Arte y Cultura
Rafael Vilches: "Aunque me descueren vivo, no dejaré de disentir"

Comencé a escribir a finales de los 70 del siglo pasado, y no me arrepiento de ninguno de los libros que he publicado.
Después de estar varios años en medio de la promoción de editoriales, instituciones culturales y espacios oficiales, el escritor Rafael Vilches Proenza (El cero de las mil nueve, Vado del Yeso, provincia Granma, Cuba, 1965) emprendió el camino de las publicaciones alternativas.
En esta entrevista para Martí Noticias da las claves de por qué se cree un hombre libre; habla de la censura y también de las manos amigas en el campo editorial en España, Alemania y Estados Unidos.
Estás cercano a la decena de libros publicados, si los armamos en un todo percibimos que vas en busca de la palabra, pareciera que tu obsesión es fundirte con el lenguaje, cada vez tus textos son más breves (incluyendo tu narrativa). ¿Cuál es el canto de sirena que te brindó la literatura?
Ya no creo en cantos de sirenas, son cancerberas travestidas, con antifaces, carros de policías; prefiero cantar con mi propia voz, no me importa experimentar ningún artificio palabrero.
Por la literatura descubrí, en las mismas proporciones, amor, desamor, traición, miseria humana, dolores, humillaciones; pero la palabra me salvó de hundirme en el foso profundo, tenebroso, que abrieron ante mis ojos los que me parametraron. Por ella supe de la suciedad del universo político. Por ella estoy cerca de Dios, la familia, los amigos que existen, y de besar, digo, versar a la muchacha que estoy a punto de amar, como si hubiera retornado a mis quince diciembres, y ella a sus diecisiete mayos.
Miro a un lago que descubro junto a los ojos de esta muchacha, me abandono en la suave hierba de la tarde con un sol que se conjuga en el agua con la luna, junto a un rinoceronte de metal que nos mira con ojos mansos mientras ella lo besa en la mejilla dura de cariño. Siento eso, lo vivo, y es lo que quiero decir, y lo escribo para que lo lean mis posibles lectores, y acaricien con las manos de mi muchacha al rinoceronte que impasible nos observa en su pradera, y respiren en sus cabellos la luz que en sus ojos arde, cuando ella sabe que le finjo que me duele, y me duele.
Sé, amo a mi patria, Dios me puso en ella para alguna misión, y ahí voy.
Tu narrativa, la novela Ángeles desamparados (Novela, Ediciones Bayamo, 2001, www.elbarcoebrio.com, España, 2012) es bastante testimonial, lo mismo que tu último poemario, Café amargo (NeoClub Ediciones, 2014). ¿Cuántos Vilches hay detrás de todas estas máscaras?
Detrás de esas máscaras están todos los Vilches posibles, y hasta los impasibles; toda mi literatura va testimoniando algo que vi, viví, sufrí, y un poco de la felicidad que padezco, y me acontece.
Ángeles desamparados, mi novela, es estancia mía en el infierno, herida que no sana. No hay un solo día que despierte y no recuerde el abismo abierto en mi vida, la memoria, el trance tremebundo entre infancia y adolescencia que persisten en salvarme de no ser carne del costal de los gobernantes.
Volvamos a tu novela, el tema de las becas ya había sido –aparentemente- limado por las generaciones literarias anteriores a la tuya. Esa novela breve ya tiene más de 10 años, la mayoría de las escuelas en el campo han desaparecido, pero siguen vivos los flagelos que allí anuncias y denuncias. O te adelantaste en el tiempo o se te quedaron cosas por narrar.
La novela pudo ser más gruesa, pero preferí contar, cortar, como quien pela de los hueso del corazón toda carne, y las hecha a arder en el fuego del Hades. Eso es lo que siento hoy.
No sé si me adelanté, me atrasé. Quería sacarme del alma el Diablo que me clavaron en el cuerpo a muy temprana edad. Los momentos más tristes de un millar de infantes regados por la isla como fichas de ajedrez, marionetas del poder.
