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Contra la censura

Informe de Cuba ante la 77ª Asamblea General de la SIP

Cubanos captaron en sus teléfonos los sucesos del 11 de julio. (AP/Eliana Aponte, file)
Cubanos captaron en sus teléfonos los sucesos del 11 de julio. (AP/Eliana Aponte, file)

La dictadura pierde la batalla en internet y lucha para no perder también la calle. Este ha sido el semestre más difícil para los cubanos y la dictadura en los últimos 25 años. El 11 de julio, las dos fuerzas, el poder y el pueblo, terminaron mirándose las caras en unas protestas masivas –mayormente pacíficas, hasta que el gobierno ordenó reprimirlas- con una dimensión que no se había visto antes en el país.

El 11 de julio, los gritos de las multitudes corroboraron varias certezas anunciadas por años en la prensa independiente: los cubanos la están pasando mal por la falta de medicinas, comida, dinero, esperanzas y libertad.

La mayoría del pueblo quiere un cambio de gobierno, pero la dictadura reprime con violencia indiscriminada y manipulando el sistema de justicia. Las redes sociales y el acceso a internet son determinantes en la movilización de la ciudadanía a nivel nacional. Pese a la represión, un grupo de activistas está convocando a una nueva jornada de protesta para el 15 de noviembre.

Tres hechos sobresalen en este período: el encarcelamiento de los periodistas independientes Lázaro Yuri Valle Roca y Esteban Rodríguez, la represión de las protestas del 11 de julio y la entrada en vigor del Decreto-Ley 35, que restringe aún más las libertades en internet.

El 30 de abril se produjo una protesta de seis personas en la calle Obispo, en La Habana Vieja, a la que se sumaron transeúntes. Fueron arrestados y llevados a distintas prisiones. Entre los detenidos estaban Mary Karla Ares, reportera del boletín Amanecer Habanero, que trasmitió en vivo la protesta, y Esteban Rodríguez, activista y reportero de ADN Cuba, quien en noviembre había participado en la huelga de hambre en la casa del artista Luis Manuel Otero, en el barrio San Isidro, de La Habana.

Mary Karla Ares fue excarcelada el 29 de mayo, pero a cambio se le impuso reclusión domiciliaria, que aún afronta. Esteban Rodríguez continúa en prisión, donde contrajo dos veces Covid-19. Ambos están siendo acusados por "desorden público" y "resistencia", delitos que, sumados, acarrean varios años de cárcel.

Lázaro Yuri Valle Roca, periodista y activista, director del blog digital Delibera y de su canal de YouTube homónimo, fue detenido el 15 de junio tras acudir a una citación policial en La Habana. La Seguridad del Estado lo investigaba por haber organizado, filmado y publicado el video del lanzamiento de unos panfletos anticastristas en una esquina en Centro Habana.

Además de permanecer incomunicado y sin asistencia legal, el periodista hizo una huelga de hambre que empeoró su estado de salud. El régimen lo acusa de "propaganda enemiga" y "desacato". Podría enfrentar una pena de diez años por estos delitos.

Otro encarcelamiento notorio fue el del artista Hamlet Lavastida, novio de la escritora y periodista Katherine Bisquet, quien había sido una de las acuarteladas en casa de Luis Manuel Otero en noviembre, y quien grabó el violento desalojo de los manifestantes. Lavastida fue encarcelado al terminar la cuarentena obligatoria tras su regreso del extranjero.

Su novia fue sometida a reclusión domiciliaria y presionada por la Seguridad del Estado a abandonar el país, como única alternativa para obtener la libertad de Lavastida, quien en septiembre también se fue del país.

Continúa preso el youtuber Yoandi Montiel, conocido como El Gato de Cuba, tras hacer una sátira contra el presidente Miguel Díaz-Canel.

El 11 de julio, un joven vendedor de tarjetas telefónicas, Yoan de la Cruz, trasmitió en vivo e hizo viral un video sobre la protesta pacífica y espontánea de cientos de personas caminando hacia el gobierno municipal de San Antonio de los Baños, para reclamar contra el gobierno, los apagones, los problemas económicos y la falta de vacunación adecuada.

