Estados Unidos rechazó este domingo el referéndum en el que Crimea votó a favor de la anexión a Rusia, y criticó las acciones "peligrosas y desestabilizadoras" de Moscú en esta crisis.
"Este referéndum es contrario a la Constitución de Ucrania, y la comunidad internacional no reconocerá los resultados de esta votación realizada bajo amenazas de violencia e intimidación por parte de la intervención militar rusa", señaló el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Las autoridades prorrusas anunciaron que el 93% de los electores votaron este domingo en favor de la anexión, una decisión "histórica" para el primer ministro de Crimea, Sergui Axionov.
"Estados Unidos ha apoyado firmemente la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania desde que declaró su independencia en 1991 y rechazamos el 'referéndum' que ha tenido lugar hoy en la región ucraniana de Crimea", dijo Carney.
"Estados Unidos y nuestros aliados han dejado claro que la intervención militar y la violación de la legislación internacional tendrán elevados costos para Rusia, no sólo por las medidas impuestas por Estados Unidos y nuestros aliados sino como resultado directo de las acciones desestabilizadoras rusas", señaló.
"Las acciones de Rusia son peligrosas y desestabilizadoras", agregó el vocero.
Más temprano este domingo, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se comunicó con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
"El secretario dejó en claro que esta crisis sólo puede ser resuelta políticamente y mientras los ucranianos toman las medidas políticas necesarias para continuar, Rusia en reciprocidad debe regresar sus fuerzas a sus bases, respondiendo así a las tensiones y preocupaciones acerca de una intervención militar", señaló un alto funcionario del Departamento de Estado.
Según Moscú, en el transcurso de su conversación con Kerry, Lavrov "exigió a Washington usar su influencia sobre las actuales autoridades de Kiev, para encaminarlas a tomar medidas eficaces para poner fin a (...) la arbitrariedad respecto a la población ruso-hablante".
Crimea fue históricamente parte de Rusia hasta que la Unión Soviética la cedió a Ucrania en 1954, por decisión de Nikita Jrushchov. Sin embargo, Moscú mantuvo en el puerto crimeo de Sebastopol la base de su flota en el Mar Negro.
"Este referéndum es contrario a la Constitución de Ucrania, y la comunidad internacional no reconocerá los resultados de esta votación realizada bajo amenazas de violencia e intimidación por parte de la intervención militar rusa", señaló el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Las autoridades prorrusas anunciaron que el 93% de los electores votaron este domingo en favor de la anexión, una decisión "histórica" para el primer ministro de Crimea, Sergui Axionov.
"Estados Unidos ha apoyado firmemente la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania desde que declaró su independencia en 1991 y rechazamos el 'referéndum' que ha tenido lugar hoy en la región ucraniana de Crimea", dijo Carney.
"Estados Unidos y nuestros aliados han dejado claro que la intervención militar y la violación de la legislación internacional tendrán elevados costos para Rusia, no sólo por las medidas impuestas por Estados Unidos y nuestros aliados sino como resultado directo de las acciones desestabilizadoras rusas", señaló.
"Las acciones de Rusia son peligrosas y desestabilizadoras", agregó el vocero.
Secretarios de estado de EE.UU y Rusia conversan
Más temprano este domingo, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se comunicó con su homólogo ruso, Serguei Lavrov.
"El secretario dejó en claro que esta crisis sólo puede ser resuelta políticamente y mientras los ucranianos toman las medidas políticas necesarias para continuar, Rusia en reciprocidad debe regresar sus fuerzas a sus bases, respondiendo así a las tensiones y preocupaciones acerca de una intervención militar", señaló un alto funcionario del Departamento de Estado.
Según Moscú, en el transcurso de su conversación con Kerry, Lavrov "exigió a Washington usar su influencia sobre las actuales autoridades de Kiev, para encaminarlas a tomar medidas eficaces para poner fin a (...) la arbitrariedad respecto a la población ruso-hablante".
Crimea fue históricamente parte de Rusia hasta que la Unión Soviética la cedió a Ucrania en 1954, por decisión de Nikita Jrushchov. Sin embargo, Moscú mantuvo en el puerto crimeo de Sebastopol la base de su flota en el Mar Negro.