La piedra en el camino, los nueve días en que murió Fidel Castro

La piedra en el camino. Los nueve días en que murió Fidel Castro (Neo Club Ediiones).

El libro es "un esfuerzo en la dirección de desenmascarar el proceso de santificación del dictador Fidel Castro y estimular una mirada objetiva sobre la historia de Cuba", advierte el escritor y editor Armando Añel

El libro La piedra en el camino, los nueve días en que murió Fidel Castro, es una de las recientes publicaciones de Neo Club Ediciones, con base en Miami, dedicada a promover autores cubanos de dentro y fuera de la isla. De ahí que Cuba sea el tópico visceral de este proyecto.

En este título, cronología, testimonio, ensayo y antología a la vez, confluyen artículos, reflexiones y dibujos de un gran grupo de intelectuales y artistas cubanos, publicados en diferentes medios en español e inglés.

Entre los autores están Carlos Alberto Montaner, Amir Valle, ​ Armando de Armas, José Hugo Fernández, Adrián Morales, Aristides Pumariega,​ Juan Antonio Blanco, Juan Abreu, Ramón Fernández-Larrea y Randy Espinet, entre muchos otros. También recoge textos de políticos como Lincoln Díaz-Balart, Carlos Curbelo, Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart. E incluso hay declaraciones de Barack Obama, Donald Trump y Mike Pence.

Su editor, el escritor cubano exiliado en Miami, Armando Añel, director y fundador de Neo Club Ediciones, conversó con Martí Noticias sobre este compendio, una especie de mapa de lo escrito y dicho a propósito de la muerte del dictador cubano, ocurrida en La Habana el 25 de noviembre de 2016.

¿Cuándo se te ocurrió editar La piedra en el camino: los nueve días en que murió Fidel Castro?

Era una muerte largamente esperada por los cubanos libres. A veces llegué a sospechar que me moriría yo mismo antes de que ocurriera. En esos nueve días del "entierro" ocurrieron tantas cosas estrambóticas e hilarantes en Cuba, y tantas muestras de entusiasmo en el exilio, que el conjunto resultó excepcional, testimonialmente hablando. Entonces comprendí que, a partir de este episodio, se podía compilar un libro revelador sobre la historia de Cuba en los últimos 60 años, una especie de resumen testimonial, cuyas claves fueran el análisis y la amenidad.

Hace poco leí que se realizaría el primer Taller Científico Caminando con Fidel en la sede pedagógica Rafael María de Mendive, de Pinar del Río. El objetivo: “promover el intercambio científico y de experiencias teórico-prácticas que contribuyan a profundizar en el legado del líder histórico de la Revolución Cubana”. ¿Qué te trae a la mente?

Confirma lo que ya sospechábamos: que tras la muerte de Fidel Castro el régimen totalitario comenzaría el proceso de su "santificación". La piedra en el camino, los nueve días en que murió Fidel Castro, constituye también un esfuerzo en la dirección de desenmascarar el proceso de santificación del dictador Fidel Castro y estimular una mirada objetiva sobre la historia de Cuba. Una tarea que consideramos imprescindible.

¿Cómo pudiera describirse el supuesto “legado” de Fidel Castro?

En realidad el "legado" de Fidel Castro no es más que la continuación, ya en clave administrativa, de un espíritu dominado por el rencor, la solemnidad y el victimismo. Este espíritu resume lo peor de la cubanidad. Y este espíritu, que ronda la sociocultura cubana desde siempre, incluso más allá del célebre fusilamiento de los estudiantes de medicina en 1871 (precipitado por voluntarios cubanos, no por españoles) fue el que finalmente llegó al poder en 1959.

¿Cómo es posible hacer confluir a Castro con Rafael María de Mendive?

Como mismo es "posible" asociarlo con José Martí: a la fuerza. Como se dice en Cuba, a la cañona. "La cañona" es probablemente el rasgo de la cubanidad que con mayor tesón institucionalizó el castrismo. Al castrismo le fascina institucionalizar, es decir, formalizar, la cañona. Hasta le dedicó un año a estos procesos en aquella época en que le colgaban nombres o definiciones a los años: Año de la Institucionalización. Siempre tan solemnemente cañoneros.

Este evento, según el periódico de Pinar del Río, sería organizado por la “Cátedra Honorífica para el Estudio del pensamiento y obra de Fidel Castro”.

No faltaba más. Esa supuesta cátedra no es más que una institución al servicio de la institucionalización de la cañona. Entre muchas otras.

En Cuba se habla de Fidel Castro como “protagonista de las principales trasformaciones y logros de la Revolución”. ¿Qué opinas?

El castrismo no obtiene sus "logros" a través de relaciones, sino de cañonas. Todo "logro" del castrismo es una cañona. Y toda cañona es represión. Así llegamos a definir el único gran "logro" del castrismo: La represión como política de Estado. La exitosa institucionalización del terrorismo de Estado.

¿Si enviaras el libro La piedra en el camino a instituciones castristas, cómo sería recibido?

El escritor y editor Armando Añel en uno de los Festivales VISTA en Miami.

​Nunca será “recibido” por ninguna institución castrista. Esta es una de las razones de que hayamos reunido los excelentes textos, dibujos, comentarios y declaraciones de intelectuales cubanos en el exilio, para ofrecerle al lector una contrapartida a la ficción de Estado en Cuba. Testimonio contra ficción represiva.

¿Cómo se funde en el castrismo, que es un sistema totalitario, la represión con el absurdo?