Me costó mucho que una editorial en Cuba se interesara por ella. La terminé de escribir en 1996 y se publicó en una tirada de 600 ejemplares en 2001, que se agotaron de un tirón entre La Feria Internacional del Libro de La Habana, y la de Bayamo en 2002; quizás llegaron a alguna librería uno o dos ejemplares. Antes fue censurada, y hasta le quitaron un premio en un concurso literario en Holguín, en 1999, nuestro caro Michael H. Miranda, sabe la historia del premio.
Esa historia de unos cuantos niños abandonados en campos de concentración por todos los rincones de Cuba aún me parte-raja la memoria, sangra en un recuerdo vivo. En el libro la ficción es pura realidad. Quizás todos los avatares de la beca me prepararon para esta estancia por la vida que he sufrido.
Entras a publicar en Cuba a partir de los años 2000, aunque ya escribías desde varios años antes. A tus colegas narradores y líricos les ha interesado más experimentar casi contra el lenguaje, mientras tú apuestas por retomar la palabra, meterte en los campos del lenguaje para intentar comunicar mejor. ¿No tienes miedo de repetirte, de quedar en una lista enorme de escritores, pudiéramos decir, descriptivos?
Comencé a escribir a finales de los 70 del siglo pasado, y no me arrepiento de ninguno de los libros que he publicado, creo que cada uno es independiente, un ser individual, que cuenta lo que quise en ese momento.
Mira, nos pasamos la vida demeritando la obra y vida de José Ángel Buesa, y hoy está ahí, como un clásico de la literatura cubana, y hasta lo nominaron al Premio Nobel de Literatura en 1980.
No le temo a nada, estoy testimoniando un tiempo, una realidad, no sé si pasado, presente, futuro, se juntan, pero ahí está lo que digo, pienso, y siento, en las páginas de mis libros. He tenido una vida tan rica en experiencias, felices, tristes, desafortunadas, de todas salí más limpio, reconfortado, con más deseos de vivir. He sido un viajero incansable, empedernido, crónico, por los caminos de la isla. No creo me vaya a repetir en ninguno de mis días, siquiera en mis amores pasados, presente, futuros.
Si he hecho algún experimento con el lenguaje es para que mi lector, quien sea, tenga un diálogo con mi dolor, y el del país, con el acontecer luminoso que acabo de deshojar en un parque junto al tren blindado en Santa Clara, donde he visto amanecer enero de 2015 sin héroes ni mártires, en los ojos más bellos de una muchacha, y la experiencia se multiplique, porque es eso lo que he querido escribir, decir.
No me importa en la lista que quede, ya estoy en la lista negra del Gobierno, y eso sabe a gloria, no me importa la inclusión en otra, si me borran, si voy a quedar entre los que avancen hacia la posteridad, ya eso no me pertenece. Escribo para desnudarme en público, que me vean, digo que me lean. Lo demás lo dejo a Dios, a mis posibles, pacientes lectores.
Lo único que sé es que la novela Ángeles desamparados, y el libro de poesía Café amargo, los escribí con muchos dolores-heridas en el alma, y al final han resultado dos libros agradecidos. Críticos, amigos, lectores, han sido muy generosos con ellos y conmigo.
Pasemos a un tema que, desgraciadamente, te ha dado a conocer dentro y fuera de Cuba, la censura, la represión. ¿Cuándo, cómo y por qué rompes con las autoridades culturales cubanas, con su política de exclusiones?
Pero no fue hasta mi estancia bayamesa, holguinera, santaclareña que comencé a sufrí en carne propia la censura, la exclusión, la persecución, todo lo que se desprende de ellas. Sería 1999, Zoelia Frómeta desde México nos mandó al poeta Miguel Ramírez que ahora vive en Canadá y a mí, por correo electrónico, textos de Cabrera Infante, Vargas Llosa, Borges, Octavio Paz, Carlos Fuentes, y otros autores prohibidos en Cuba.
Yo fui a parar a una oficina del PCC con el ideólogo que "atendía" Cultura, y Migue fue echado del Centro del Libro de Granma donde laboraba como informático.
