Muere Li Peng, la mano dura en la matanza de Tiananmén

Primer Ministro de China (1987-1998 ), considerado el "carnicero" de Tiananmén, murió a los 91 años el 22 de julio de 2019. REUTERS/Will Burgess.

El ex primer ministro chino Li Peng, quien lideró el "ala dura" del Gobierno chino durante las protestas de Tiananmén de 1989, falleció el lunes a los 91 años, informó la agencia estatal Xinhua.

Li, que ocupó el cargo desde 1987 a 1998, ordenó al Ejército, con el beneplácito del entonces líder del país, Deng Xiaoping, acabar con las protestas de Tiananmén, dejando un reguero de muertes cuyo número aún se desconoce.

El entonces primer ministro fue apodado "carnicero de Pekín" o "carnicero de Tiananmén" por el suceso, refiere la agencia de prensa Efe.

Se considera que Li era ferviente partidario de acabar por todos los medios con las protestas civiles, ya que las consideraba una grave amenaza para la supervivencia del régimen, algo que le valió el enfrentamiento a la facción reformista del Partido Comunista de China (PCCh), liderada por el entonces secretario general de la formación, Zhao Ziyang.

El "ala dura" de Li se impuso en el debate interno, lo que desembocó en la declaración de la ley marcial en Pekín, la intervención del Ejército, la sangrienta represión de las protestas y la caída en desgracia de Zhao.

En una breve nota, la agencia oficial explica que Li falleció en Pekín anoche por "una enfermedad", sin especificar cuál.

El obituario publicado por la prensa oficial comienza con el anuncio de varios órganos del PCCh "con gran pesadumbre" de la muerte del mandatario, un "excelente miembro" del Partido, un "leal luchador comunista" y un "destacado líder del Partido y del Estado".

En el artículo se hace mención explícita a las protestas de la primavera de 1989, calificadas de "agitación política", y asegura que "con el apoyo resuelto de la generación más mayor de revolucionarios proletarios representados por el camarada Deng Xiaoping", Li "tomó medidas decisivas".

Con ellas, relata el panegírico, el entonces mandatario "detuvo los disturbios, sofocó las revueltas contrarrevolucionarias (calificación que el oficialismo da a estas protestas) y estabilizó la situación nacional, lo que repercutió en el Partido y en el país".

Donde no hubo mención a la represión en Tiananmén fue en la autobiografía que Li publicó en 2014, ya que las vivencias que relata alcanzan hasta 1983, año en el que accedió al cargo de vice primer ministro de China.

"Su muerte es una gran pérdida para el Partido y para el país. Debemos aprender de su espíritu revolucionario, su moralidad noble y su refinado estilo de trabajo (...). ¡El camarada Li Peng es inmortal!", finaliza el obituario.