EEUU fue alertado por expertos médicos sobre severidad de ataques a diplomáticos en Cuba

EEUU ordenó retirar a "más de la mitad" del personal de su embajada en Cuba.

En la evaluación médica han colaborado, además de la Universidad de Pennsylvania otras prestigiosas instituciones como el Centro Walter Reed , los Institutos Nacionales de la Salud y el Centro para el Control de Enfermedades, dijeron funcionarios d ela cancillería durante una audiencia congresional.

Dos de los testigos que se presentan este jueves en una audiencia del Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes de EEUU señalan en su exposición que fueron médicos estadounidenses los que, basándose en exámenes “altamente especializados", alertaron al Departamento de Estado sobre el peligro que estaban corriendo sus diplomáticos en Cuba en relación con ataques a su salud todavía inexplicados.

En una declaración conjunta, el Subsecretario de Estado Adjunto interino para Asuntos del Hemisferio Occidental Kenneth H. Merten, y el coordinador del Grupo de Trabajo para Respuesta a Incidentes de Salud, Peter Bodde, recuerdan que la cancillería estadounidense tuvo conocimiento de los reportes de sus funcionarios sobre afectaciones a su salud, así como de un incremento en el hostigamiento cubano contra ellos, a finales de diciembre de 2016.

El embajador Kenneth H. Merten.

Sin embargo, precisan los testigos, “no fue hasta meses después, una vez que fueron realizados y analizados por los expertos los exámenes médicos altamente especializados, cuando empezamos a comprender el espectro de severidad de los efectos para la salud, y a confirmar su alcance”.

“Tal confirmación indicaba que estos incidentes iban más allá del hostigamiento rutinariamente experimentado antes por los diplomáticos de EEUU en La Habana”, subrayaron.

Merten y Bodde señalan más adelante que médicos profesionales del gobierno de EEUU han colaborado estrechamente en el caso con íconos de la excelencia médica en el país, como el Centro para Lesiones Cerebrales y su Reparación de la Universidad de Pennsylvania (donde fueron evaluados 21 de los 26 diplomáticos y familiares afectados) el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed y los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

“También hemos pedido a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) su participación pericial a fin de entender lo que sucedió en La Habana”, agregan los autores. Durante la audiencia, el congresista demócrata por Nueva York Eliot Engel criticó la tardanza en buscar el apoyo de los CDC.

Engel recordó que en diciembre pasado él y el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, el republicano Ed Royce, enviaron una carta a los CDC para instarlos a asumir un papel de liderazgo en la pesquisa.

Merten y Bodde aseguran a los miembros del Subcomité que el Departamento de Estado continúa sus esfuerzos para movilizar todas las capacidades gubernamentales, médicas, investigativas, científicas y de inteligencia a fin de responder las preguntas más urgentes en torno a los ataques.

Los expertos buscan identificar y comprender el mecanismo que causó las lesiones, el móvil de los ataques y la identidad de los perpetradores.

Respuesta de EEUU a incidentes en Cuba

Director en funciones de Asuntos Internacionales y Comercio, Brian M. Mazanec.

Según la declaración del director en funciones de Asuntos Internacionales y Comercio de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental, Brian M. Mazanec, los diplomáticos estadounidenses y sus familiares sufrieron lesiones graves, incluido daño cerebral y pérdida de la audición.

Mazanec se refirió en su testimonio al proceso seguido por el Departamento de Estado para la convocatoria de una Junta de Revisión de Responsabilidad (ARB), sobre lo cual señaló que "el Departamento enfrentaba un desafío al garantizar que su oficina responsable fuera consciente de los incidentes que pueden cumplir los criterios para convocar a una ARB".

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Según Mazanec, las observaciones preliminares se centraron en "los desafíos de gestión relacionados con los incidentes en Cuba a través de nuestra revisión de documentación del Departamento de Estado y entrevistas con funcionarios competentes, aquí en Washington DC, con funcionarios de la embajada durante nuestro trabajo de campo en La Habana, Cuba, y con el personal afectado y miembros de la familia".

El experto señaló que la junta proporcionó un borrador de esta declaración al Departamento de Estado para su evaluación técnica y una revisión sensible.

"Llevamos a cabo el trabajo en el que se basa esta declaración desde noviembre de 2017 a agosto de 2018, de acuerdo con los estándares de auditoría generalmente aceptados por el gobierno", indicó Mazanec.

Mazanec señaló que la revisión de la respuesta del gobierno federal a los incidentes en Cuba continúan, y planean concluirla en una fecha futura.