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Economía

Eliminar el CUC no va a resolver el problema, dice reconocido economista cubano

Un intercambio de CUC por dólares.
Un intercambio de CUC por dólares.

Al reconocido economista cubano Omar Everleny Pérez Villanueva no le parece que el gobierno de Miguel Díaz-Canel esté preparándose para modificar las tasas de cambio del dólar mientras sale poco a poco de circulación el llamado peso convertible, el CUC.

Según el experto, los propios cubanos están devaluando el CUC porque prefieren tener dólares para comprar en las nuevas tiendas de electrodomésticos, y también para atesorar en esa moneda, no vaya a ser que decreten una variación en la tasa de cambio.

“Que yo creo que no la va a haber”, le dijo Pérez Villanueva desde La Habana al reportero de Radio Martí Amado Gil. “La percepción de las personas es que las cuentas bancarias que puedan tener en CUC van a perder valor; yo no lo creo. Creo que se va a respetar [la tasa de cambio] de uno a 1.25 CUC”.

Un hombre muestra un peso convertible cubano y un dólar estadounidense frente a una oficina de la Western Union en La Habana (Foto: Archivo).
Un hombre muestra un peso convertible cubano y un dólar estadounidense frente a una oficina de la Western Union en La Habana (Foto: Archivo).

Una de las medidas más postergadas por el gobierno cubano año tras año ha sido la eliminación de la dualidad monetaria, “que no es lo mismo que la dualidad cambiaria”, declaró el economista en la conversación con el reportero de Radio Martí.

Pero todo indica que al llamado “peso convertible", el CUC, no le queda mucho tiempo de vida, declaró el experto al hacer un repaso de la economía cubana en 2019 y esbozar pronósticos para 2020.

Pérez Villanueva fue uno de los 20 economistas convocados a principios de 2013 por el zar económico Marino Murillo, para que convirtieran en políticas los llamados Lineamientos trazados por el VI Congreso del Partido Comunista en 2011 con el fin de "actualizar" el estancado modelo económico cubano.

“Hay señales, y las he podido observar: muchos centros que dicen ‘No, no acepto el CUC”, refiere Pérez Villanueva. “He visitado algunas tiendas, y veo que prevalece el precio en CUP [pesos cubanos] sobre el precio en CUC; antes era al revés: estaban los dos precios, pero el de arriba era el CUC”.

En cualquier momento las transacciones con CUC van a terminar, y va a ser sustituido por el CUP, el peso cubano, pronostica Pérez Villanueva.

“La tendencia va por ahí”, comenta. “He tenido conocimiento de algunos lugares donde pagaban estímulos –no oficiales—en CUC, y ya están priorizando ese estímulo en dólares. Todo indica que la gente quiere tener dólares, no CUC”.

La tasa de cambio para comprar dólares con CUC, que en algunos casos está a 1.10 y 1.20, e incluso a 1.30 en provincias, indica la devaluación, manifiesta el experto.

Pero la eliminación del CUC no va a resolver el problema, advierte el economista quien fue expulsado en 2016 del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana por "hablar con la prensa extranjera, dar algunas conferencias o participar en encuentros con personas".

“Yo creo el tema cubano complejo es la sobreevaluación que tiene la tasa de cambio dólar-peso para las empresas estatales, que es uno a uno”, comenta Pérez Villanueva. “Ese es el pollo del arroz con pollo, y si no se logra devaluar esa tasa de cambio, no se va a saber si la economía cubana es competitiva o no es competitiva”.

Eso sigue afectando el prestigio de Cuba, asegura. Porque mientras cualquier empresa de la isla pueda importar un producto a un dólar y venderlo en la economía nacional a un peso cubano, esa empresa no puede ser eficiente.

“Ahora, ahí viene el otro problema”, continúa. “Si devalúas en la empresa estatal de uno a uno para subirlo de uno a cinco, o de uno a 10, los precios van a aumentar; a los productos que elabore esa empresa le van a sumar el precio de esa tasa de cambio, y podría haber una crisis de inflación”.

Y es ahí donde están las tensiones más importantes, por las cuales el proceso no puede ser muy acelerado, cree el economista: tiene que ser bien pensado, pues muchas empresas que ahora son rentables con una tasa de cambio de uno a uno podrían dejar de serlo.

“Entonces: ¿quién pagaría eso?”, se pregunta Pérez Villanueva. “¿El estado, el presupuesto? No creo que el presupuesto del Estado dé para seguir subsidiando empresas. Entonces tendrían que arribar a un crédito bancario, pero es que los bancos son estatales. Entonces, no es tan fácil el problema”.

