Liberan a Henry Constantín; lo acusan de "propaganda enemiga"

Henry Constantin es vicepresidente regional de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa..

El periodista independiente fue detenido en la noche del lunes, mientras intentaba tomar un avión para La Habana, donde esperaba asistir a un evento de homenaje y entrega del premio Oswaldo Payá.

El periodista independiente Henry Constantín Ferreiro, director de la revista La Hora de Cuba y vicepresidente regional de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), fue liberado el miércoles tras 36 horas de detención cuando se disponía a viajar a La Habana para asistir a la entrega del premio Oswaldo Payá.

Había sido detenido en el aeropuerto de Camagüey junto a la reportera independiente Sol García Basulto, explicó Constantín a la periodista Ivette Pacheco, de Radio Martí.

La detención se basa en una acusación de delito de "propaganda enemiga", sustentada en la información que oficiales de la seguridad del Estado aseguran haber encontrado en una laptop, una memoria y un teléfono celular que le confiscaron en noviembre pasado.

"Relativamente liberado. Estoy bajo acusación por propaganda enemiga, con riesgo de prisión", aseguró el joven disidente.

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Entrevista de Ivette Pacheco a periodista independiente, Henry Constantín.

Sol García Basulto y Henry Constantín fueron detenidos en el el aeropuerto de Camagüey.

Contó que García Basulto fue detenida en dos ocasiones en estas 36 horas y que los oficiales de la Seguridad del Estado "rompieron" sus teléfonos celulares.

Constantín y García Basulto habían sido detenidos un poco después de las 11 de la noche del lunes en el aeropuerto de Camagüey, mientras intentaban comprar pasaje para La Habana para asistir el miércoles al evento de entrega del Premio Oswaldo Payá al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

"Nos dimos cuenta que no nos querían vender pasajes deliberadamente, había una veintena de policías y oficiales de la seguridad del Estado hasta que terminaron llevándonos en una patrulla hasta una unidad en Camagüey", explicó.

"Ahí fui metido en un calabozo, se quedaron con 10 revistas impresas de La Hora de Cuba (...) En la madrugada me acusa un instructor de que he participado en una provocación internacional en La Habana", contó.

"Grave provocación"

El gobierno cubano impidió la entrada a la isla del propio Almagro, así como de invitados internacionales al Premio Oswaldo Payá.

El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió el miércoles una nota oficial dejando claro que todo sigue igual.

"El plan, tramado en varios viajes entre Washington y otras capitales de la región, consistía en montar en La Habana una abierta y grave provocación contra el gobierno cubano, generar inestabilidad interna, dañar la imagen internacional del país y, a la vez, afectar la buena marcha de las relaciones diplomáticas de Cuba con otros Estados.Tal vez algunos calcularon mal y pensaron que Cuba sacrificaría las esencias a las apariencias", alertó el texto.

Calabozo y amenazas

Constantín contó a Radio Martí que supo en el calabozo que los presos habían sido conminados a molestarlo.

"Eso no ocurrió afortunadamente", dijo.

Explicó que durante las 36 horas que estuvo detenido recibió amenazas de parte del mayor de la Seguridad del Estado, Rodeldenis Fonseca.

"Me mostró un expediente de casi 3 pulgadas de alto, me insistió en que me iban a aplicar la ley (...) me dijeron que en los medios que me confiscaron el mes pasado habían encontrado material contrarrevolucionario".

La SIP había condenado el martes la detención de Constantín.

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, Roberto Rock, exigió la inmediata liberación de Constantín y demandó "respeto al trabajo periodístico y al ejercicio de la libertad de expresión en Cuba".

"Las medidas dictatoriales del gobierno de Cuba no han cambiado un ápice, siguen hostigando e irrespetando la libertad de expresión", dijo el representante de la SIP.

El periodista de Camagüey está resuelto a continuar su labor de comunicador: "No tengo ningún tipo de miedo, ni eso va a ser freno en mi trabajo".