La Organización de la Conferencia Islámica (OCI) pidió este jueves una acción mundial contra la incitación al odio, tras la difusión del film “La inocencia de los musulmanes” y de caricaturas de Mahoma.
Desde el inicio de las protestas, más de 30 personas murieron en ataques y manifestaciones violentas, incluyendo 12 muertos en un atentado suicida el martes en Afganistán.
Las caricaturas publicadas el miércoles en el semanario francés Charlie Hebdo avivaron las protestas de los últimos días en varios países contra la película estadounidense, y ahora Francia es también, junto a Estados Unidos, objeto de la ira de los manifestantes.
En un comunicado, el secretario general de la OCI, Ekmeleddin Ihsanoglu, instó a los dirigentes políticos y religiosos a "formar un frente común contra los fanáticos y los extremistas involucrados en la desestabilización de la paz y la seguridad mundiales, atizando la incitación al odio religioso".
Francia, el país europeo con mayor población musulmana (se estima que allí viven de cuatro a seis millones de musulmanes) prohibió una manifestación prevista el sábado con el lema "No toques a mi Profeta". El gobierno socialista teme que el asunto de la caricaturas de Mahoma dé pie a un aumento de tensiones entre comunidades.
En Irán, unas 200 personas que afirmaban ser "estudiantes" protestaron el jueves ante la embajada francesa.
En Afganistán centenares de personas salieron a la calle en las afueras de Kabul.
En Pakistán, cinco policías y seis manifestantes resultaron heridos en una marcha de unos mil estudiantes, la mayoría armados con palos, que trataban de ingresar en el enclave diplomático donde se encuentran entre otras las embajadas de Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
En Egipto, los Hermanos Musulmanes, movimiento del presidente Mohamed Mursi, rechazó "categóricamente" la publicación de las caricaturas y pidió "medidas" al gobierno francés.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, criticó con dureza la película islamófoba. La libertad de expresión es un derecho "inalienable", pero cuando se usa "para provocar o humillar a otras personas en sus valores y creencias, no puede ser protegida de la misma forma", declaró ante periodistas en Nueva York.
Desde el inicio de las protestas, más de 30 personas murieron en ataques y manifestaciones violentas, incluyendo 12 muertos en un atentado suicida el martes en Afganistán.
Las caricaturas publicadas el miércoles en el semanario francés Charlie Hebdo avivaron las protestas de los últimos días en varios países contra la película estadounidense, y ahora Francia es también, junto a Estados Unidos, objeto de la ira de los manifestantes.
En un comunicado, el secretario general de la OCI, Ekmeleddin Ihsanoglu, instó a los dirigentes políticos y religiosos a "formar un frente común contra los fanáticos y los extremistas involucrados en la desestabilización de la paz y la seguridad mundiales, atizando la incitación al odio religioso".
Francia, el país europeo con mayor población musulmana (se estima que allí viven de cuatro a seis millones de musulmanes) prohibió una manifestación prevista el sábado con el lema "No toques a mi Profeta". El gobierno socialista teme que el asunto de la caricaturas de Mahoma dé pie a un aumento de tensiones entre comunidades.
En Irán, unas 200 personas que afirmaban ser "estudiantes" protestaron el jueves ante la embajada francesa.
En Afganistán centenares de personas salieron a la calle en las afueras de Kabul.
En Pakistán, cinco policías y seis manifestantes resultaron heridos en una marcha de unos mil estudiantes, la mayoría armados con palos, que trataban de ingresar en el enclave diplomático donde se encuentran entre otras las embajadas de Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
En Egipto, los Hermanos Musulmanes, movimiento del presidente Mohamed Mursi, rechazó "categóricamente" la publicación de las caricaturas y pidió "medidas" al gobierno francés.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, criticó con dureza la película islamófoba. La libertad de expresión es un derecho "inalienable", pero cuando se usa "para provocar o humillar a otras personas en sus valores y creencias, no puede ser protegida de la misma forma", declaró ante periodistas en Nueva York.