En menos de dos horas, nuevos videos y trasmisiones en vivo llegaron a las redes sociales, con protestas de cientos de personas en ciudades como Palma Soriano, Güines y Morón. Mientras tanto, por Whatsapp, Telegram y Facebook se convocó a manifestaciones en otras ciudades y se viralizaron videos y mensajes en todas las redes sociales.

La primera detención de un periodista se registró cerca de las 3 de la tarde. Fue Iris Mariño, de La Hora de Cuba, arrastrada violentamente y sin previo aviso fuera de la protesta pacífica en el casco histórico de Camagüey por agentes de civil de la Seguridad del Estado y de la Policía Nacional Revolucionaria.

Diez minutos después fueron arrestados Henry Constantín y Neife Rigau, en el mismo lugar. Orelvis Cabrera y Alberto Corzo fueron detenidos en Matanzas; Maykel González Vivero, en La Habana; Rolando Rodríguez Lobaina y Niober García Fournier, en Guantánamo. A las 4 de la tarde el presidente Díaz-Canel declaró por televisión que "la orden de combate está dada; a la calle los revolucionarios". Abrió así una represión profunda contra las protestas pacíficas.

Ese día no pudieron salir a la calle, por vigilancia policial afuera de sus casas, los reporteros Luz Escobar, Héctor Luis Valdés, Frank Abel García, Mary Karla Ares, Danilo Carrasco, Juan Manuel Moreno, Iliana Hernández, Mabel Páez, Reisel Acosta, Yhosan Torres, Onelsys Díaz, Jorge Luis Romero, Yusleidy Romero, Yanaisy Quesada, Flora Quiñones, Roilán López, Héctor Sierra, Ariorny Ramos, Yaima Cabrera, Wilfredo Fajardo, Ever Fonseca, Martha Liset Sánchez, Raúl Pérez, Aliena Palmero, Maikel Jiménez, Deisy Martínez, Vivian Feo, Manuel Martínez, Yanela Reyes, Orlidia Barceló, Carlos Cárdenas, Pedro Luis Hernández y María Matienzo. Esa restricción duró días y hasta semanas para algunos periodistas.

El fotógrafo Ramón Espinosa, de la AP, fue golpeado. El fotógrafo Iván Alcaraz, de la televisión estatal, fue arrestado. En los días siguientes fueron detenidos los reporteros Camila Acosta, Yosvani Sepúlveda y Pedro Luis Hernández.

El 11 de julio las autoridades cortaron el uso de todos los servicios de internet y telefonía móvil y bloquearon las principales redes sociales y servicios de mensajería. El apagón de internet duró tres días.

Desde entonces, muchos ciudadanos son perseguidos por publicar en sus redes sociales contenido molesto al régimen. Algunos recibieron "advertencias" de defensores del gobierno y citaciones policiales, solo por tener contenido de las protestas en las redes. La amenaza policial ordenaba borrar materiales o que dieran información sobre líderes de las protestas.

El 17 de agosto entró en vigor la más explícita mordaza legal a la libertad de expresión en Internet: Decreto-Ley 35 "De las Telecomunicaciones, las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el uso del Espectro Radioeléctrica". También entraron en vigencia dos decretos del Consejo de Ministros y tres resoluciones del Ministerio de las Comunicaciones.

La resolución más nociva, la 108, recoge una lista de "incidentes de ciberseguridad" según diferentes niveles de peligrosidad. Califica de "muy alto" la "subversión social", descrita como "pretender alterar el orden público, alterar la indisciplina social"; justamente esta fue la medida esgrimida por policías, fiscales y jueces del régimen para detener, multar o encarcelar a cientos de los manifestantes del 11 de julio.

El ciberterrorismo se define como cualquier acción "mediante el uso de las TIC cuya finalidad es subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas y de masas, las estructuras económicas y sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o abstenerse de hacerlo".