"La eliminación del CUC no va a resolver el problema"
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A la pregunta de si pronostica un aumento de salario significativo para compensar las nuevas tasas de cambio cuando se adopten, Pérez Villanueva responde que, de hecho, ese aumento ya está propuesto, pero que, “por lo menos en el año 2020, si no se produce el aumento en la tasa de cambio a las empresas estatales”, no cree que lo apliquen.

“Hay quienes dicen que podrá llegar hasta a ocho mil pesos, hay quienes dicen que el salario mínimo va a ser de mil quinientos: no sé”, manifiesta el experto. “Lo que está claro es que los precios hoy en Cuba son bastante altos para un grupo importante de personas, y los aumentos de salarios [decretados hasta ahora] no compensan realmente las necesidades que tiene la población, no solo en comida, aunque el 70 por ciento de los gastos de una familia cubana son en alimentos”.

Si estuviera en sus manos decidir la tasa de cambio para las empresas estatales, Pérez Villanueva empezaría por plantear la pregunta de a qué tasa de cambio funciona el sector privado.

“¿A 25 [pesos cubanos por dólar]? ¿Y funcionan y son rentables? ¿Y entonces, por qué el sector privado es rentable con 25 y el sector estatal no lo puede hacer? Sería una medida muy dura, pero podría decir un tope al que podría llegar, [y] a competir todo el mundo igual con la misma tasa de cambio. Lo que no creo que sea un proceso adecuado porque se produciría rápidamente un aumento de precios muy grande, una hiperinflación”.

A su juicio, lo prudente sería ir aumentando la tasa de cambio paulatinamente.

“Si yo tuviera que tomar esa decisión lo pondría a 10 [pesos cubanos por dólar]”, dice el economista. “Esperaría el resultado, que paso, y si veo que no es tan traumático podría subirla un poco más. Pero estaría en contra de poner tasas de cambio múltiples, como en la Zona Especial del Mariel. […] Esa multiplicidad de la tasa de cambios enrarece el ambiente económico”.

Opina también que las medidas tomadas por la Administración Trump en el plano economico han sido un error, observa que las sanciones no han hecho cambiar las cosas en Cuba, y habla de su impacto en el sector privado.

“La Habana Vieja se reconfiguró en base a la llegada de cruceros; muchas paladares se han visto afectadas; la gente compró viviendas y las remozaron para [alojar] turistas norteamericanos, y realmente ahí no estamos hablando del gobierno”, comenta.

A veces se piensa que presionando a Cuba se presiona solamente al gobierno, dice. “Yo no sé cuántos serían [afectados] en el gobierno, pero en el pueblo serían muchas más personas”, manifiesta Pérez Villanueva.

Con respecto a la “coyuntura” en la que estuvo sumido el país por la escasez de combustible, el economista cree que se trata de una etapa superada. No porque el transporte público sea un problema completamente resuelto, pero en las paradas de ómnibus ya no ve la aglomeración que veía en octubre, dice, y tampoco ve colas en las gasolineras.

“Creo que ya, por lo menos, lo que se observa es que hay combustible”, responde cuando el periodista le pregunta si da por cierto que, como dijo entonces Díaz-Canel, la normalidad se restablecería con la llegada de un carguero de petróleo. “Pero todavía hay huellas: usted llega a centros laborales o a tiendas y a las 11 le apagan el aire acondicionado, y no puede empezar hasta la 1; tienen dos horas de recorte de combustible”.

El economista cree que la decisión del Presidente Trump de poner en vigor el Título III de la Ley Libertad, conocida como Ley Helms-Burton, es una “posición más de desgaste que otra cosa”, porque siembra la incertidumbre en las empresas extranjeras que estén considerando invertir en Cuba, pero no puede aplicarse a las empresas cubanas por la insolvencia del Estado.

Al margen del embargo comercial estadounidense, que Pérez Villanueva llama “bloqueo”, Cuba “tiene espacio para seguir haciendo cosas” y crecer económicamente, declara. Si la decisión dependiera de él, eliminaría “el argumento del bloqueo de Estados Unidos”.

“No voy a criticarlo si está bien o está mal; lo que estoy diciendo es que tiene que haber un cambio de política en ambos lados, tiene que haber una negociación, como la hubo en la época de Obama”, manifiesta el economista. Se afecta el pueblo cubano y se afectan los productores de Estados Unidos, dice. “¿Por qué Cuba tiene que comprarle el pollo a otro país si pudiera comprárselo a Estados Unidos?”

