El costo de la separación: cuando los padres emigran y los hijos se quedan en Cuba

Niños cubanos juegan a las bolas en una calle de La Habana Vieja.

La investigación realizada por psicólogos de Pinar del Río mostró que estos niños que deben crecer con uno solo de sus padres y a veces con tíos y abuelos, experimentan ira, tristeza y pérdida de valores de identidad familiar.

Un reciente estudio realizado por psicólogos de Pinar del Río arrojó cuán desamparados y frustrados están los niños cubanos cuyos padres han emigrado temporal o definitivamente, una problemática que catalogaron como parte de la “realidad actual”.

La investigación divulgada en el sitio digital de la Revista de Ciencias Médica de Pinar del Río, dijo que estos infantes ven tambalearse valores clave para la formación como son la integridad familiar. Muchos experimentan abandono, deslealtad y pensamientos acusatorios hacia el pariente que ha viajado fuera del país.

El objetivo de la muestra fue caracterizar el estado psicológico de los niños separados de uno o ambos padres. Se trató de un estudio observacional, no experimental, con diseño cualitativo y basado en estudio de casos.

"El estado emocional más frecuente que se encontró en los casos estudiados fue: ira, tristeza, ansiedad, sentimientos de añoranza y pena, temores en torno a la figura separada y la integridad familiar en su conjunto", resumió el estudio.

El color negro indica tristeza, según los psicólogos del estudio.

Los especialistas usaron la técnica creativa de arte terapia, mediante la cual los niños dibujaron su percepción de "familia actual". Muchos usaron el grafito, cuyo tono negro es visto por los psicólogos como un signo de tristeza.

“Las cogniciones revelan pensamientos acusatorios hacia la figura separada, creencias de abandono y de deslealtad y experiencias previas de separación que matizan el estado psicológico actual; las reacciones conductuales mostraron alteraciones en la conducta habitual y en los ámbitos familiar y escolar”, explicó la ponencia.

Un niño de 11 años, cuya madre cumple misión internacionalista, realizó un dibujo de la madre en lápiz.

Los dibujos revelaron frustración en los niños consultados.

En otro dibujo destacó el color azul y combinaciones de varios colores de fuerza, que según los psicólogos son indicador de "una ansiedad de tipo agitada".

El estudio alude a cifras oficiales del 2010, cuando entre 1.6 y 1.8 millones de cubanos residían en el extranjero.

También se refiere al incremento de emigrados temporales desde el 2008, incluyendo a miles de profesionales cubanos que cumplen misiones de trabajo en el exterior.

Solo hasta el 2014, más de 7.000 médicos prestaban sus servicios en Brasil. Mientras decenas de miles permanecen en países aliados como Venezuela, Angola y otros.

Los investigadores dijeron que al menos en Pinar del Río, el elevado número de casos "hacen de esa problemática uno de los más frecuentes motivos de consulta y demandas de atención psicológica en el área infanto-juvenil". El estudio se basó en casos asistidos en el policlínico Luis A. Turcios, de ese territorio.

“Demuestra la necesidad del estudio desde la realidad cubana con la intención de contribuir a su entendimiento y afrontamiento, ya que se trata de una emigración de personas jóvenes, en edad reproductiva, en mayor proporción mujeres, lo cual hace más probable que las figuras emigradas sean madres o padres”, señaló la investigación.

Especialistas cubanos consultados por el periodista Adriel Reyes, de Radio Martí, ofrecieron sus opiniones:

Your browser doesn’t support HTML5

Reportaje de Adriel Reyes, de Radio Martí.

*Ramón Zamora, Ortopédico de Holguín: “El tiempo de distancia provoca la separación del padre y la madre, porque ambos se encuentran otras parejas y cosas así, y eso afecta directamente al hijo", dijo.

“Lejos del calor del padre, el niño se siente emocionalmente frustrado porque no tiene el amparo del padre. El padre está fuera en cuanto a la atención de la escuela, en cuanto a la recreación del niño y demás actividades”, explicó.

*Roberto Serrano, médico de santiago de Cuba: “Muchas veces vienen a los dos o tres años y los hijos no los conocen (…) A veces padres y madres están cumpliendo misión, las dos guías, las problemáticas diarias esas que se dan... no hay control de los padres, los niños están con la abuela o están con una tía”, dijo.

*Dora Mesa, directora de la independiente Asociación Infantil: “Está ausente porque no está contribuyendo a la educación del niño, pero está presente porque resuelve la parte material”, comentó.

(Con la colaboración del periodista Adriel Reyes)