Además, considera de peligro "alto", la divulgación "de noticias falsas, mensajes ofensivos, difamación con impacto en el prestigio del país" y la difusión "a través de las infraestructuras, plataformas o servicios de telecomunicaciones/TIC de contenidos que atentan contra los preceptos constitucionales, sociales y económicos del Estado, inciten a movilizaciones u otros actos que alteren el orden público; difundan mensajes que hacen apología a la violencia, accidentes de cualquier tipo que afecten la intimidad y dignidad de las personas".

El artículo 3 del Decreto-Ley 35 declara como primer objetivo: "Coadyuvar a que la utilización de los servicios de telecomunicaciones sean un ins­trumento para la defensa de la Revolución", lo cual indica el ánimo represivo y monopólico de las telecomunicaciones.

Se teme que la actualización del Código Penal incluya estas sanciones.

A raíz de la convocatoria de un grupo activista a la protesta del 15 de noviembre, empezó la represión contra los firmantes del documento. Sus casas fueron sitiadas y los cortes de las comunicaciones han vuelto a hacerse frecuentes para activistas y periodistas independientes.

El país sigue en manos de un régimen que gobierna con un manojo de leyes, cuya raíz está en la constitución impuesta en 2018 y que limita todos los derechos humanos y consagra la primacía de la voluntad de la cúpula gobernante.

Los periodistas y trabajadores de medios de prensa independientes que han sufrido cárcel o detenciones en el periodo son –además de los ya mencionados como detenidos a raíz del 11 de julio y de los que recibieron medidas de prisión o reclusión domiciliaria: Héctor Luis Valdés, Osmel Almaguer, Yoe Suárez, Leonel Rodríguez, Waldo Fernández, Mauricio Mendoza, la youtuber Ruhama Fernández, Jorge Enrique Rodríguez, Yoel Acosta y Enrique Díaz.

La totalidad de los encarcelamientos y detenciones incluye también interrogatorios, amenazas, incomunicación con familiares y abogados, suministro de agua y alimentación deficientes, entre otras violaciones de los derechos humanos del reportero.

Prohibiciones de salir a la calle, hechas a través de agentes apostados en las puertas de sus viviendas, medidas cautelares de reclusión domiciliaria o de llamadas telefónicas, han sufrido Camila Acosta, Luz Escobar, Roberto Rodríguez, José Antonio Fornaris, Amarilis Cortina, María Matienzo, Mary Karla Ares, Neife Rigau, Iris Mariño, Héctor Luis Valdés, Henry Constantín y Orelvys Cabrera.

Citados a "entrevistas", para ser interrogados o amenazados en dependencias policiales, fueron Vladimir Turró, Yadisley Rodríguez, Yusleidy Romero, Ariel Maceo, Yoe Suárez, Yadiris Luis, Mario Ramírez y Héctor Luis Valdés.

La youtuber Ruhama Fernández fue víctima de un allanamiento en su casa, en el que la despojaron de su equipo de trabajo.

El 13 de julio, la sede del medio independiente La Hora de Cuba, vivienda de Neife Rigau y Henry Constantín, sufrió un registro con más de 21 efectivos del Ministerio del Interior, mientras los periodistas estaban presos por tratar de cubrir las protestas del 11 de julio. Los agentes sustrajeron decenas de artículos de trabajo y ocio y les fotografiaron documentos y enseres privados. Les devolvieron los bienes tras ser liberados, pero algunos en mal estado.

En Santiago de Cuba sufrió registro y decomiso de bienes de trabajo el reportero José Antonio López.

Fueron multados o recibieron actas de advertencia por su trabajo los reporteros Yoe Suárez, Niober García, Iris Mariño, Rolando Rodríguez, Orelvys Cabrera, Neife Rigau, Henry Constantín y Yoel Acosta.

Cortes prolongados de sus servicios de internet y telefonía experimetaron Luz Escobar, Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar, Neife Rigau, María Matienzo, Abu Dujanah Tamayo.

