Un avión procedente de Baltimore aterrizó anoche en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, en un vuelo que duró tres horas y se efectuó un día después que Estados Unidos y Cuba culminaran una ronda de conversaciones para restablecer los vuelos regulares de aerolíneas estadounidenses a la isla.
Un alto funcionario del Gobierno de Estados Unidos dijo este jueves que todo parece indicar que los retos técnicos y de regulaciones no se resolverán este año, por lo que sostendrán otra ronda de conversaciones en los meses venideros.
La delegación de EEUU, compuesta por representantes de varias agencias gubernamentales del Departamento de Transporte, Comercio o Tesoro, se reunió con sus homólogos cubanos para explorar nuevas vías para establecer los servicios aéreos programados e "incrementar la seguridad" de los vuelos.
Con el objetivo de hablar sobre seguridad aérea, la Dirección de Seguridad en el Transporte formó parte de la delegación estadounidense, aunque el alto funcionario rechazó dar más detalles sobre acuerdos concretos.
Aerolíneas estadounidenses como American Airlines y JetBlue esperan poder incluir a Cuba en su itinerario de vuelos regulares sin necesidad de que los viajeros compren sus boletos a través de una agencia de viajes que ofrece servicios de fletes a la isla.
El lunes, la compañía aérea JetBlue anunció que agregó un segundo vuelo fletado a Cuba que saldrá del aeropuerto John F. Kennedy, en Nueva York, a La Habana todos los martes, a partir del 1 de diciembre de este año.
El servicio normal aeronáutico entre ambos países fue interrumpido por el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba en 1962.
El turismo estadounidense a Cuba está prohibido. De alcanzarse un acuerdo, los viajes seguirán limitados a las 12 categorías de estadounidenses tienen permitido viajar a la isla de forma especia, una medida que se ha sido más flexibilizada durante la Administración de Obama, creando un mercado más grande para los viajes a la isla.
(Esta nota fue elaborada con información de Agencias)