Opositor cubano en celda de castigo cumple 22 días en huelga de hambre

Jorge Cervantes García, miembro de la Dirección nacional de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).

“Yo lo conozco a él y él es fuertísimo. Si no lo sueltan, él se va a morir ahí, porque él no va dejar la huelga de hambre, y él está ahí injustamente”, dijo su esposa, la también activista Gretchen Alfonso Torres.

Luego de 22 días en huelga de hambre, las autoridades cubanas mantienen en celda de castigo al opositor Jorge Cervantes, miembro de la Unión Patriótica de Cuba, encarcelado en la Prisión de Potosí, en Las Tunas.

“Yo lo conozco a él y él es fuertísimo. Si no lo sueltan, él se va a morir ahí, porque él no va dejar la huelga de hambre, y él está ahí injustamente”, dijo su esposa, la también activista Gretchen Alfonso Torres.

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Esposa de Jorge Cervantes: "Si no lo sueltan, él se va a morir ahí"

Jorge Cervantes está detenido desde el 23 de mayo bajo acusaciones de desacato, tras denunciar la mala conducta del teniente coronel Reinaldo Jiménez, segundo jefe de la Seguridad del Estado en esa provincia.

Su esposa intentó visitarle este sábado, pero las autoridades prohibieron el contacto con la familia, como método de presión para que abandone la huelga de hambre.

Un oficial de la prisión dejó claro a Alfonso Torres que “si él no comía, no me lo dejaban ver”, apuntó en entrevista con Martí Noticias.

Días antes, otro importante oficial de la Seguridad del Estado intentó convencer a Alfonso Torres de la buena voluntad de las autoridades.

“Me dijo que ellos querían que él comiera, que ellos no querían que él se le muriera. Les dije que yo, como esposa, tampoco quería que él se muriera, que me lo dejaran ver, a la familia”, dijo, pero hasta este martes las autoridades han obviado su petición.

“Yo llamo todos los días para saber de él y para estar informada y recalcarles que si no me lo van a dejar ver, que se lo lleven para el hospital ya”, apuntó.

A su esposa le preocupa especialmente el estado de salud de Cervantes, quien no ha ingerido alimentos por más de tres semanas.

El oficial le dijo que lo mantienen hidratado, y que están monitoreando sus signos vitales, pero Alfonso Torres duda de las atenciones que puedan proveerle en una celda de castigo y de la sinceridad de las autoridades.

“La otra vez que él estuvo en prisión fue donde cogió tuberculosis, y engañaron a la familia”, acotó.

(Redactado por Lizandra Díaz Blanco, con la colaboración de Ivette Pacheco)