Luego fue la cacería de brujas cuando sacamos, tú, Michael Hernández, el Padre Olvier Hernández Carbonell, y yo la revista que más escándalo ha armado en la ciudad de los parques, Holguín, la revista Bifronte. Todos fuimos a parar a alguna oficina de la Seguridad del Estado, y no sería la única vez que nos pusieran una pistola cargada sobre la mesa por haber publicado en revistas y periódicos prohibidos a los escritores cubanos residentes, o reincidentes, en Cuba.
Luego la payasada que armaron en la UNEAC de Holguín al escritor Manuel García Verdecia y a mí. Me echaron como miembro de sus filas y como obrero de la entidad, se lo dejé a Dios, y en menos de tres meses botaron por ladrones a los culpables, al pintor y entonces Presidente de la UNEAC en la provincia, Jorge Hidalgo Pimentel, y a Sarah su secretaria ejecutiva, por ladrones, no fueron a prisión porque resultaron ser dos chivatos de la policía.
La lista de mis tropiezos con los políticos, y la policía política, es larga. El paso definitivo lo di cuando los dirigentes de cultura provincial en Villa Clara me dejaron en la calle, "sin este centavo" para sobrevivir en una ciudad que es mágica, angelical, con algunas magas, y pocos ángeles. Todo por haber publicado en la revista independiente Cuadernos de Pensamiento Plural.
Deambulé de un lado a otro como un apestado, sopesando si dormir en terminales, parques, iglesias o bajo puentes. A partir de ahí sentí paz, solo Dios sabe. Seguidamente me censuraron en la Editorial Capiro mi libro de poesía Salón del reino, aún permanece inédito, y mi libro Casa de aguas fue retirado del concurso literario Premio Fundación de Santa Clara, junto a uno de Sergio García Zamora. Ahora esperan por editoriales foráneas que se decidan a arriesgarse con ellos; desde entonces yo no existo como escritor en mi país, y no me preocupa para nada ser el fantasma en el que me han convertido.
Soy un escritor independiente, me gano la vida con lo que escribo, sobrevivo en mi patria como puedo, como amo.
¿Cuánto ha mellado en ti el hecho de estar hoy en los márgenes, de escribir desde la orilla de la isla y no desde el centro de sus mecanismos de promoción?
Yo tengo patrones, amigos que disfrutaron la paz de saber qué es sentirse en libertad, la de ser uno mismo; fueron encarnizadamente humillados, y salieron iluminados del calvario, Guillermo Vidal, Zoelia Frómeta, Amir Valle, Rafael Alcides, Carlos Manuel Pérez, Francis Sánchez, Luis Pérez de Castro, Ángel Santiesteban, Jorge Olivera, Víctor Manuel Domínguez, Raúl Rivero, María Elena Cruz, Michael Hernández, tú mismo, y tantos; lástima la extensión del listado en el que se pueden incluir muchos más nombres: hoy sé que todos fueron, y son, unos adelantados de la patria que queremos, soñamos, para los cubanos dentro y fuera de la isla.
Ya no me duele no ser incluido en cuanto evento se hace en el país, como en los años en que mi nombre estaba entre los primeros recordados para formar las listas de invitados, mucho antes de haber publicado mi primer poema. Ya me sané del "eventismo". Ahora siento lástima de los conocidos que huyen de mí porque no les conviene que los vean en mi compañía. La película se repite, es una noria, un tíovivo, el círculo vicioso del cubano.
No he dejado de asistir a los lugares que me interesan, no me resigno a dejar de amar, no he anulado al ser que soy, y que no dejaré de ser, aunque me descueren vivo, no me curaré, no dejaré de disentir. Y me digo: aun después de tus tropiezos y zancadillas, publicaste en Miami, a través de Neo Club Ediciones. Al parecer siempre hay una puerta abierta para los creadores libres.
Me alegra que las puertas de las editoriales se abran a mis libros, que mi condición actual sea de un creador libre, independiente. Respirar la libertad me ha hecho todo el bien que Dios ha deseado que respire, vea, sienta, escuche, viva.