Ha jugado un papel importante la educación en el absurdo. Otra vez la imposición de una historia manipulada y unos "valores" autoritarios de exclusión -de rechazo a la diferencia- dan como resultado una especie de coartada conceptual para que lo peor de la cubanidad se exprese agresivamente. El totalitarismo crea una realidad paralela, o hecho alternativo si prefieres, a través del sistema educativo en manos del Estado y del sistema de gratificaciones y movilizaciones -la zanahoria del palo- y luego la institucionaliza, la formaliza, brindando una coartada perfecta a los pusilánimes, a los envidiosos, a los rencorosos, a los oportunistas, que siempre son legión.

Has creado un concepto: la sociedad mundial del disparate.

Es un producto de la democratización de la exposición. Siempre existió la exageración pero, con la eclosión de Internet y la revolución tecnológica de este tercer milenio, la exageración comienza a multiplicar los niveles de exposición individual, popularizándose exponencialmente. Ya cada ciudadano es un periódico, y en muchas ocasiones algo adicional: prensa amarilla.

Hablas de eso en tu libro Meditaciones de Cantinflas.

Sí, ahí insisto en que en la Sociedad del Disparate, la política tradicional o profesional, tendiente a los pactos y las negociaciones, es paulatinamente desplazada por la política del disparate, caracterizada por los golpes de efecto o la retórica escandalosa del populismo digital. La era de la llamada "posverdad", donde el hecho alternativo es equiparable al hecho concreto.

¿Pudiera ser el castrismo el colmo de la sociedad del disparate?

El castrismo resulta incluso uno de los precursores de la Sociedad del Disparate en el sentido de que crea, a través de lo mediático, una realidad paralela, donde el hecho alternativo predomina sobre el hecho concreto, y la grosería pasa por autenticidad.

Cubierta de "La piedra en el camino. Los nueve días en que murió Fidel Castro" (Neo Club Ediciones)

¿Cómo se adoctrina, antes vivo y ahora muerto, con la imagen de Castro?

Insistiendo en la supuesta excepcionalidad de lo cubano, con Castro como ejemplo. Como ya dije en un artículo, en un sentido sociológico el castrismo es el altoparlante a través del cual se ha expresado lo peor de la seudonacionalidad: ese nacionalismo cubano histriónico, despistado, pretencioso como pocos, que durante más de un siglo ha sido incapaz de fraguar la nación y/o civilizar el país en cualquiera de sus variantes, ya sea como aliado u opositor de Estados Unidos.

Cuando en 1959 la revista Bohemia publicaba en gran tirada la imagen de un jefe de la revolución cuyo parecido con Cristo era resaltado hasta el delirio, no estaba retratando una realidad, sino expresando un deseo. Un deseo multitudinario: la ambición de trascendencia de un pueblo que se endiosaba a sí mismo por medio de su “salvador”.

A menudo, el ser humano necesita sentirse importante, y uno de los mecanismos absurdos a los que ha echado mano el cubano para darse importancia -un sector de la población digamos- es su supuesta "excepcionalidad". Castro ha servido de vehículo para transmitir la "excepcionalidad" de lo cubano, es decir, para que el pobre cubano machacado se sienta importante. De ahí la utilidad de libros como La piedra en el camino. Sirven de contrapartida a toda esta farsa.

¿Cuál es el objetivo de tu editorial con respecto a estos libros donde confluyen los autores y la nación cubana?

Libros como La piedra en el camino proponen liberar el pensamiento, crear un marco conveniente para el desarrollo en libertad, única manera de evolucionar culturalmente hablando. Porque, precisamente, se trata de construir una nación moderna, inclusiva, dinámica; de hecho, a mi modo de ver y el de muchos a estas alturas, la nación cubana no existe. Existe una población, no una nación. En cualquier caso, en la mentira o la falsificación, en la manipulación permanente, no se puede evolucionar.

¿Cómo te relacionas con los autores cubanos dentro y fuera de la isla, pues trabajas en ambos terrenos?

Es un trabajo casi familiar, pues desde principios de los años noventa en Cuba vengo interactuando con narradores y poetas. En el caso de los cubanos de adentro, en ocasiones me he topado con actitudes o razonamientos francamente surrealistas, pero enseguida entiendes que son fruto de una realidad muy particular y agresiva, hay que meterse un poco en su piel. Sensibilidad es la palabra de orden.

Neo Club Ediciones ​realiza varios concursos literarios.

La editorial es uno de los coordinadores, junto al Club de Escritores Independientes de Cuba y la Fundación Vista Larga, en el marco del proyecto Puente a la Vista, de los concursos Reinaldo Arenas (narrativa) y Dulce María Loynaz (poesía), cuyas bases para este 2018 publicó gentilmente Martí Noticias. Doy gracias a ustedes y animo a nuestros lectores a encontrarlas en el buscador de esta página.

También organizas festivales dentro y fuera de Miami.

Me alegra ser uno de los coordinadores del Festival Vista, que organiza la fundación que preside Idabell Rosales, y que constituyen un espacio de confluencia para creadores independientes donde se promueve la libertad y la creatividad. Próximas ediciones tendrán lugar este año en fechas aún por definir. Y como siempre enviaremos a Martí Noticias todos los datos, cuyo trabajo informativo siempre agradecemos mucho. Hace poco realizamos en Colombia en primer festival Vista en ese país, donde lanzamos la "Declaración de Bogotá" en contra de la represión intelectual en Cuba. Siempre estamos en actividad. Yo diría que el activismo cultural es una de las señas de identidad de la editorial, empeñada en tender puentes entre la imaginación y la libertad.

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