Amenazas a sus familiares o amistades sufrieron Augusto César San Martín y Neife Rigau.

Recibieron diferentes tipos de amenazas, además de todos los que fueron citados o detenidos y que se mencionan arriba: Jorge Enrique Rodríguez, Yoe Suárez, Yaima Pardo y Nachely Rivero.

Siguen con prohibición de viajar fuera de Cuba los reporteros y trabajadores de medios: Camila Acosta, Iliana Hernández, Luz Escobar, Reinaldo Escobar, Yoe Suárez, Anais Remón, Henry Constantin, Iris Mariño, Inalkis Rodríguez, Mario Ramírez, Sol García, Yunier Gutiérrez, Julio Aliaga, Víctor Manuel Domínguez, Niober García, Boris González, Odalina Guerrero, Leydis Tabares, Roberto de Jesús Quiñones y Rosalia Viñas.

Fueron arrestadas, citadas o interrogadas fuentes periodísticas y personas entrevistadas por Camila Acosta, Nachely Rivero y Henry Constantín.

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Periodismo independiente estremece la censura de los medios estatales en Cuba

La policía arresta a Boris González Arenas, periodista independiente y activista de la sociedad civil. (YAMIL LAGE/AFP Archivo)
La policía arresta a Boris González Arenas, periodista independiente y activista de la sociedad civil. (YAMIL LAGE/AFP Archivo)

La prensa independiente en Cuba ha desempeñado un papel crucial en la difusión de información y en la apertura de debates sobre temas que tradicionalmente han sido considerados tabú por la prensa gubernamental, y única permitida en el país.

La prensa independiente se ha convertido hace ya algún tiempo en una voz alternativa que desafía la narrativa oficial.

Desde La Habana, el periodista independiente Boris González Arena fue contundente al afirmar que la prensa independiente forzó un cambio en los medios oficiales.

"La prensa independiente ha obligado a la prensa oficial, en ocasiones, a ser prensa. O sea, mientras no existía la prensa independiente o no tenía el alcance necesario, lo que eran los medios de difusión del comunismo no hacían periodismo".

Miriam Leiva, una de las fundadoras de la ya desaparecida Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling, destacó que la prensa gubernamental es la que ha tenido que moverse ante el impacto del periodismo libre e independiente.

Testimonios de periodistas en la isla a propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa
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"Esto lo demuestra todos los programas, por ejemplo, de televisión, que han creado, o de radio, tratando de desvirtuar las informaciones, y a las personas que integramos la prensa independiente, porque el gobierno no ha tenido forma de acallarla, destruirla", dijo la comunicadora.

Leiva subrayó que uno de los objetivos de la prensa independiente es informar al pueblo cubano para que pueda pensar por sí mismo.

Hay muchos ejemplos que demuestran la presión en materia informativa que ha puesto el periodismo independiente sobre la prensa del régimen, pero hay uno, que lo ilustra muy bien, dijo Reinaldo Escobar, jefe de redacción del diario digital 14ymedio.

"Tengo dos ejemplos que me gustan mucho. Uno es la muerte de Pedro Luis Boitel. Muchas personas se enterraron de que Pedro Luis Boitel había muerto en una huelga de hambre en la cárcel cuando apareció Radio Martí. Antes, nadie sabía eso, porque no había manera de darlo a conocer", señaló Escobar.

Puso también como ejemplo el caso de Orlando Zapata Tamayo.

"Cuando Orlando Zapata Tamayo muere en un hospital después de haber estado en una prolongadísima huelga de hambre, la prensa oficial se vio obligada a hablar del asunto", dijo el periodista. Escobar recordó que una de las primeras etiquetas en Twitter (actualmente X) vinculada con estos hechos, OZT, "en febrero del mismo año en que falleció Zapata ya estaba circulando".

