina, que coordina el Grupo de Desigualdades y Política Social del Centros de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, comentó que ha habido una separación.

“La cotidianidad, el espacio micro y lo local poseen una relevancia enorme. Las decisiones de escala macro tienen su ámbito de producción y de impacto, pero manejan erróneamente el espacio micro. Colocar estos temas en su justa medida es un reclamo de estos tiempos y una necesidad, además, para canalizar la gestión de los gobiernos”, expresó.

Del dicho al hecho.....

Sobre cuáles son las posibilidades reales que tienen estos expertos en influir en el contexto nacional actual, conversamos con Julio Aleaga Pesant, académico y promotor de la plataforma opositora Candidatos por el Cambio (CxC), que propone una transición democrática en Cuba a partir de procesos electorales.

"De forma mediata no resuelve el problema, de eso hay que estar claro. Pero son las señales de que hay una preocupación a nivel intelectual sobre los problemas que tiene la sociedad cubana. Son cada vez más los espacios donde cada vez se encienden los bombillos rojos", dijo Aleaga Pesant.

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Entrevista con Julio Aleaga Pesant, académico y disidente cubano.

"Si se creara una masa crítica de intelectuales, con más visión, puede llegarse a procesos más interesantes como el caso polaco (en las décadas de 1960-70) con el Comité de Autodefensa Obrera", explicó aludiendo a los intelectuales que apoyaron las demandas de los obreros contra el Gobierno.

"Si se creara un grupo de intelectuales que dijera 'vamos a apoyar a los opositores democráticos y a darles herramientas para que construyan la sociedad postmoderna, globalizada que queremos entre todos', sería interesante", expresó.

Pese a que en su opinión muchos de estos sociólogos "se retractan" cuando deben asumir posiciones, Aleaga Pesant concluyó: "Lo importante es que los bombillos rojos se están encendiendo, y que los medios de comunicación lo están diciendo".