Cuba siempre ha estado mejor preparada para esa posición que para una posición contraria, opina Pérez Villanueva.

"Antes no había sector privado, todo era gobierno, pero ahora también hay sector privado; también hay entidades que se benefician de otra forma del intercambio que hubo con Estados Unidos”, declara, y dice conocer a muchos que perdieron la visa estadounidense de cinco años, cuando todo lo que hacían era viajar a Estados Unidos para comprar insumos destinados a su negocio privado en la isla.

El entrevistador, Amado Gil, recuerda que, al entrar en vigor las nuevas restricciones de Estados Unidos a Cuba, las remesas destinadas a los cuentapropistas quedaron abiertas, sin límites.

A la pregunta de qué vaticina para la economía cubana en 2020, Pérez Villanueva responde con la esperanza de una mejoría.

“Hay una serie de medidas, que yo no conozco”, dice Pérez Villanueva, para “descentralizar muchas de las decisiones que tenía la empresa estatal cubana. Creo que se han dado cuenta de que la centralización y la planificación, como se hacía, era un error”.

A un país que depende prácticamente del extranjero le resulta muy difícil mejorar su economía, dice el periodista citando a otros analistas del tema.

“Hay muchos factores estructurales, macroeconómicos: tasas de crecimiento muy bajas, descapitalización, se invierte poco; yo parto de todos esos criterios que son conocidos”, admite el economista. “Pero ahora se dice que la empresa puede exportar directamente, que deben eliminarse las trabas al comercio exterior [….]; hay cambios en el comité ejecutivo del Consejo de Ministros, vamos a ver que función cumple el primer ministro”.

En un país donde el enriquecimiento es ilegal, para reinvertir y crecer en sus negocios, inquiere el periodista: ¿cómo potenciar entonces la empresa privada si las leyes restringen ese crecimiento?

“Hay que cambiar esa posición ideológica, porque si no, va a ser el círculo vicioso”, comenta el economista. “Vamos a estar toda la vida sin crecer o creciendo a nivel de subsistencia; no hay dinero para invertir, no puedes exportar, porque en ningún lugar del mundo todas las empresas son estatales. [El gobierno cubano] se guía mucho por los ejemplos de China y Vietnam, pero es contrario a lo que hacen China y Vietnam: lo que quieren China y Vietnam es que se produzca más, no importa la forma de propiedad”.

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Menor de lo previsto: CEPAL corrige pronóstico económico para Cuba

Las autoridades cubanas han defendido varias políticas económicas como el llamado "ordenamiento monetario" y la "bancarización", entre otros ensayos fallidos. La más reciente apuesta consiste en un "programa de estabilización macroeconómica".
Las autoridades cubanas han defendido varias políticas económicas como el llamado "ordenamiento monetario" y la "bancarización", entre otros ensayos fallidos. La más reciente apuesta consiste en un "programa de estabilización macroeconómica".

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó esta semana una actualización de sus proyecciones de crecimiento económico para los países de la región, en la que Cuba termina con indicadores peores de los previstos en el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2023.

La proyección para Cuba en 2024, según el defenestrado Ministro de Economía Alejandro Gil Fernández, sería de un crecimiento del PIB del 2% y según la CEPAL, en un primer balance, solo de un 1,7%.

Sin embargo, en la corrección publicada días atrás el crecimiento del PIB proyectado por la CEPAL para Cuba es de sólo 1.3%.

De manera general, el organismo de las Naciones Unidas prevé que la región crecerá en promedio un 2,1% este año, con América del Sur creciendo un 1,6%, América Central y México un 2,7% y El Caribe (excluyendo Guyana) un 2,8%.

La expansión esperada para la región en 2024 se mantiene en la senda del bajo crecimiento económico observado en los últimos años, y el gran desafío es cómo avanzar hacia un crecimiento más alto, dinámico e inclusivo, indica la Comisión de la ONU en un comunicado.

"El bajo crecimiento esperado en 2024 no es solo un problema coyuntural, sino que refleja la caída de la tasa de crecimiento tendencial del PIB regional. La región se encuentra en una crisis de desarrollo caracterizada por tres trampas que se refuerzan mutuamente: una trampa de bajo crecimiento, una trampa de alta desigualdad y baja movilidad social y una trampa de baja capacidad institucional y gobernanza ineficaz", indica el organismo.