El jefe de redacción de 14ymedio añadió que antes de cobrar fuerza el trabajo de los medios independientes, temas como los "feminicidios, los accidentes, los incendios, los derrumbes", entre otros, no eran cubiertos por los medios estatales. La prensa oficial, simplemente, "miraba para otra parte", concluyó.

En general, el periodismo en países democráticos, juega un papel importante en la sociedad, ya que ayuda a garantizar la rendición de cuentas de los funcionarios gubernamentales y promueve la diversidad de opiniones.

A la prensa se le considera el "Cuarto poder" en referencia al gran poder o influencia en los asuntos sociales y políticos de un país.

Cuba y el reto de hacer periodismo libre

Un periodista toma una fotografía con un teléfono celular del ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, dando una conferencia de prensa en La Habana, Cuba. En la isla el Estado controla todos los medios de comunicación y persigue el periodismo independiente.
Un periodista toma una fotografía con un teléfono celular del ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, dando una conferencia de prensa en La Habana, Cuba. En la isla el Estado controla todos los medios de comunicación y persigue el periodismo independiente.

La libertad de prensa constituye uno de los pilares de la democracia por eso el régimen cubano pone todo su empeño en coartarla a través de sus aparatos represivos y del propio sistema legislativo y judicial coincidieron, en declaraciones a Martí Noticias periodistas independientes y un directivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Por más de 60 años la libre comunicación de ideas y opinión ha sido restringida en la Isla y perseguidos los periodistas y medios de prensa independientes: decenas de comunicadores han sido encarcelados. Uno de los más recientes Lázaro Yuri Valle Roca sentenciado a 5 años de privación de libertad por Propaganda enemiga y Resistencia.

“Lázaro fue llevado a prisión mientras cubría un evento de activistas donde exigían nuestros derechos y libertad. Fue arbitrariamente llevado a prisión. Ejercer el periodismo en Cuba implica un riesgo inminente porque tenemos la vida expuesta a la muerte y expuesta nuestra libertad”, dijo su esposa, la reportera Eralidis Frómeta.

Pero no solo la cárcel los agobia: el acoso, la vigilancia, la limitación de movimientos y las amenazas de la Seguridad del Estado forman parte del diario transcurrir de los periodistas independientes cubanos: el camagüeyano José Luis Tan Estrada ha sido un objetivo frecuente de los ataques de la policía política. Antes de su detención el 26 de abril, relató a nuestra redacción los motivos por los que fue multado el 17 del mismo mes:

En la 3ª unidad de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) de la ciudad de Camagüey, los agentes del Estado llevaron a una inspectora del monopolio estatal de las comunicaciones ETECSA para que multara con 3000 pesos al reportero: “Me enseñó esa carpeta llena de hojas impresas con publicaciones mías tanto en Facebook como en Twitter [X], además de ‘likes’ a memes, comentarios, ‘likes’ a otras publicaciones, memes compartidos e, incluso, publicaciones del año pasado y, según expresó la inspectora, ‘le estaba dando ‘like’ a cosas graciosas contra los dirigentes”.

Camila Acosta, corresponsal del periódico español ABC en Cuba y del medio Cubanet, todavía vive en La Habana, pero asegura que ha sido víctima de varios patrones represivos.

“La represión del régimen ha tenido varios patrones y comenzó desde el mismo momento en que inicié mi labor como periodista independiente y estas expresiones de la represión han sido tanto físicas como psicológicas. Físicas, con el uso de violencia en el momento de las detenciones arbitrarias, de los secuestros, porque se trata realmente de secuestros, porque no media ninguna orden judicial, ninguna justificación. En una ocasión me desnudaron en una estación policial. La represión psicológica se ha traducido en interrogatorios intensos, continuos, amenazas”, afirmó.

Acosta ha sido expulsada de viviendas que rentaba cuando los dueños fueron presionados por miembros de la policía política: “Me dejaban en la calle”.

