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Por qué Ucrania no pasa la prueba de nacionalidad de Putin (y por qué Putin está equivocado)

La plaza de la Independencia de Kiev.
La plaza de la Independencia de Kiev.

La amenaza del presidente ruso a un vecino más pequeño se deriva de un entendimiento histórico sesgado de que Ucrania no es un país real.

A los ojos del historiador aficionado Vladimir Putin, Ucrania no es una entidad nacional completamente soberana y distinta. Esta "soberanía fraudulenta" significa que el país, el segundo más grande de Europa, con más de 600.000 kilómetros cuadrados, no tiene derecho a administrar sus asuntos internos ni a perseguir libremente objetivos de política exterior.

¿Cómo lo sabemos? Putin explicó su comprensión de la historia de Europa del Este y sus ideas futuras en su artículo de julio sobre la unidad histórica de Rusia y Ucrania. En él, Putin argumentó que "la verdadera soberanía de Ucrania solo es posible en asociación con Rusia" debido a los lazos formados durante su historia compartida. Son, por tanto, "un solo pueblo".

Los historiadores ucranianos responden que el presidente ruso malinterpreta los procesos históricos y malinterpreta los acontecimientos históricos. Como muchos antes que él, Putin cree en el origen compartido de los pueblos ruso, ucraniano y bielorruso.

el presidente ruso malinterpreta los procesos históricos y malinterpreta los acontecimientos históricos

Putin escribe que "los rusos, los ucranianos y los bielorrusos son todos descendientes de la antigua Rus", poblados por eslavos y otras tribus que "estaban unidos por un idioma (al que ahora nos referimos como ruso antiguo), lazos económicos, el gobierno de los príncipes de la dinastía Rurik y, después del bautismo de Rus, la fe ortodoxa". Él cree que: "Tanto la nobleza como la gente común percibían a Rus como un territorio común, como su patria".

Los historiadores ucranianos argumentan que, si bien las partes de la Ucrania moderna y la Rusia moderna compartían lazos dinásticos a principios de la Edad Media, podría no ser suficiente hablar sobre la uidad étnica, cultural y lingüística de las personas que las habitan.

Kyivan, o simplemente Rus, se originó en un asentamiento vikingo en las tierras boscosas de Kyiv y sus alrededores en el siglo VIII. Uno de los clanes vikingos, los Ruriks, conquistó a sus competidores, estableció el control sobre las rutas comerciales del río y estableció la unidad política.

"La mayoría de los estudiosos creen que la palabra 'Rus' tiene un origen escandinavo. Probablemente deriva del término finlandés Ruotis' para referirse a los suecos; en sueco, significa 'los hombres que reman', dice el historiador de la Universidad de Harvard Serhii Plokhy.

el presidente ruso malinterpreta los procesos históricos y malinterpreta los acontecimientos históricos

Desde Kiev, que en el siglo XI era una de las ciudades más grandes de Europa, la dinastía Rurik se expandió hacia el oeste y el este, llegando a los territorios modernos de Bielorrusia y Rusia. No satisfechos con las perspectivas en casa, sus príncipes establecieron el control sobre nuevos territorios, y de esta manera, se fundó Moscú a principios del siglo XII.

Los historiadores ucranianos creen que este principado ampliado no compartía un idioma común. Rus importó textos religiosos de Bulgaria, traducidos del griego al búlgaro eslavo, más tarde denominado "eslavo eclesiástico". Pero este idioma no era hablado por la población de Rus y solo se usaba en "tratos eclesiásticos, procedimientos estatales y judiciales, mantenimiento de registros históricos", dice Ivan Patrylyak, Decano del Departamento de Historia de la Universidad Nacional Taras Shevchenko en Kiev.

Tampoco había un sentido de unidad entre los variados pueblos de Rus. Plokhy dice que la difusión de la identidad eslava estuvo estrechamente asociada con la aceptación del cristianismo de Bizancio. "Cuanto más se cristianizaba Rus, más se volvía eslavo, visto en el contexto de los eslavos balcánicos, la historia más amplia de Bizancio y el mundo de la cristiandad".

Alrededor de un tercio de las tribus no eran eslavos y, a medida que la tierra de Rusia comenzó a fragmentarse, las lealtades políticas se trasladaron a los principados locales, dijo el historiador.