Rafael Vilches Proenza, Vado del Yeso, Cuba, 1965. Lic. Educación Artística en Artes Plásticas. Egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Premio Nacional de Poesía Manuel Navarro Luna, 2004, El único hombre, poesía, Ediciones Orto, 2005; y 2010, País de fondo, Ediciones Orto, 2011. Premio Nacional de Poesía, De la Ciudad, 2005, Trazado en el polvo, Ediciones Holguín, 2006. Premio Nacional de Poesía, La Enorme Hoguera, 2006. A ambos lados la sombra, inédito. Mención Nósside Caribe, 2005. Mención Premio Poesía UNEAC Julián del Casal, 2007. Premio Nacional de Poesía, Centenario de Emilio Ballagas, UNEAC, 2008. Tiro de gracia, Ediciones Holguín, 2010. Otros libros: Ángeles Desamparados, novela, Ediciones Bayamo, 2001, www.elbarcoebrio.com, España, 2012. Dura silueta, la Luna, poesía, Ediciones Bayamo, 2003. Lunaciones, Editorial Independiente LetrAbierta, La Habana, 2012. Café Amargo, poesía, Editorial Neo Club Ediciones, Miami, EEUU, 2014. Textos suyos han aparecido en España, Italia, New Zealand, Alemania, Puerto Rico, México, Honduras, Brasil, Chile, Canadá, Argentina, EEUU y Cuba.
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Norah Jones cancela sus conciertos en La Habana

La cantante estadounidense Norah Jones canceló sus presentaciones programadas para febrero de 2024 en La Habana, confirmó este miércoles Danny Heaps, gerente general y fundador de la empresa de espectáculos Dreamcatcher Events, a cargo de la organización de la visita de la artista a Cuba.
"Norah decidió cancelar", aseguró Heaps a Diario de Cuba y ofreció disculpas por la “confusión” que esto pudo generar.
Martí Noticias intentó contactar a la empresa para indagar sobre los detalles de la suspensión pero hasta el momento de publicar esta nota no ha obtenido respuestas.
La compañía, con sede en Nueva York, había eliminado el evento en La Habana de su sitio web de reservas y borrado todas las referencias a los conciertos de sus redes sociales. Tampoco estaba disponible en los canales de la cantante el video y el comunicado en el que promocionaba su viaje.
La semana pasada un artículo del Miami Herald alertaba a los estadounidenses interesados en comprar el paquete que se hospedarían en un hotel perteneciente a los militares cubanos. El Hotel Grand Aston en La Habana es propiedad de Gaviota, entidad perteneciente al conglomerado GAESA que aparece en la Lista Restringida del Departamento de Estado.
No obstante, aclaraban que el Aston no estaba propiamente mencionado en el listado. El hotel fue inaugurado el pasado año y el documento no se actualiza desde enero de 2021. De hecho, este lunes el senador republicano Marco Rubio envió una carta al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, instándolo a ello.
Rubio explicó que el retraso estaba permitiendo a personas como Norah Jones organizar las llamadas “visitas educativas” para turistas estadounidenses. Tanto “el dictador (Miguel) Díaz-Canel como los integrantes del ejército cubano han aprovechado la situación para crear nuevas entidades para eludir ilegalmente las sanciones existentes y realizar transacciones con industrias privadas de Estados Unidos”, dijo.
Las entradas para el evento de la cantautora, ganadora del Grammy, salieron a la venta por un valor que oscilaba entre los 3.499 y los 8.599 dólares. El precio incluía cuatro noches en el Grand Aston y entradas para los conciertos en el Teatro Martí, ubicado en La Habana Vieja. Promocionado bajo el slogan “Norah Jones Vive en La Habana”, la visita contemplaba además una “clase magistral” de la artista para estudiantes del Instituto Superior de Arte (ISA).
"¡Emocionada de ir a Cuba por primera vez como parte de un intercambio cultural y educativo! Espero conocer más del rico patrimonio musical del país y compartir mi música a través de dos espectáculos en el histórico Teatro Martí el 17 y 18 de febrero", había anunciado Jones en sus redes sociales en noviembre pasado.
La noticia de su visita generó un amplio debate en las redes sociales. Cientos de cubanos le recordaron que en Cuba hay una dictadura y que con su viaje estaba ayudando a financiar la represión.