En un evento nacional celebrado esta semana en la isla, José Luis Rodríguez, asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial y exministro de Economía de Cuba, reconoció que existe una "pugna de ideas que se da hoy en la esfera de la economía, donde en algunos casos se pregona que hay que liquidar la planificación y soltar todo al mercado".

"Eso no resuelve ningún problema; estaríamos acabando con toda la obra social de la Revolución", dijo el funcionario, según reseña la publicación oficialista Juventud Técnica.

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró el viernes en una conversación con el canciller cubano Bruno Rodríguez que las prioridades del país son el sistema energético y el sistema alimentario.

El mandatario utilizó la palabra "emergencia" para calificar la situación en se encuentra la isla y reconoció que el pueblo cubano vive entre "tanta dureza".

Las autoridades cubanas han defendido varias políticas económicas como el llamado "ordenamiento monetario" y la "bancarización", entre otros ensayos fallidos. La más reciente apuesta consiste en un "programa de estabilización macroeconómica", con el que buscará establecer "un entorno monetario, cambiario, financiero y fiscal para impulsar la recuperación y el crecimiento de la economía, la convertibilidad y funciones de la moneda nacional y la reducción de la inflación".

El supuesto programa de estabilización macroeconómica que ha implementado el Gobierno en su intento por salir de la crisis incluye el incremento del precio del combustible en un 500 %, así como la dolarización de la venta de gasolina y diésel a particulares en unas 30 gasolineras del país y una subida de hasta el 600% de las tarifas de múltiples servicios.

Menos azúcar, menos ron: El desastre de la zafra afecta a otras industrias en Cuba

"Menos azúcar significa que habrá menos jarabe y alcohol para diversas industrias y, por supuesto, ron", dijo el economista cubano Omar Everleny. / Foto: Granma
"Menos azúcar significa que habrá menos jarabe y alcohol para diversas industrias y, por supuesto, ron", dijo el economista cubano Omar Everleny. / Foto: Granma
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La cosecha de azúcar cubana está llegando a su nivel más bajo desde 1900 lo que está afectando a otras industrias como la del ron, refrescos y la farmacéutica, explicaron varios expertos a la agencia Reuters.

"Tendremos que importar y, por supuesto, menos azúcar significa que habrá menos jarabe y alcohol para diversas industrias y, por supuesto, ron", dijo el economista cubano Omar Everleny.

El experto señaló que los datos del gobierno muestran que la producción de alcohol a base de caña de azúcar utilizado para diversos productos, desde ron hasta productos farmacéuticos, "disminuyó más del 50% desde 2019, al igual que la mayoría de las manufacturas".

A finales de abril el gobernante Miguel Díaz-Canel dijo que apenas se habían producido el 71% de las 412.000 toneladas métricas previstas para la actual zafra. El año pasado llegaron a 350.000.

Info Martí | Cuba ante la peor zafra azucarera de su historia
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Según cifras oficiales, Cuba consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar al año. A esto hay que sumarle las otras 400.000 comprometidas en un acuerdo comercial con China.

"Fue un error la decisión tomada el 21 de octubre de 2002, cuando Fidel Castro anunció el cierre y desmantelamiento del 70 por ciento de los centrales del país. Así, Cuba redujo en un 50 por ciento la capacidad de producción y destinó un 60 por ciento de las tierras de la caña a otros cultivos", explicó en noviembre pasado a Martí Noticias el economista Elías Amor.

“En este momento el azúcar en Europa está a los precios más altos de los últimos 10 años, si Cuba produjera 5 o 6 millones de toneladas, estaría obteniendo unos ingresos en millones de dólares espectaculares”, agregó.

La producción de alimentos en Cuba se desplomó en los últimos cinco años

"La responsabilidad es enteramente del Gobierno", dijo Sergio Ángel Baquero, coordinador de Food Monitor Program
"La responsabilidad es enteramente del Gobierno", dijo Sergio Ángel Baquero, coordinador de Food Monitor Program
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En los últimos cinco años, la industria de los alimentos en Cuba ha ido en caída libre. En ese periodo, entre las producciones más deprimidas, destacan el arroz, el pan, el café, los aceites vegetales refinados, los lácteos y la carne de cerdo en bandas, todos básicos en la dieta cubana.

En su informe "Industria Manufacturera en Cuba. Indicadores seleccionados 2023", la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) detalla que de los 23 rubros alimenticios escogidos ninguno reveló crecimiento entre 2018 y 2023.