La conexión dinástica tiene poca importancia: la dinastía gobernante era nórdica y estaba relacionada con la mayor parte de Europa. Uno de sus príncipes, Yaroslav el Sabio, se casó con la hija de un rey de Suecia. También casó a sus hijos con parientes cercanos o gobernantes del imperio bizantino, Noruega, Polonia, Hungría y Francia.

Increíblemente, sabemos el día exacto de la desaparición de Kyivan Rus: el 7 de diciembre de 1240, cuando los invasores mongoles de las estepas euroasiáticas conquistaron Kiev. Dividieron las tierras gobernadas por la dinastía Rurik en dos partes: una era el núcleo de la futura Rusia y otra que finalmente se convirtió en Ucrania.

La experiencia del gobierno mongol fue muy diferente, dice Plokhy. "En su parte oriental, la presencia mongola duró hasta finales del siglo XV y fue mucho más estricta, en parte porque estaba más cerca de su centro político. En Ucrania, los mongoles fueron menos intrusivos y opresivos; su gobierno terminó efectivamente con mediados del siglo XIV". Con el tiempo, la parte occidental se incorporó al Reino de Polonia, al Gran Ducado de Lituania y, finalmente, a la Mancomunidad polaco-lituana, con diferentes grados de autonomía.

En el siglo XV, en las estepas al sur de Kiev, surgió una nueva fuerza llamada los cosacos. Esas tierras gobernadas libremente por gobernantes semiautónomos, estaban en auge con los colonos. Muchos vinieron para escapar de la servidumbre, los impuestos o las deudas. Los gobernantes locales alentaron a los asentamientos para que sirvieran de protección contra el janato de Crimea, un estado vasallo del imperio otomano, que se dedicaba tanto al comercio como a las incursiones de esclavos.

Comenzando como pequeñas bandas, los cosacos se hicieron famosos como liberadores de esclavos, como guerreros y, finalmente, como una fuerza política y militar involucrada en un conflicto prolongado con los gobernantes polacos. El 8 de enero de 1654, en la ciudad de Pereiaslav, el líder cosaco Bohdan Khmelnitsky reunió a un grupo de sus oficiales para jurar lealtad al zar Aleksei Romanov de Moscú.

Al igual que los historiadores soviéticos, Putin se refiere a este tratado y los eventos posteriores que culminaron en la Tregua de Andrusovo en 1667 y el Tratado de Paz Perpetua en 1686, como la reunificación del pueblo dividido. "Sus habitantes se reunieron con la mayor parte del pueblo ortodoxo ruso. Estos territorios se denominaron 'Malorossia' (Pequeña Rusia)".

Esto no es aceptado por la mayoría de los historiadores ucranianos. "Lo que sucedió en Pereiaslav en 1654, dice Plokhy, "no fue ni la reunificación de Ucrania con Moscú [el nombre oficial en ese momento] ni la reunión de dos personas fraternales". Nadie pensaba en términos étnicos en ese entonces. El discurso de Khmelnytskyi, registrado en los materiales de la embajada moscovita, explica su pensamiento. Describió cuatro opciones para el soberano del cosaco Hetmanate: el sultán turco, el khan de Crimea, el rey polaco y el zar". Patrylyak señala que: "Bohdan Khmelnytsky buscó apoyo militar y legitimidad dinástica. Le pareció que las condiciones ofrecidas por el zar y sus embajadores eran las más favorables".

Sergi Yekelchyk, profesor de historia en la Universidad de Victoria, Canadá, dice que la idea de que el pueblo ruso se reuniera bajo el cetro de zares descendientes de los antiguos gobernantes rusos fue una invención posterior. "Fue desarrollado primero por los clérigos de Kyivan que intentaban asegurar su papel bajo los zares y luego se consagró en la ideología imperial rusa y soviética".

Las dos partes necesitaban intérpretes para entenderse, dice Plokhy, y vieron el acuerdo de manera diferente. Mientras que los cosacos lo vieron como "un contrato con obligaciones vinculantes para ambas partes, el zar percibió a los cosacos como sus nuevos súbditos y sus tierras como su nuevo reino".

Los cosacos no tardaron mucho en darse cuenta de la diferencia. El siguiente período es conocido por los historiadores ucranianos como "la ruina", y vio múltiples alianzas firmadas o negociadas por los comandantes militares ucranianos, con Polonia, los otomanos y los suecos. A pesar de sus esfuerzos, la Tregua de Andrusovo (1667) dividió la Ucrania cosaca a lo largo del río Dnipro, entre Moscú y Polonia. Esta línea divisoria se mantuvo durante siglos.

