Empresarios hablan de riesgos y atractivos de invertir en Cuba

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XXIX Feria Internacional de La Habana. Foto de archivo

Advierten que en la isla "lo que es válido hoy puede no funcionar mañana" y que establecer allí un negocio "sigue siendo un esfuerzo muy arriesgado".

Un panel de empresarios estadounidenses analizó las posibilidades de invertir en Cuba en una mesa redonda y pintaron un panorama mixto y en constante evolución de las oportunidades y los riesgos para las empresas que quieren hacer negocios en la isla comunista, publica este miércoles The Miami Herald.

"Cuba es como las Islas Galápagos", dijo Augusto Maxwell, presidente de la firma Akerman LLP. Luego, pasó a describir la evolución del país, donde "lo que es válido hoy puede no funcionar mañana" y donde establecer un negocio sigue siendo un esfuerzo "muy arriesgado".

Maxwell estaba en el grupo de expertos cubanos entre los que había un abogado, un presidente de banco, un vicepresidente de avión, tres ejecutivos de viajes y turismo, e incluso un exsenador de Estados Unidos, que debatió el potencial de negocios en la isla en un par de paneles centrados en la inversión y el turismo en Cuba.

Pero todos estuvieron de acuerdo en un tema: Cuba sigue siendo la gran desconocida. Aquellos que se aventuran allí no deberían esperar una rápida recuperación de su inversión en situaciones que no son muy claras.

Steven N. Zack, un socio con Boles, Schiller y Flexner, y el primer presidente de la Asociación Americana de Abogados Cubanoamericanos, dijo que a menudo se le preguntó sobre el sistema de inversiones en Cuba, donde el Gobierno actúa como propietario de la mayoría de todas las empresas, y agregó que una cosa sí es segura y es la respuesta, que es siempre la misma: "Es muy complicado".

Se citó el caso de un empresario canadiense que había invertido en la isla desde hace casi dos décadas, hasta que fue encarcelado por cargos de corrupción. El canadiense, Sarkis Yacobián, pasó más de dos años en la cárcel antes de ser encontrado culpable y expulsado del país. Su caso no es el único.

"Otros panelistas hablaron sobre las dificultades de tratar con un sistema ineficaz que, aun intenta desempeñarse lo mejor que puede, simplemente no tiene la tecnología o la infraestructura para satisfacer la demanda de negocios o turismo".

Tessie Aral, presidente de ABC Charters, que ha proporcionado los servicios aéreos y de viaje limitados a la isla desde 2000, dijo que no hay suficientes habitaciones de hotel para satisfacer la creciente demanda.

Pero la falta de habitaciones es sólo uno de los muchos obstáculos, agregó. La burocracia gubernamental es un problema añadido y cualquier inversor tiene que considerar lo que Cuba necesita: "aprender a trabajar no sólo con su infraestructura, sino también con su forma de pensar".

"El interés de Cuba en abrirse a Estados Unidos tiene que ver con la economía. La isla necesita desesperadamente $2.6 millones al año en inversiones extranjeras. Pero, para el exsenador estadounidense Mel Martínez, abrir la puerta "no es una invitación a los negocios". Martínez advirtió que "la retórica del Gobierno puede haber cambiado, pero las reglas del juego no", y lamentó que Estados Unidos haya hecho demasiadas concesiones".

Por su parte, Zack comparó la complicada relación entre Estados Unidos y Cuba, y sus respectivos intereses comerciales, con un baile complicado en el que el primer paso está dado, pero la pregunta sigue siendo: ¿Los potenciales inversionistas estadounidenses realmente tienen un socio en Cuba?

Cuba ha estado tratando de lanzar al país como un "lugar para la inversión extranjera" promocionando los incentivos fiscales, una mano de obra calificada y con "estabilidad política, social y seguridad" para la inversión, afirma este miércoles un reportaje de CNBC.

De hecho, mirando la fragilidad y la inseguridad de otros mercados emergentes de todo el mundo, el antiguo bastión socialista está buscando un lugar de inversión atractivo, sostiene el periodista Justin Salomón, quien agrega que las autoridades cubanas están lanzando al mercado su energía, el azúcar, la minería, el turismo, los sectores de biotecnología manufacturada y la construcción, la agroindustria y las finanzas.

La apertura de estos sectores se produce después de 54 años de frías relaciones y embargo comercial entre gran parte del mundo occidental y Cuba. Este verano, sin embargo, la embajada de Cuba en Washington fue establecida y su contraparte en La Habana reabrió en agosto, anunciando el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y oportunidades comerciales entre ambos países.

"Está claro que el turismo y las telecomunicaciones han visto los mayores repuntes desde el inicio del proceso de normalización en diciembre de 2014", explicó a CNBC Joel Ross, analista de América Latina de Maplecroft Verisk. "El acercamiento ya estaba dando sus frutos en términos comerciales".

"Varios proveedores de telecomunicaciones de Estados Unidos ya están operando en Cuba desde que las nuevas regulaciones fueron introducidas y Cuba ha aceptado que necesita mejorar sus telecomunicaciones en el país si de lo que se trata es de atraer mayores niveles de inversión extranjera directa", agregó Ross.

Ross estima que hay una necesidad urgente de mejorar la infraestructura turística para hacer frente al aumento del número de visitantes en la parte posterior de la descongelación de las relaciones con el mundo occidental. Dijo que mientras las "cadenas hoteleras estadounidenses se muerden las uñas para invertir, las empresas no estadounidenses se han subido a la cabeza de la cola".

De hecho, muchos países de todo el mundo han estado dispuestos a sacar provecho del reingreso de Cuba con sus nuevas relaciones internacionales, y el Reino Unido, por su parte, se ha esforzado para no perder una oportunidad con la nación caribeña.

En abril, el Consejo Caribeño de consultoría sin fines de lucro envió una delegación a Cuba con vistas al comercio y la inversión en un intento de abrir oportunidades.

Entre los nuevos negocios entre empresas del Reino Unido y las autoridades cubanas los principales negocios fueron instalaciones de golf, con una inversión bruta de más de $350 millones.

A pesar de las relaciones cordiales, las sanciones de Estados Unidos contra Cuba permanecen en su lugar y se mantienen los riesgos para los inversores potenciales. Todavía hay un embargo comercial de Estados Unidos a Cuba, que requiere de la aprobación del Congreso para ser rescindido, pero se han hecho modificaciones a las medidas del Departamento del Tesoro para abrir viajes y aumentar los flujos económicos y de comunicación.

Estas enmiendas fueron implementadas para dar mayor participación al pueblo cubano, al facilitar los viajes autorizados a Cuba por personas bajo la jurisdicción de Estados Unidos, y aumentar el flujo de información hacia, desde y dentro de Cuba, según una declaración publicada en el sitio web del Departamento del Tesoro.

Por otro lado, "las leyes que rigen la inversión extranjera y el empleo son muy engorrosas y difíciles", advirtió. "El Gobierno controla estrictamente la gestión empresarial y la burocracia ineficiente del país es increíblemente compleja. El estado de derecho es débil, y las empresas no podrán hacer nada para disputar con el Gobierno", subrayó Ross.

El trabajo en Cuba está contratado por el Estado y las empresas extranjeras no tienen control sobre su fuerza de trabajo o sobre cómo se paga a los empleados, agregó. El mayor riesgo, sin embargo, es un posible cambio de liderazgo en el 2018.

"El sucesor de Raúl Castro, que se cree sea Miguel Díaz Canel, tendrá que tratar con elementos comunistas de línea dura y asegurar que el país siga aplicando reformas económicas para mejorar el ambiente de negocios para los inversionistas extranjeros", concluyó.