El nuevo Gobierno socialista español está dispuesto a exhumar los restos del general Francisco Franco, que desde su muerte en 1975 están en el Valle de los Caídos.
Qué hacer con el Valle de los Caídos es motivo frecuente de discusiones políticas en España, porque se trata de un lugar que recuerda los tres años de Guerra Civil (1936-39) y, para muchos, la dura posguerra, ya que sus obras de construcción en los años 40 y 50 contaron con los trabajos forzosos de presos republicanos.
Franco (1892-1975) supervisó personalmente el emplazamiento y la
construcción de ese lugar, que cuenta con una abadía benedictina, una basílica y un enorme osario donde están los restos de más de 30.000 muertos republicanos y franquistas de la guerra.
El socialista Pedro Sánchez fue elegido presidente del Gobierno el 1 de junio tras ser aprobada una moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy (PP, centroderecha) y su Gabinete entró en funcionamiento el pasado día 7.
El tema del Valle de los Caídos fue llevado hoy a una reunión de la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), cuyo secretario general es también Sánchez.
Antes del encuentro, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, garantizó a la prensa que el Ejecutivo cumplirá con la proposición no de ley aprobada por el pleno del Congreso en mayo de 2017 para exhumar los restos de Franco.
"Daremos cumplimiento a lo que el Congreso ya decidió que se hiciera", dijo Calvo a su llegada a la sede del PSOE, donde recordó que el Ejecutivo de Sánchez está dispuesto a "hablar con todos" y a "encontrar acuerdos".
Sánchez fue elegido presidente por partidos de izquierda y nacionalistas, pero su grupo parlamentario, el socialista, sólo cuenta con 85 de los 350 diputados del Congreso, por lo que tiene difícil sacar adelante medidas en los dos años que quedan de legislatura.
Algunos analistas apuntan que Sánchez se centrará en impulsar medidas que tengan efecto en la opinión pública y la exhumación de Franco lo tendría en la de izquierdas.
Sin embargo, los conservadores discrepan de esa medida y, así, la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, acusó al
Gobierno de Sánchez de volver a intentar hacer "sociedades bipolares" y a la "confrontación" de la etapa de Zapatero.
Es "volver a la política de muchos gestos y pocos hechos", opinó Levy, mientras su correligionario y vicepresidente del Senado, Pedro Sanz, dijo que sacar a Franco de su tumba "no es una preocupación que tengan en estos momentos todos los españoles".
Por su parte, el líder liberal Albert Rivera (Ciudadanos), advirtió de que es un "error" modificar sin consenso la Ley de Memoria Histórica para sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos.
Rivera dijo que estaría dispuesto a estudiar su apoyo a un "proyecto serio para convertir el enclave en un cementerio nacional" y "hablar de todo", pero "no para dividir a los españoles".
La izquierda más allá del PSOE, representada por Podemos, sí respalda la idea socialista.
(EFE)