Putin luego dirige su ira hacia los bolcheviques por su decisión de 1922 de establecer la República Socialista Soviética de Ucrania..

Uno de los pasajes más llamativos del tratado de Putin indica que él ve la nación ucraniana como una creación de finales del siglo XIX y, de manera crítica, como resultado de la influencia extranjera.

"Al mismo tiempo, la idea del pueblo ucraniano como una nación separada de los rusos comenzó a formarse y ganar terreno entre la élite polaca y una parte de la intelectualidad malorusa", dijo. "No había una base histórica [para esta idea]".

Putin luego dirige su ira hacia los bolcheviques, por su decisión de 1922 de establecer la República Socialista Soviética de Ucrania, que tenía al menos el derecho nominal a la secesión, que el presidente de Rusia describe como plantar "la bomba de relojería más peligrosa". "Esta política nacional soviética aseguró a nivel estatal la provisión de tres pueblos eslavos separados: ruso, ucraniano y bielorruso, en lugar de la gran nación rusa, un pueblo triuno que comprende velikorusos, malorusos y bielorrusos", escribe.

Patrylyak contradice esto y explica que "la idea de crear una Ucrania independiente en el sentido moderno de la palabra se vio en la poesía de Shevchenko a mediados del siglo XIX, expresada en las obras de los intelectuales ucranianos en la segunda parte del siglo XIX". XIX y claramente definido a principios de siglo". Esta no era una idea puramente limitada a una clase intelectual etérea. La lucha ucraniana por la independencia contra los bolcheviques y el Ejército Blanco costó al país unos 100.000 muertos, dice Patrylyak.

"Los escritos de Lenin muestran claramente que reconoció la fuerza de la idea ucraniana e instruyó a los bolcheviques en Ucrania a aceptar la noción de presentar sus estructuras estatales como 'ucranianas' y usar el idioma ucraniano, que muchos de ellos consideraban 'contra- revolucionario'", dice Yekelchyk.

Del mismo modo, señala décadas de activismo patriótico ucraniano en el oeste de Ucrania (en esas tierras incautadas por el Imperio de los Habsburgo después de la partición de Polonia en 1772), que sentaron las bases para la formación de la República de Ucrania Occidental en 1919.

En otras palabras, hay un caso sólido a favor del estado ucraniano moderno derivado de al menos tres siglos de historia moderna, ese período durante el cual la idea nacional llegó a buen término. Pero también hay un caso mucho más claro y nuevo para la independencia del estado ucraniano. Eso ocurrió el 1 de diciembre de 1991, cuando el 90,32 % de los participantes del referéndum votaron que su futuro postsoviético debería ser vivir en una Ucrania independiente.

Tatiana Vorozhko es analista de la Voz de América (VOA). Anteriormente, fue asesora de medios del Coordinador de Proyectos de la OSCE en Ucrania. Tiene una maestría de las Escuelas de Periodismo E.W. Scripps de la Universidad de Ohio y una maestría en Historia de la Universidad Nacional T. Shevchenko Kyiv.

El artículo fue publicado originalmente en inglés en la página digital del Centro para Análisis Europeo (CEPA), con sede en Washington D.C. el 18 de febrero del 2022. Las opiniones expresadas en este artículo son solo del autor y VOA no las respalda.

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Kharkiv, bajo ataque aéreo ruso

Militares ucranianos de la 92.ª Brigada de Asalto disparan un lanzacohetes múltiple BM-21 'Grad' hacia posiciones rusas, en la región de Kharkiv, el 15 de mayo de 2024, en medio de la invasión rusa de Ucrania.
Militares ucranianos de la 92.ª Brigada de Asalto disparan un lanzacohetes múltiple BM-21 'Grad' hacia posiciones rusas, en la región de Kharkiv, el 15 de mayo de 2024, en medio de la invasión rusa de Ucrania.

A sólo 30 kilómetros de la frontera rusa, Kharkiv está bajo un ataque aéreo, denunció el alcalde Ihor Terekhov.

La segunda ciudad más grande de Ucrania con una población de 1,4 millones de habitantes antes de la guerra es una importante potencia económica.

Al visitar Kharkiv el 16 de mayo después de cancelar viajes al extranjero debido a los renovados combates, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy dijo que la situación en la región estaba "en general bajo control" pero seguía siendo "extremadamente difícil".