“A mi papá y a mi mamá en el aeropuerto, cuando han venido a visitarme [desde Isla de Pinos], los han metido en cuartos de interrogatorio para forzarlos a que me obliguen a dejar el periodismo independiente o irme del país. Han tratado de crear conflictos con mi pareja, con mis amigos, a los que han amenazado por su relación conmigo”, detalló.

Tras el 11 de julio de 2021, la periodista, que salió a cubrir las protestas, estuvo en desaparición forzada durante 48 horas y detenida por cuatro días “amenazaban con procesarme por delitos contra la Seguridad del Estado que llevan hasta 30 años de prisión, cadena perpetua, incluso la pena de muerte”.

Más adelante, el proceso que le habían iniciado por desórdenes públicos fue disuelto, aunque Acosta estuvo, durante varios meses, bajo medida cautelar de reclusión domiciliaria.

“Se trata de aplastarnos, de invisibilizarnos, de desacreditar nuestro trabajo y también impedir que lo hagamos”, recalcó.

Frente a la represión, muchos comunicadores se han visto obligados a emigrar, como la periodista, por ocho años, del diario digital 14ymedio, Luz Escobar, quien se exilió en España a finales de 2022.

“El acoso no se limitó a mí y a mi entorno cercano de adultos, sino que empezó a afectar a mis hijas, directamente, en los últimos meses. Antes de yo salir de Cuba, la Seguridad del Estado me hizo citaciones, no para la oficina de la policía o para la oficina de inmigración donde me hacían los interrogatorios normalmente, sino que me citaban para la Sección de Menores [del Ministerio del Interior] y ahí varias oficiales se dedicaron a intimidarme conque mis hijas podían ir a parar a la cárcel. Ya no era la vieja amenaza de que era yo quien podía ir a prisión”, señaló.

La reportera tenía, además, una prohibición de salida del país, pero la Seguridad del Estado le permitió viajar a Madrid a recoger el Premio Internacional de Periodismo del diario español El Mundo.

“Pero yo sigo con una prohibición de salida de Cuba y si vuelvo a la Isla voy a seguir viviendo las mismas amenazas contra mí y mi familia”, subrayó Escobar.

Agregó que el entorno represivo contra los periodistas impide el ejercicio de la profesión debido a la vigilancia y las retenciones domiciliarias, las detenciones, los cortes de Internet.

“Todo esto genera un clima hostil, más allá del contexto particular de la dictadura que no permite la libertad de expresión, que no permite el acceso a fuentes oficiales, que no es transparente en el dominio de su agenda pública ni de sus inversiones en la vida pública”, opinó la reportera.

En este sentido, el director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Carlos Lauría, indicó que “la situación de libertad de prensa y expresión en Cuba sigue siendo grave”, y se daña, cada vez más “a partir de la imposición aceitada del mecanismo represivo mediante el uso arbitrario de los tribunales y las leyes, el control de los poderes públicos y el monopolio de las telecomunicaciones y de los medios de comunicación”.

La ausencia de la libre comunicación de ideas y opinión, limita la capacidad de los ciudadanos para formar un criterio y trasmitirlo a los que están en el poder que usan el sistema judicial para amordazar la crítica y que salgan a la luz la ineficiencia estatal y la corrupción.

“Tal como reveló el informe semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa, en medio de una crisis económica grave que se deteriora, los periodistas que aún continúan trabajando son sometidos a todo tipo de acoso y son vigilados. Aún permanecen en prisión más de 1000 personas por ejercer las protestas en la calle y hay periodistas encarcelados, como el caso de Lázaro Yuri Valle Roca, que está con graves problemas de salud y encarcelado por su trabajo periodístico desde mediados de 2021”, denunció Lauría.

En su 79ª Asamblea General, celebrada en México en noviembre de 2023, la SIP advirtió que, en cuanto a libertad de prensa, “los países más golpeados de la región fueron otra vez las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela”.