A inicios de noviembre la escritora cubana Lía Villares, exiliada en Estados Unidos, lanzó una petición en la plataforma Change.org para que Norah suspendiera sus conciertos en la isla.
“El pueblo de Cuba está en un punto crítico donde la atención y el apoyo internacionales pueden marcar una diferencia tangible. Tu influencia, Norah, puede contribuir a la narrativa elaborada por un régimen opresivo, o desafiarla al posicionarte con los valores de libertad y justicia junto al pueblo cubano. Es un momento decisivo para decidir si tu arte se erige como un faro para los oprimidos o si es cooptado en el tapiz de su subyugación. El momento de actuar es ahora, para asegurar que tu legado refleje un compromiso con los ideales que tu música siempre ha parecido encarnar”, explica el texto de la campaña que recogió casi 300 firmas.
Esta semana, cuando comenzaron a circular reportes en medios de prensa sobre la cancelación de la visita de la cantante, las redes sociales se llenaron de memes.
“Próximamente en todas las plataformas, teatrales o no, de La Habana y Gaviota. Un texto de Henrik Ibsen”, comentó en Facebook el artista cubano Julio LLópiz junto a un cartel con la foto de la cantante.
El diseñador y humorista gráfico Alen Lauzán también publicó un cartel titulado “Norah la embarcadora” en la revista Mazzantini, una publicación seguidora de la tradición de la sátira política cubana impulsada por varios artistas emigrados.
Hasta el momento Norah Jones no se ha pronunciado públicamente sobre la cancelación de su viaje a Cuba.
Observatorio de Derechos Culturales de Cuba condena exposición de Kcho en el Vaticano

El Observatorio Cubano de Derechos Culturales (ODC) condenó la reciente exposición de artista oficialista Alexis Leyva Machado (Kcho) en el Vaticano. La obra, que lleva por título “Un nuevo mundo”, fue inaugurada el pasado 11 de noviembre en el Palazzo de la Cancellería de la Santa Sede.
“Kcho fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la VII Legislatura. Es uno de los artistas favoritos del régimen, y abanderado de su propaganda”, recordó el ODC en un comunicado que precisa que esta es la tercera ocasión que el artista expone en el Vaticano. La primera fue en 2014 con una muestra llamada “Vía Crucis”, y la segunda en 2018 con otra titulada “Resurrección”.
“La presencia continuada de Kcho en el Vaticano es completamente ilegítima. Estamos hablando de un artista que se ha alineado al discurso demagógico del gobierno cubano, que utiliza a las instituciones culturales para farsear la realidad de lo que está pasando en la isla”, dijo a Martí Noticias la activista y curadora de arte Anamely Ramos, miembro del ODC.
Según declaraciones del propio artista a la prensa estatal, la exposición responde al llamado a “poner el arte al servicio de la humanidad”, realizado por el papa Francisco el pasado 23 de junio.
“Llevan años tratando de vender un país donde se representa muy bien a los artistas e intelectuales cubanos cuando en realidad la política cultural ha sido excluyente desde el minuto cero, con la represión e incluso la cárcel para muchos de ellos”, agregó la activista a nuestra redacción.
En la inauguración de la exposición, patrocinada por la embajada de Cuba ante la Santa Sede y el Dicasterio de Cultura y Educación del Vaticano, estuvo el embajador de la isla, René Mujica, miembros del cuerpo diplomático del régimen acreditado en Roma y el Vaticano, así como varios funcionarios de la Santa Sede.
“Mientras Kcho se codea con la curia pontificia, en supuesta representación del pueblo cubano, como afirma el embajador Mujica, en Cuba hay artistas presos por intentar ejercer su creatividad y sus derechos. Por ello, desde este Observatorio cuestionamos su legitimidad también para representar el arte cubano, y nos oponemos a la instrumentalización del arte por la propaganda y la diplomacia del Gobierno para consolidarse de cara a la comunidad internacional”, cuestiona el comunicado.
Kcho utilizó un casco amarillo que, según él, lo acompaña hace más de una década para sus trabajos “al lado del pueblo” y aseguró que se sentía muy feliz “construyendo una escuela, poniéndole el techo a una casa… Eso me llena, me da una felicidad que nunca ante había experimentado”, dijo en declaraciones a la agencia estatal Prensa Latina.