Las fuerzas rusas ocuparon franjas de la región circundante después de lanzar la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, pero nunca tomaron la ciudad. Ucrania recuperó la mayor parte de ese territorio en una importante contraofensiva más adelante ese mismo año.

Ahora hay nuevos combates feroces en la región de Kharkiv: la semana pasada, Rusia abrió un nuevo frente en la región al cruzar la frontera al noreste de la ciudad y tomar varias aldeas cercanas a la frontera, lo que provocó una ola de evacuaciones.

Vovchansk y Lyptsi, dos pequeñas ciudades a sólo 5-10 kilómetros de la frontera con Rusia, han sido bombardeadas implacablemente por la artillería rusa desde que las tropas de Moscú iniciaron la ofensiva en la zona el 10 de mayo, lo que provocó la evacuación de hasta 9.000 civiles.

Funcionarios y analistas militares dicen que es poco probable que Rusia pueda apoderarse de la ciudad.

"Hoy Kharkiv es mucho más que una ciudad, es un símbolo de la fortaleza de Ucrania", escribió Terekhov en Telegram la mañana de Pascua ortodoxa del 5 de mayo.

"Están en juego las vidas de más de un millón de personas", dijo el funcionario.

Los intentos rusos de tomar Vovchansk, uno de los poblados más grandes en la zona de Kharkiv en el noreste de Ucrania, “han sido frustrados”, dijo la comandancia general ucraniana en un reporte emitido a mediodía.

Las autoridades ucranianas han evacuado a unos 8.000 civiles del poblado. La estrategia usual de los rusos es dejar en ruinas a pueblos y aldeas con ataques aéreos antes de la entrada de las unidades.

En estado "potencialmente mortal" premier de Eslovaquia tras sufrir un atentado

El Primer Ministro eslovaco, Robert Fico (Foto de archivo)
El Primer Ministro eslovaco, Robert Fico (Foto de archivo)

El primer ministro eslovaco, Robert Fico, se encontraba en estado "potencialmente mortal", según informó el Gobierno, tras recibir un disparo cuando caminaba entre una pequeña multitud tras una reunión gubernamental a las afueras de Bratislava, en lo que el Ministerio del Interior del país calificó de "intento de asesinato."

Fico, un veterano político en Eslovaquia que volvió a ser primer ministro por cuarta vez después de que su partido Smer-SD ganara las elecciones el pasado mes de septiembre, había salido de una reunión gubernamental en la localidad de Handlova, a casi 200 kilómetros al noreste de la capital eslovaca, el 15 de mayo, cuando un pistolero solitario se acercó y le disparó. Según los testigos, se oyeron cuatro o cinco disparos.

En un vídeo se ve cómo meten rápidamente a Fico, de 59 años, en un coche y se lo llevan. Se puede ver a la policía reteniendo a una persona que se cree que es el tirador.

"Hoy, tras la reunión del gobierno en Handlova, se ha producido un intento de asesinato contra el Primer Ministro de la República Eslovaca, Robert Fico", decía un comunicado del gobierno, añadiendo que fue trasladado en helicóptero a la cercana ciudad de Banska Bystrica "en estado de riesgo vital, porque llevaría demasiado tiempo llegar a Bratislava debido a la necesidad de una intervención aguda."

No se revelaron las heridas de Fico, pero varios medios de comunicación locales citaron fuentes que afirmaban que había recibido disparos en el estómago y en la mano.

En la imagen, el primer Ministro eslovaco Fico abatido en el suelo tras el atentado (Tomado de Radio Free Europa/Radio Liberty)
En la imagen, el primer Ministro eslovaco Fico abatido en el suelo tras el atentado (Tomado de Radio Free Europa/Radio Liberty)

Un funcionario del hospital dijo a los periodistas que Fico fue tratado en su clínica de cirugía vascular. No describió sus heridas.

El tiroteo fue condenado inmediatamente por líderes de todo el mundo, que expresaron su conmoción por el hecho de que una democracia pacífica como Eslovaquia fuera escenario de semejante crimen.

"Tales actos de violencia no tienen cabida en nuestra sociedad y socavan la democracia, nuestro bien común más preciado. Mis pensamientos están con el Primer Ministro Fico y su familia", declaró la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El Canciller alemán, Olaf Scholz, declaró que "la noticia del cobarde intento de asesinato del Primer Ministro eslovaco, Fico, me ha conmocionado profundamente. La violencia no debe tener cabida en la política europea".

