Policía reprime marcha pacífica de Damas de Blanco

Fuerzas represivas detienen a las Damas de Blanco frente a la sede de la organización en La Habana. (Foto: Angel Moya)

Las fuerzas represivas utilizaron una sábana roja para tapar a las manifestantes, y ocultar las golpizas de las que son objeto cuando son detenidas.

Varias Damas de Blanco y un opositor al régimen continuaban detenidos este lunes en La Habana, tras el arresto arbitrario del que fueron objeto unos 30 activistas durante la manifestación pacífica que realizan cada domingo frente a la sede de la organización femenina en el barrio capitalino de Lawton.

La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y su esposo, el exprisionero político y activista de derechos humanos, Angel Moya, se cuentan entre los detenidos que este lunes no habían sido liberados, denunció a Martí Noticias María Cristina Labrada.

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Declaraciones de María Cristina Labrada

Labrada informó que las Damas de Blanco Maylén González y Maylén Maidique, de la provincia Ciego de Ávila, resultaron detenidas de forma violenta.

La activista dijo que los represores utilizaron una sábana roja para tapar las golpizas de las que son objeto de las Damas de Blanco cuando son detenidas.

Desde el sábado en la mañana, agentes de la Seguridad del Estado vigilaban la sede del movimiento opositor en Lawton, denunció Moya en Twitter.

En Matanzas, agentes de la Seguridad del Estado detuvieron este domingo a unas 16 Damas de Blanco en diferentes localidades de la provincia.

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Declaraciones de Leticia Ramos Herrería

La activista Leticia Ramos Herrería dijo que de las 40 Damas de Blanco que integran la organización en la provincia solo 11, residentes en Perico, Cárdenas, Coliseo y Jovellanos, lograron llegar a misa.

Cada domingo, las Damas de Blanco salen a manifestarse por la libertad de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos en Cuba. Fuerzas represivas impiden a la mayoría salir de sus casas, y quienes lo logran son arrestadas de forma violenta, y retenidas arbitrariamente durante horas en un calabozo de la policía política.

(Con la colaboración de Ivette Pacheco y Yolanda Huerga)