Para Ramos, lo que está haciendo es jugando con la imagen del artista y prisionero político Luis Manuel Otero Alcántara, quien utilizó un casco similar en señal de protesta tras la caída de un balcón en la Habana Vieja que mató a tres niñas a finales de enero de 2020.
“Él extendió esta protesta por un hecho específico a todas las desgracias que ocurren en Cuba, justamente porque los recursos se desvían hacia el mantenimiento de un poder ilegítimo y no a las necesidades reales del pueblo. La imagen de Luis Manuel caminando con un casco por las calles movilizó a la gente y Kcho lo que hace es subirse encima de ella e intentar desviarla”, acotó.
“Es una estrategia del castrismo, utilizar a personas e instituciones que deben servir al pueblo para generar falsos positivos, para hacer creer que esas son las figuras que representan al pueblo, que esa es la gente que está haciendo cosas en las comunidades, cuando sabemos que no es real. Pero ese discurso los ayuda a tapar a quienes sí lo hacen, a quienes se arriesgan y son criminalizados por ello”, agregó.
La activista recordó que Kcho tiene un centro cultural en el barrio Romerillo, uno de los más pobres de La Habana. “Desde ahí lanza todos estos proyectos 'comunitarios ' que lo que hacen es darle migajas a las personas, pero no sabemos lo que en realidad ganan con eso. Se lavan la imagen unos a otros. No tenemos vías para saber cómo se están creando esos proyectos, cómo se mueve el dinero, qué es lo que va a la gente y qué es lo que no”.
Graduado de la Escuela Nacional de Arte en 1990, Alexis Leyva ha expuesto sus obras en casi todos los espacios artísticos del país y en prestigiosas instituciones internacionales como en el Centro de Arte Reina Sofía.
El artista ha estado envuelto en escándalos por abuso machista y en 2018 habría sido internado en una clínica de desintoxicación por consumo de drogas.
Además, trascendió que estuvo envuelto ese mismo año en un proceso legal por una deuda con el Ministerio de Comunicaciones.
En medio de la polémica que generó todo ello, visitó la tumba del fallecido dictador Fidel Castro y dio una entrevista a la televisora rusa RT en la que se declaró “fidelista”. “Soy así porque mi mamá me lo enseñó”, dijo.
Kcho estuvo fuera de la escena cultural durante aproximadamente dos años. Sin embargo, en 2020 reapareció en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana con la muestra “En ningún lugar como en casa”.
“Monumento para ser derrumbado”, una obra de Camila Lobón que imagina el fin de la dictadura cubana

La artista cubana Camila Lobón ha imaginado el fin de la dictadura con una serie de fotografías creadas con la ayuda de una herramienta de Inteligencia Artificial (IA).
La obra, titulada “Monumento para ser derrumbado”, recrea una supuesta escultura del fallecido Fidel Castro y el momento en el que el pueblo la derriba.
“Esta obra la hice, específicamente, para un proyecto que estaba organizando el colectivo Forma Foco, un grupo de curadores cubanos radicados en Madrid, en colaboración con la Galería Entre. La idea era, justamente, agrupar obras que, de alguna manera, proyectaran o hablaran del futuro post totalitario en mi país, y que entraran en diálogo con los movimientos de la sociedad civil de los últimos tiempos”, explica la artista visual a Martí Noticias.
“Nos pareció que lo más adecuado era generar una imagen verídica de ese posible futuro de restauración de la democracia en Cuba”, agrega Lobón.
En 2016 el Parlamento cubano aprobó una ley que prohíbe el uso del nombre y la figura de Castro para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos. Tampoco pueden ser erigidos en su memoria monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributo.
Según afirmó su hermano menor, Raúl Castro, el ex dictador siempre dijo que no quería que le hicieran culto a su personalidad, aunque esto sea, justamente, lo que el régimen ha hecho por más de seis décadas.
Para Camila Lobón “en esa prohibición, en ese deseo de Fidel, se lee también una proyección nefasta de la caída de su imagen en un futuro, como ha sucedido en otros contextos totalitarios”. La artista considera que el régimen aprobó esa normativa para “ahorrarse la imagen de su defenestración pública”.