Fico, un populista que ha adoptado varias posturas políticas extremas a lo largo de los años, ha sido crítico por el apoyo militar a Ucrania en su batalla para repeler a las tropas rusas -su gobierno de coalición detuvo los envíos eslovacos de armas para Ucrania-, se opone a las sanciones contra Moscú por la invasión de Ucrania y ha dicho que vetaría cualquier iniciativa para invitar a Kiev a unirse a la alianza militar de la OTAN.

El mayor partido de la oposición eslovaca había planeado una protesta contra las reformas del gobierno ante las cadenas públicas para más tarde el mismo 15 de mayo, pero canceló el acto debido al tiroteo.

Cambio en el Kremlin revela "desesperación" de Putin por sostener invasión a Ucrania, dice EEUU

El presidente ruso, Vladimir Putin, en el centro, conversa con el jefe del Estado Mayor ruso, el general Valery Gerasimov (izq) y el recién destituido ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu. (Mikhail Klimentyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP, Archivo)
El presidente ruso, Vladimir Putin, en el centro, conversa con el jefe del Estado Mayor ruso, el general Valery Gerasimov (izq) y el recién destituido ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu. (Mikhail Klimentyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP, Archivo)

El cambio de Ministro de Defensa en Rusia es un indicio de la "desesperación" del presidente ruso Vladimir Putin por sostener su invasión de Ucrania, dijo Estados Unidos este lunes.

“Nuestro punto de vista es que esto es una indicación más de la desesperación por mantener su guerra de agresión contra Ucrania a pesar de que esto no sólo supone una gran drenaje de recursos para la economía rusa y grandes pérdidas de tropas rusas, con algunos estimados de hasta 315.000 bajas”, dijo en su conferencia de prensa diaria el vocero adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel.

El portavoz dijo que “la movilización del Kremlin por su guerra de agresión contra Ucrania ha causado sufrimiento a demasiadas familias en Rusia”, y que Moscú comenzó esto sin provocación. Añadió que el presidente Putin podría ponerle fin a la guerra en cualquier momento retirando sus fuerzas de Ucrania, en lugar de seguir lanzando ataques contra el pueblo ucraniano todos los días.

Durante el fin de semana, Putin reemplazó al Ministro de Defensa, Sergei Shoigu, el miembro con más años de servicio en su gabinete, en una rara reorganización del Kremlin.

Igual de sorprendente fue la decisión de reemplazar a Shoigu con Andrei Belousov, un asesor económico que nunca ha tratado con el ejército ni con otras agencias encargadas de hacer cumplir la ley.

Muchos ven la decisión de Putin como un intento de reforzar el control sobre el gasto militar y sincronizar el floreciente sector de defensa con el resto de la economía, en preparación para una guerra larga.

El cambio se produce semanas después de que Timur Ivanov, viceministro de Defensa a cargo de proyectos de construcción militar, fue encarcelado en espera de una investigación y juicio por cargos de soborno.

Mientras tanto, en la Casa Blanca, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo que la asistencia militar estadounidense procedente de un proyecto de ley de ayuda multimillonaria aprobado por el Congreso el mes pasado ya está en Ucrania.

Como parte de los proyectos de ley de ayuda de 95 mil millones de dólares, el Congreso autorizó 60.800 millones de dólares en diversas formas de ayuda a Ucrania y la Casa Blanca se comprometió a llevar las armas a Kyiv rápidamente.

Putin destituye al ministro de Defensa Sergei Shoigu y le da el puesto que ocupaba su mano derecha

El viceprimer ministro ruso Andrei Belousov, en Moscú, el 7 de mayo de 2024. (Vyacheslav Prokofyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)
El viceprimer ministro ruso Andrei Belousov, en Moscú, el 7 de mayo de 2024. (Vyacheslav Prokofyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, destituyó a su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y lo nombró al frente del Consejo de Seguridad Nacional, en sustitución de Nikolai Patrushev, informó el Kremlin el domingo.

El mandatario ruso propuso al primer viceprimer ministro, Andrei Belousov, como ministro de Defensa en lugar de Shoigu, quien ocupó el cargo durante años. Su nombramiento debe ser aprobado por los legisladores. La reorganización se produce mientras Putin comienza su quinto mandato y luego de más de dos años de guerra con Ucrania.

El cambio se produce semanas después de que Timur Ivanov, viceministro de Defensa a cargo de proyectos de construcción militar, fue encarcelado en espera de una investigación y juicio por cargos de soborno.