“Muestra un retroceso hasta de un 67% en la producción de alimentos durante los últimos cinco años. Los 23 productos seleccionados por la ONEI, entre los que se incluyen alimentos básicos necesarios para la canasta familiar, presentan una baja sostenida, en algunos casos superando el 90% en la disminución de la producción”, indicó el politólogo Sergio Ángel Baquero, coordinador de Food Monitor Program, que investiga el impacto socioeconómico de las políticas alimentarias en contextos autoritarios.

“Aunque el colapso de alimentos en Cuba ha sido adjudicado al embargo en el discurso oficial, este informe evidencia que las causas son otras. El hecho de que las llamadas 63 medidas para dinamizar la agricultura no hayan tenido ningún resultado o las equivocadas inversiones en el sector del turismo y la construcción de frente a la misma agricultura dejan en evidencia que la responsabilidad es enteramente del Gobierno”, apuntó el investigador.

El arroz se desplomó hasta 27.900 toneladas frente a las 272.800 que se producían en 2018 y la carne de cerdo bajó de 149.400 toneladas a 13.300.

Se elaboraron 326.300 toneladas de pan en 2023 de cara a las 493.700 en 2018 y los aceites vegetales refinados cayeron de 272.800 toneladas en 2018 a 4.300 en 2023.

La poca producción de alimentos a nivel local y las bajas importaciones por la falta de liquidez y de acceso a créditos del Estado, demuestran que la amenaza de una grave inseguridad alimentaria en Cuba es verdadera y la población estará más expuesta a enfermedades como la anemia, la diabetes, el hipertiroidismo, el hipotiroidismo, la obesidad, la osteoporosis y el raquitismo.

Etienne Labande, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA), admitió en entrevista con la agencia AFP a finales de 2023 que, en el caso de Cuba, “es real la amenaza de inseguridad alimentaria”.

“Hay una escasez de alimentos producidos a nivel local y las importaciones, se sabe que es muy complejo importar” por el embargo de Washington, vigente desde 1962, “entonces sí hay un riesgo”, dijo.

Recientemente, Food Monitor Program, que monitorea las condiciones de acceso, disponibilidad, utilización y estabilidad de los alimentos en las provincias cubanas, alertó sobre la necesidad de visibilizar la seria crisis alimentaria que atraviesa Cuba y no dejar que pase inadvertida ante el convulso panorama internacional.

En ese sentido, Sergio Angel advierte que, basado en los datos recogidos por la encuesta de Food Monitor Program, la involución hacia la inseguridad alimentaria tendría graves consecuencias para el país.

“Entre ellas se encontrarían esquemas de dependencia de las importaciones, también sujetos a la falta de crédito del Gobierno, un salario medio y jubilación equiparados a niveles de indicador de pobreza, la caída drástica de la capacidad de compra y del acceso a los alimentos, deterioro en las condiciones de vida con mayor impacto en sectores poblacionales más vulnerables, aumento de la emigración y del envejecimiento poblacional y, finalmente, un mayor protagonismo del mercado negro”, recalcó.

Que no pase inadvertida la grave crisis que atraviesa Cuba, alerta Food Monitor

Cubanos esperan en una cola en La Habana, el 6 de marzo de 2024. (Foto AP/Ariel Ley)
Cubanos esperan en una cola en La Habana, el 6 de marzo de 2024. (Foto AP/Ariel Ley)
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Es necesario visibilizar la grave crisis alimentaria que atraviesa Cuba y no dejar que pase inadvertida ante el convulso panorama internacional, alertó recientemente el Food Monitor Program, un proyecto que monitorea las condiciones de acceso, disponibilidad, utilización y estabilidad de los alimentos en las diferentes provincias de Cuba.

"La rapidez con que cambia la agenda mundial puede hacer que situaciones urgentes, como la crisis estructural que vive Cuba, pasen desapercibidas para el resto del mundo, incluso para nuestro propio continente. Condición que se ve agravada por el hecho de los espacios y el posicionamiento de su narrativa oficial que el régimen cubano históricamente ha logrado ganar, presentándose como un ejemplo de avances sociales", alerta la columnista Nastassja Rojas.

En su artículo cita los resultados de las investigaciones del Food Monitor Program, en los que se resalta que la mayoría de las provincias cubanas enfrentaron un bajo nivel de seguridad alimentaria por el bajo crecimiento económico, alta inflación, reducción de la producción y venta de alimentos, problemas de infraestructura; "todo ello agravado por las recientes medidas económicas adoptadas por el Gobierno, como el aumento de precios de combustibles".