La censura es parte de la política oficial en Cuba, afirman periodistas

La periodista cubana Yoani Sánchez señala que el régimen cubano ha desarrollado una verdadera industria de la censura virtual. (AP/David Zalubowski/Archivo)
La periodista cubana Yoani Sánchez señala que el régimen cubano ha desarrollado una verdadera industria de la censura virtual. (AP/David Zalubowski/Archivo)

Bregamos entre la represión y el éxodo para poder hacer nuestra labor, dijo a Martí Noticias desde La Habana, la filóloga y periodista cubana Yoani Sánchez, directora del diario independiente 14ymedio, con motivo de la celebración, este 3 de mayo, del Día Mundial de la libertad de prensa.

"A través de mecanismos como la propia Universidad de Ciencias Informáticas, la creación de soldados virtuales y la experiencia que han bebido de países represivos también en esa esfera, como son China y Rusia, han aceitado, un entramado de una verdadera industria de la censura virtual, que ha tenido un costo bastante alto para los cubanos”, dijo Sánchez, autora del blog “Generación Y” y del podcast “Cafecito Informativo”.

“También en este día de la libertad de prensa hay que decir que ahora mismo, además de esa censura, el principal problema que golpea a los medios independientes en Cuba es el éxodo de sus potenciales colaboradores, reporteros y editores”, afirmó.

Por su parte, el recién excarcelado comunicador independiente Carlos Michael Morales aseguró que la censura es parte de la política oficial en Cuba.

Carlos Michael Morales | Día Mundial de la Libertad de Prensa
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"La libertad de prensa, la libertad de expresión, es penalizada, y los periodistas independientes cubanos sufrimos de hostigamiento, asedio, represión…, que va desde el arresto arbitrario hasta el encarcelamiento".

Morales fue liberado en marzo tras cumplir una condena de 2 años y 10 meses de privación de libertad por reportar lo que acontecía en Caibarién, localidad donde reside, en la provincia de Villa Clara, el 11 de julio de 2021, como parte del levantamiento popular que tuvo lugar en Cuba ese día.

"Me amenazaron con que, si yo seguía ejerciendo el periodismo independiente, sería encarcelado nuevamente, y de hecho, a tan solo días después de mi liberación he sido víctima de asedio, de persecución".

Hasta 3,000 pesos han tenido que pagar periodistas independientes en Cuba tras ser multados bajo el decreto ley 370, el cual restringe la libertad de expresión en las redes sociales. Enfrentan también cortes de su servicio de internet cuando en la isla han tenido lugar protestas populares.

El periodista Yeris Curbelo ha sido multado en dos ocasiones bajo el Decreto ley 370.

Yeris Curbelo | Día Mundial de la Libertad de Prensa
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Los comunicadores independientes también enfrentan el “decomiso de medios, golpizas, detenciones, actos de repudio", dijo a nuestra redacción.

Curbelo ha sido amenazado por la policía política por el seguimiento periodístico que dio a los procesos judiciales contra 5 personas detenidas por participar en la protesta popular que tuvo lugar en Caimanera, Guantánamo, localidad donde reside, en mayo de 2023.

"Informar no es un delito, la libertad de expresión es un derecho", manifestó.

El caso Tan Estrada: se presenta Habeas Corpus pero el silencio del régimen complica búsqueda de abogado

José Luis Tan Estrada, periodista independiente y catedrático cubano recluido en Villa Marista desde el viernes pasado.
José Luis Tan Estrada, periodista independiente y catedrático cubano recluido en Villa Marista desde el viernes pasado.

El periodista independiente José Luis Tan Estrada continuaba detenido este lunes en el cuartel general de la policía política, en La Habana, en medio de esfuerzos de la sociedad civil para lograr su liberación.

“Tan continúa retenido en Villa Marista, incomunicado. Ni siquiera le permiten llamar por teléfono. En la mañana de hoy (lunes), se presentó un Habeas Corpus confeccionado por Cubalex y se trató de conseguir un abogado que lo represente”, dijo desde México a Martí Noticias el periodista cubano José Raúl Gallego, uno de los que se movilizaron para reclamar la libertad del comunicador camagüeyano.