De acuerdo con la ley rusa, todo el gabinete ruso dimitió el martes, cuando Putin comenzó su quinto mandato presidencial en una pomposa toma de juramentación en el Kremlin.
El anuncio se produjo mientras miles de civiles más huían de la renovada ofensiva terrestre rusa en el noreste de Ucrania, que ha golpeado ciudades y pueblos con fuego de artillería y mortero, dijeron las autoridades el domingo.

Las intensas batallas han obligado a retirarse al menos a una unidad ucraniana en la región de Járkiv, cediendo más terreno a las fuerzas rusas en poblaciones menos defendidas de la llamada "zona gris" junto a la frontera con Rusia.

Para el domingo en la tarde, la ciudad de Vovchansk, con una población de 17.000 habitantes antes de la guerra, ya era un punto focal de la batalla.

Volodymyr Tymoshko, jefe de la policía regional de Járkiv, dijo que las fuerzas rusas estaban en las afueras de la ciudad y se acercaban desde tres direcciones. Un tanque ruso fue visto en una carretera importante que conduce a la ciudad, agregó el oficial, lo que ilustra la confianza de Moscú para desplegar armamento pesado.

Un equipo de The Associated Press, apostado en una aldea cercana, vio columnas de humo que se elevaban desde la ciudad mientras las fuerzas rusas lanzaban proyectiles. Los equipos de evacuación trabajaron sin parar durante todo el día para sacar a los residentes, la mayoría de los cuales eran ancianos, fuera de peligro.

Al menos 4.000 civiles han huido de la región de Járkiv desde el viernes, cuando las fuerzas de Moscú iniciaron la operación, indicó el gobernador, Oleh Syniehubov, en un comunicado en redes sociales. El domingo se produjeron intensos combates en la línea nororiental del frente, donde las fuerzas rusas atacaron 27 poblaciones en las últimas 24 horas.

Los analistas dicen que la campaña rusa está diseñada para aprovechar la falta de munición del otro bando antes de que los suministros occidentales prometidos puedan llegar al frente. Los soldados ucranianos dijeron que el Kremlin está utilizando la táctica habitual rusa de emplear un fuego desproporcionado y ataques de infantería para agotar a sus tropas y su potencia de fuego. Al intensificar las batallas en lo que antes era una zona estática de la línea del frente, las fuerzas rusas amenazan con inmovilizar a las fuerzas ucranianas en el noreste, mientras llevan a cabo intensas batallas más al sur, donde Moscú también está ganando terreno.


Esto sucede después de que Rusia redobló en marzo sus ataques contra infraestructura y poblaciones ucranianas, lo que según los analistas era un intento de Moscú de preparar el terreno a una ofensiva.

Entre tanto, un edificio de apartamentos de 10 plantas se derrumbó en la ciudad rusa de Belgorod, cerca de la frontera, con reportes de ocho muertos y 20 heridos. Las autoridades rusas dijeron que el edificio se vino abajo tras ser blanco de proyectiles ucranianos. Ucrania no hizo comentarios sobre el suceso.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo que frenar el avance ruso en la zona era una prioridad y que las tropas de Kiev continuaban con su contraofensiva en siete pueblos en la región de Járkiv.

"Desbaratar las intenciones ofensivas rusas es ahora nuestra tarea número uno. Que tengamos éxito en esa tarea depende de cada soldado, cada sargento, cada oficial", afirmó.

El Ministerio de Defensa de Rusia dijo el domingo que sus fuerzas capturaron cuatro pueblos en la frontera de la región ucraniana de Járkiv, además de los cinco que reportó haber capturado el sábado. Era probable que esas zonas estuvieran poco fortificadas debido al aspecto dinámico de los combates y al bombardeo constante, lo que facilitó el avance ruso.

Las autoridades ucranianas no han confirmado los avances de Moscú.

Una unidad ucraniana dijo que se había visto obligada a retirarse en algunas zonas y que las fuerzas rusas habían tomado al menos un pueblo más el sábado por la noche. Tymoshko dijo que las tácticas rusas en Vovchansk reflejaron las utilizadas en las batallas por Bájmut y Avdiivka en la región de Donetsk, en las que intensos ataques aéreos fueron acompañados por varios asaltos de infantería.

En un video el sábado por la noche, la unidad Hostri Kartuzy, parte de la sección de fuerzas especiales de la guardia nacional ucraniana, dijo que estaba luchando por el control del pueblo de Hlyboke.