“Para subvertir eso, y para hacer una especie de acto iconoclasta de restauración histórica, es la idea de crear, precisamente, el monumento que no quería, y hacerle esa especie de ritual público. Es una fantasía que se proyecta como obra de arte, pero con perspectiva de que, realmente, pudiera realizarse algún día”, comenta a nuestra redacción.
Aunque Lobón no había utilizado hasta el momento la IA en su arte, no descarta la idea de emplearla porque “tiene esa magia de poder generar y proyectar de una manera realista y bastante creíble cualquier tipo de escenario posible”.
“Hay una especie de encanto en poder generar imágenes de todos los futuros posibles que nos imaginemos que es muy atractiva y que, evidentemente, funciona para este tipo de obras”, explica.
Lobón, una de las artistas que formó parte del movimiento 27N en Cuba, se exilió en Estados Unidos en 2021, tras las presiones y amenazas a las que fue sometida por parte de la Seguridad del Estado.
“Este ha sido un tiempo muy difícil, con todos los traumas que carga ser una sobreviviente… Ha sido también un tiempo para pensarme de cara a los que no lo han sido, los que no han tenido un destino tan afortunado, pero, al mismo tiempo, pasando por un proceso destructivo”, dice.
“Es como una especie de renacer en el que debes aprender a construirte una vida completamente extraña y nueva. Ha sido difícil pero es también un tiempo en el que uno se fortalece y aprende a salirse de sus propias lógicas. Lo veo como un proceso a largo plazo, en el que no pierdo de vista la persona que quiero ser a nivel intelectual y humano, para poder funcionar y actuar en el contexto cubano”.
La obra de Lobón estará expuesta al público hasta el próximo tres de diciembre, en el Museo de Arte Contemporáneo Belvedere 21, de Viena, como parte de una exposición colectiva sobre la realidad cubana titulada Alibi.
En la exposición participan activistas y defensores de los derechos humanos cubanos como Luis Manuel Otero Alcántara, Kevin Ávila, el grupo Justicia 11J, Carla María Bellido, Raychel Carrión, Liliam Dooley, Mitch EC, José Raúl Gallego, Claudia Patricia Pérez, Luis Alberto Mariño, el Centro de Estudios Convivencia, Ernesto Oroza, Julio Llópiz-Casal, Yimit Ramírez y Ezequiel Suárez.
Artista cubano propone inmersión total en obras de 25 creadores durante Miami Art Week

El artista cubano Rodolfo Peraza, creador de la MUD Foundation, propone al público una inmersión total en obras de decenas de artistas, con la exposición Media Under Dystopia WISPer, que se inaugura el próximo 29 de noviembre, marcando el inicio de la Semana del Arte de Miami (Miami Art Week).
La invitación a experimentar las obras, tanto en persona como de manera virtual, con interacción en tiempo real y realidad extendida (XR), permitirá a los participantes convertirse en parte de cada uno de los proyectos.
Los 25 artistas de WISper están unidos en la exploración de la relación entre el Internet, la realidad extendida y la democratización de la creación artística.
Los artistas participantes en la exposición son Gretchen Andrew, Connie Bakshi, Martin Carrillo, Leo Castañeda, Dhiren Dasu, Laurence de Valmy, Richard Garet, José Hernandez, Lans King, Rodolfo Peraza, Amelie Schläeffer, Ariel Baron-Robbins, Angie Amaro, BBraio, cha, Wenjun Chen, AdrienneRose Gionta, Inbar Hagai, Ibuki Kuramochi, Joelle McTigue, Zhou Peng, Denis Rovinskiy, David Sainté, Ryan Seslow y Match Zimmerman.
"En el centro de WISPer está la exploración de cómo la realidad extendida y los puntos de acceso a Internet pueden tejer nuevas conexiones entre diversas comunidades dentro del espacio inmersivo de nuestro MUD Verse, y dar acceso a una comunidad más amplia de artistas y espectadores", aseguró Peraza, nacido en Cuba y asentado en los Estados Unidos.