En la columna publicada el martes, la entidad alerta que "la crisis en Cuba es real y devastadora. La falta de acceso a alimentos, medicinas y derechos básicos es una realidad que afecta profundamente a la población en general en el país. Sin embargo, a menudo esta crisis no es visible más allá de las fronteras de la Isla, mucho menos en la agenda global".

Food Monitor destaca que el pasado 29 de abril, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA), expresaron preocupación por el agravamiento de la inseguridad alimentaria en Cuba y las interrupciones prolongadas del suministro eléctrico, al tiempo que señalaron que esta situación afecta desproporcionadamente a ciertos grupos de personas, como las mayores de 60 años, mujeres embarazadas, niños, adolescentes, y aquellas con enfermedades crónicas, lo cual genera graves impactos en sus condiciones de vida.

"Ante este escenario, la CIDH y la REDESCA hacen un llamado al Estado cubano a adoptar medidas concretas para garantizar el acceso de su población a una alimentación adecuada y a servicios públicos indispensables. Asimismo, instan a la comunidad internacional a cooperar en el acceso a alimentos, medicamentos y productos básicos en Cuba", indica el texto.

La autora celebra estos pronunciamientos que colocan la crisis alimentaria en Cuba en un plano regional, sin embargo reconoce que el régimen de La Habana ni siquiera responde a los llamados de atención del organismo adjunto de la Organización de Estados Americanos.

Cuesta abajo y sin frenos va la inflación en Cuba

Alrededor de cuatrocientos dólares en pesos cubanos. El dólar está cerca de alcanzar ese valor
Alrededor de cuatrocientos dólares en pesos cubanos. El dólar está cerca de alcanzar ese valor

La situación en Cuba es complicada y no hay señales de que vaya a mejorar en los próximos meses. El pueblo lucha contra la creciente inflación y la escasez, dijo a Martí Noticias desde Caibarién, en la provincia de Cienfuegos, el activista Hildebrando Chaviano.

“Es real la situación del cubano. Por ejemplo, una barrita de pan, de ese que le decíamos ‘desmayado’ allá en La Habana, que valía tres pesos, ahora vale 110 pesos. Todo sube, las botellas de aceite, igual. Es espantoso, Una libra de malanga oscila entre los 85 -cuando está barata- y los 100 pesos. Ese es el precio, no baja de ahí. Sencillamente, no hay de dónde garantizarle el pan muchas veces a los niños que van a la escuela”, lamentó el activista.

Activista considera "sin solución" la inflación en la economía cubana
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Respecto a la situación del transporte, Chaviano puso como ejemplo que su esposa “estuvo por La Habana hace unos días" y encuentra que el transporte es más barato en la capital. "Bastante más barato que aquí, en Cienfuegos" donde, asegura, "el transporte público prácticamente no existe”.

El gobierno cubano ha reconocido que la inflación es uno de los principales problemas que afecta a la economía de la isla.

El aumento del precio de la carne de cerdo, en marzo de 2024, fue el que tuvo mayor efecto en la división de alimentos y bebidas no alcohólicas, igual a lo ocurrido en enero y febrero de 2024, señaló el economista Pedro Monreal en la red social X.

“¡Es un animal desconocido!”, ironizó el activista cienfueguero. “Realmente, el cerdo está extinguido, no se ve, pero también los precios que le ponen a una libra de carne ahora son inalcanzables para mucha gente, para la inmensa mayoría de las personas”, aseguró.

El gobierno cubano no ha logrado detener la crisis económica, cada vez más profunda, con las medidas que ha tomado, afirmó Chaviano.

“Estoy convencido, totalmente convencido, de que con el socialismo, con el comunismo, jamás vamos a salir de esta situación. Todo lo contrario, va a empeorar, se va a agravar cada vez más”, concluyó el opositor.

La devaluación del peso cubano continuará a corto y mediano plazo, superando con creces la barrera de los 400 pesos por dólar, dijo la semana pasada José Jasán Nieves, director del medio independiente elTOQUE, en entrevista con Martí Noticias.

“Los economistas prevén que lleguemos pronto a la barrera de los 400 pesos, pero que no necesariamente eso va a significar que se detenga”, precisó Nieves, cuya publicación ofrece diariamente una tasa de cambios que se ha convertido en referencia en el mercado informal de las divisas en Cuba.

El dólar se cotizaba este viernes en 390 pesos, mientras que el euro escalaba hasta los 395 pesos. Antes de las reformas impulsadas tras la asunción al poder de Miguel Díaz-Canel, el dólar tenía una tasa de cambio de 25 pesos.

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