"Hoy, durante intensos combates, nuestros defensores se vieron obligados a retirarse de unas pocas más de sus posiciones, y hoy otra población ha quedado completamente bajo control ruso. Para las 20:00, la lucha por el pueblo de Hlyboke sigue en marcha", dijeron los combatientes en el video.

El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos, dijo el sábado que veía fiables las afirmaciones de que Moscú había tomado Strilecha, Pylna, Pletenivka y Borsivika, y que las imágenes geolocalizadas también parecían indicar que las fuerzas rusas han tomado Morokhovets y Oliinykove. Describió las recientes ganancias rusas como "tácticamente significativas".

En los primeros días de la guerra, Rusia hizo un intento fallido de tomar Járkiv con rapidez, pero se retiró de sus alrededores tras aproximadamente un mes. En el otoño de 2022, siete meses más tarde, el ejército ucraniano expulsó de Járkiv a las tropas rusas. El audaz contraataque ayudó a persuadir a los países occidentales de que Ucrania podía derrotar a Rusia en el campo de batalla y merecía apoyo militar.

En medio de la guerra, profunda tristeza e ira se apoderan de Israel en el Día de los Caídos

Hagit y Ruby Chen (izq) llevan un féretro vacío en simulacro de procesión fúnebre para israelíes cuyos restos están retenidos por el grupo palestino Hamás en la Franja de Gaza, el 9 de mayo de 2024. (Foto AP/Ohad Zwigenberg)
Hagit y Ruby Chen (izq) llevan un féretro vacío en simulacro de procesión fúnebre para israelíes cuyos restos están retenidos por el grupo palestino Hamás en la Franja de Gaza, el 9 de mayo de 2024. (Foto AP/Ohad Zwigenberg)

Itay, el hijo de Ruby Chen, murió en el ataque de Hamás el 7 de octubre en Israel. Pero a diferencia de muchas otras familias de soldados asesinados ese día, Chen no tiene una tumba que visitar porque los restos de su hijo permanecen cautivos en Gaza.

La ausencia de un lugar de descanso final se siente con agudeza ahora, cuando Israel conmemora el Día de los Caídos en Guerras en memoria de los soldados muertos en combate y los cementerios están repletos de familiares que lloran en las tumbas de sus seres queridos.

"¿Adónde se supone que vayamos?", dijo Chen. "No hay una tumba a la que podamos ir".

El Día de los Caídos en Guerras es siempre una ocasión sombría en Israel, un país que ha sufrido repetidas guerras y conflictos en sus 76 años de historia. Pero el tormento de Chen subraya cómo este año ha adquirido una tristeza profunda y cruda, junto con una ira que se filtra debido a los fracasos del 7 de octubre y la guerra que desató.

Las familias de los caídos, junto con amplios sectores del público, exigen responsabilidad de los líderes políticos y militares por los errores que provocaron la muerte de cientos de personas en el ataque más mortífero en la historia del país.

"Demasiadas personas murieron ese día debido a un error de juicio colosal", dijo Chen, quien durante meses pensó que su hijo todavía estaba vivo tras ser secuestrado y llevado a Gaza, antes de recibir la confirmación, a principios de este año, de que estaba muerto. "Las personas que cometieron el error deben pagar, desde el primer ministro para abajo".

Israel recuerda este día a los soldados caídos en los conflictos armados y a las víctimas de ataques terroristas, a partir del atardecer del domingo, con una ceremonia oficial y eventos más pequeños al día siguiente en cementerios militares de todo el país. La solemnidad se ve interrumpida abruptamente por la fanfarria del Día de la Independencia, que comienza al atardecer del lunes.


Agrupar los dos días tiene el propósito de resaltar el vínculo entre las costosas guerras que Israel ha librado y el establecimiento y supervivencia del Estado, un contraste que este año será difícil de reconciliar en un momento en el que Israel está metido activamente en la guerra y los israelíes se sienten más inseguros que nunca.

Ante el trauma del 7 de octubre que se cierne amenazante, se espera que cada día se perciba dramáticamente distinto al de años anteriores.

Más de 600 soldados israelíes han muerto desde que Hamás lanzó su ataque sorpresa el 7 de octubre, cuando miles de extremistas arrasaron bases militares en el sur de Israel y comunidades que dormían durante una festividad judía.

Ese día murieron unas 1.200 personas, aproximadamente una cuarta parte de ellas soldados, y otras 250 fueron llevadas como rehenes a Gaza, según las autoridades israelíes.