Los organizadores de la muestra explican que WISPer se deriva de 'Wireless Internet Service Provider' (WISP) y la palabra 'whisper' (susurro), "un concepto que encarna la esencia de la visión de MUD".
Precisamente, una red WISP que abarca los alrededores de la Fundación MUD, localizada en el noreste de Miami, facilita la accesibilidad de las comunidades vecinas al programa de exposiciones.
La muestra está alojada además en el metaverso MUD Verse y en Loop.Onland.io, dos plataformas XR desarrolladas por la fundación, reconocida en 2022 con el premio Knight Foundation New Work y patrocinada, entre otros, por el Fondo Nacional para las Artes (NEA), el mayor programa de fomento artístico de los Estados Unidos.
La Semana del Arte de Miami incluye en esta ocasión las ferias Art Basel Miami Beach, Design Miami, Art Miami, photoMIAMI, AfriKin Art Fair, Aqua Art Miami, Art Beat Miami, Chroma, CONTEXT Art Miami, Fridge Art Fair, INK MIAMI Art Fair, Miami River Art Fair, NADA Miami Art Fair, Pinta Miami, No Vacancy, Miami Beach, Prizm Art Fair, Scope Miami Beach, Spectrum Miami y UNTITLED Art, Miami Beach.
Otero Alcántara imagina una gran instalación con banderas cubanas durante Art Basel y pide colaboraciones

Las redes sociales del preso político Luis Manuel Otero Alcántara han pedido a los interesados en colaborar con el artista que compartan sus banderas cubanas para un nuevo proyecto que tendrá su estreno en el contexto de la prestigiosa feria Art Basel en Miami, el próximo 6 de diciembre de 2023.
"Participa de esta nueva instalación de Luisma, ayúdale a seguir poniendo sobre la mesa temas tan medulares para Cuba como identidad y esperanza", invita la convocatoria del artista condenado a cinco años por los delitos de ultraje a los símbolos patrios, desórdenes públicos y desacato.
El mensaje que pidió divulgar desde su encierro en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, en Artemisa, indica que "la idea es realizar una instalación de grandes dimensiones con banderas cubanas de telas, de distintos tamaños" y que el proyecto estará coordinado por las curadoras Claudia Genlui y Yanelys Núñez.
El post aclara: "Luis Manuel aún no titula esta instalación, sin embargo le inspiran las siguientes imágenes: “exilio, residuo, repatriación, secuestro. Dos años después…Pérdida ¿Qué es la Patria? Despojo. ¿Qué pasó con la bandera hallada en la selva del Darién? Las banderas que me quitaron. Holocausto. Ultraje ¿Luego de la Marcha qué? Prohibido regresar".
El artista encarcelado desde el 11 de julio de 2021 recientemente envió un mensaje desde la cárcel en el que lamenta que figuras de relevancia internacional, procedentes de instituciones y Estados democráticos no han podido conseguir que el régimen de Miguel Díaz-Canel libere a los más de mil presos políticos que hay en la Isla.
“Después de estrechar la mano del presidente Miguel Díaz-Canel, ¿preguntaron por nosotros? ¿tendremos que esperar otros cuatro o cinco años para que otra Asamblea General de la ONU exija que Cuba respete nuestros derechos humanos?”.
“Los máximos dirigentes de la Unión Europea han visitado La Habana, pero ni siquiera este importante socio económico logró conmover al régimen para que los presos políticos no pasaran un día más sin abrazar a sus seres queridos en libertad, en lugar de bajo la atenta mirada de un guardia”, afirma el creador del Movimiento San Isidro.
La semana del Arte de Miami (Miami Art Week) que se celebra en diciembre incluye en esta ocasión las ferias Art Basel Miami Beach, Design Miami, Art Miami, photoMIAMI, AfriKin Art Fair, Aqua Art Miami, Art Beat Miami, Chroma, CONTEXT Art Miami, Fridge Art Fair, INK MIAMI Art Fair, Miami River Art Fair, NADA Miami Art Fair, Pinta Miami, No Vacancy, Miami Beach, Prizm Art Fair, Scope Miami Beach, Spectrum Miami y UNTITLED Art, Miami Beach.
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