El ataque desató la guerra —ya en su octavo mes— en la que han muerto más de 34.700 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, según funcionarios de salud palestinos.

Los extremistas traspasaron las tan elogiadas defensas de Israel, se abrieron paso a través de una valla fronteriza, cegaron las cámaras de vigilancia y lucharon contra la primera línea de soldados de defensa israelíes, muchos de los cuales se vieron superados en número. Itay Chen, un israelí-estadounidense, era uno de ellos.

Los milicianos llegaron a unos 20 lugares diferentes en el sur de Israel, y se desplegaron hasta ciudades más allá del cinturón de las comunidades agrícolas que se extienden a lo largo de Gaza. Al ejército más poderoso de la región le tomó horas enviar refuerzos al área y días para expulsar a todos los milicianos.

El ataque sacudió a Israel hasta lo más profundo. Destruyó la amplia confianza que la población judía del país había depositado durante mucho tiempo en el ejército, que impone el alistamiento obligatorio para la mayoría de los jóvenes judíos de 18 años.

Más allá de la crisis de confianza en el ejército, el ataque hizo pedazos la fe de los israelíes en su gobierno y en el primer ministro Benjamin Netanyahu, cuyo respaldo público se desplomó. Miles de personas participan en protestas semanales para exigir elecciones anticipadas y un nuevo liderazgo.

Los líderes militares y de defensa han dicho que cargan con la culpa de lo ocurrido durante el ataque y, como resultado, el jefe de inteligencia militar del país renunció. Pero Netanyahu no ha asumido toda la responsabilidad y ha dicho que responderá las preguntas difíciles después de la guerra, e incluso culpó a sus jefes de seguridad el año pasado en una publicación nocturna en la red social X que eliminó más tarde. Su negativa a reconocer su papel ha enfurecido a muchos.

Pero una gran cantidad de israelíes también ha perdido la paciencia con la guerra prolongada, donde todavía mueren soldados y miles han resultado heridos.

Los objetivos gemelos de la guerra —derrotar las capacidades militares y de gobierno de Hamás y liberar a los rehenes— no se han alcanzado, lo que ensombrece los eventos que normalmente pretenden ser un homenaje a la destreza militar, dijo Idit Shafran Gittleman, experta en temas del ejército y la sociedad de Israel en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, un grupo de expertos con sede en Tel Aviv. Decenas de miles de israelíes también siguen desplazados del sur y del volátil norte del país.

"Desde el 7 de octubre, los israelíes se han preguntado cómo soportarán el Día de los Caídos en Guerras y el Día de la Independencia. Y no creo que nadie tenga una respuesta", apuntó, y agregó que lo único que podría mejorar el sentimiento público son elecciones y un nuevo gobierno.

La ira que ha surgido probablemente se desbordará en las ceremonias del Día de los Caídos en Guerras, que se llevan a cabo en los cementerios militares de todo el país. Las ceremonias suelen ser consideradas sagradas, solemnes y apolíticas, aunque a ellas asisten ministros del gobierno y legisladores.

Algunas familias han pedido que los ministros se abstengan de acudir porque temen que se repita lo ocurrido el año pasado, cuando los asistentes a múltiples ceremonias increparon a los legisladores que apoyaban un polémico plan gubernamental para reformar el poder judicial.

"Este es un evento al que nos llevaron el liderazgo fallido y el aparato de seguridad fallido", dijo al Canal 12 israelí Eyal Eshel, cuya hija, Roni, fue asesinada en una base asaltada por los milicianos el 7 de octubre y quien lidera la ofensiva para impedir que los ministros asistan. "Respeten la petición de las familias: no vengan". No obstante, aún está previsto que los ministros se distribuyan por los cementerios de todo el país.

Pero otros cambios se realizan para reflejar el ambiente sombrío, especialmente por el Día de la Independencia. La ceremonia oficial que marca el inicio de las celebraciones será atenuada y no tendrá una audiencia en vivo. El tradicional espectáculo de sobrevuelo de la Fuerza Aérea fue cancelado.

Los israelíes se preguntan cuál es la forma correcta de celebrar, si es que hay algo que celebrar.

"La gente ha dejado de creer que el país es capaz de defendernos", dijo Tom Segev, un historiador israelí. "La fe básica en la capacidad del Estado para garantizar un buen futuro aquí se ha visto socavada".

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