El empleado del Tribunal que recibió el Habeas Corpus entregó una constancia de recibo y avisó que, en 72 horas, se daría una respuesta al recurso legal.

Constancia de recibo del Habeas Corpus
Constancia de recibo del Habeas Corpus

“Sin embargo, los abogados piden que se entregue, para poder ser contratados, el delito que se le imputa, el número de denuncia o expedientes y el instructor que lleve el caso y ninguno de esos elementos se tiene, precisamente, porque Tan se encuentra secuestrado en Villa Marista sin ningún tipo de acceso a él, sin que ninguna persona pueda llegar a buscar información sobre él y por lo tanto, estamos en un círculo vicioso, típico de una dictadura como la cubana, donde la justicia no funciona, donde no hay Estado de derecho, donde la persona se encuentre en un estado de indefensión total”, subrayó Gallego.

Tan Estrada fue apresado el viernes en horas de la tarde, cuando entraba a La Habana, y conducido a Villa Marista, de acuerdo a la activista Yamilka Laffita (Lara Croft), quien recibió una llamada telefónica del detenido.

El PEN Internacional, asociación mundial de escritores fundada en Londres en 1921, exigió al régimen cubano el cese de la censura y de las agresiones contra las voces críticas y que permita la libertad de expresión de todos los ciudadanos de la Isla.

Alicia Quiñones, representante del Pen Internacional en las Américas, calificó la detención de Tan Estrada como otro atropello a la democracia:

“Nos siguen mostrando el método que las autoridades de Cuba implementan día a día en contra de los periodistas, los escritores y los intelectuales para silenciarlos, y el mundo está viendo todo esto”, recalcó Quiñones.

La coordinadora del PEN en el continente americano precisó que las organizaciones que trabajan con periodistas y escritores perseguidos y la comunidad mundial ven lo que el régimen hace. “Sabemos que las autoridades cubanas intentan silenciar, y están tratando de hacerlo, a las voces disidentes y aquellos que no se silencian son forzados al exilio”.

En los últimos años, la Seguridad del Estado ha hecho recurrente la práctica de obligar a exiliarse a los opositores al régimen. Mediante amenazas contra ellos o sus familiares los fuerzan a romper sus planes de vida y a la separación familiar.

“Es una máquina represiva que nos encontramos, día con día, documentando. Pedimos a las autoridades de Cuba que esta censura se detenga por completo”, declaró Quiñones.

Este martes también se pronunció la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF). “José Luis Tan Estrada lleva meses sufriendo amenazas y acosos, habiendo sido detenido en otras ocasiones. Es urgente que las autoridades cubanas garanticen su derecho a la defensa, esclarezcan el caso y liberen al periodista”, recoge el comunicado.

"Informar no es un crimen", reacciona Amnistía Internacional a detención de periodista cubano

José Luis Tan Estrada fue detenido el viernes y conducido al Cuartel General de la Seguridad del Estado, en Villa Marista, La Habana.
José Luis Tan Estrada fue detenido el viernes y conducido al Cuartel General de la Seguridad del Estado, en Villa Marista, La Habana.

Amnistía Internacional exigió la liberación del periodista independiente cubano José Luis Tan Estrada, quien permanecería detenido este lunes en el Cuartel General de la Seguridad del Estado en Villa Marista, en La Habana.

Erika Guevara-Rosas, directora sénior de la ONG para Investigación, Promoción y Políticas Globales, calificó de arbitraria la detención de Tan Estrada, el pasado viernes, 26 de abril. "Se denuncia que fue llevado a Villa Marista, y desde su detención no se sabe más", escribió Guevara-Rosas en un mensaje urgente publicado en la red social X.

"El gobierno de Cuba debe liberarlo. Informar no es un crimen", subrayó.

Tan Estrada continuaría detenido en el Cuartel General de la Seguridad del Estado en Villa Marista, en La Habana, según dijo este lunes a Martí Noticias Yamilka Lafita Cancio, conocida en redes sociales como "Lara Crofs".

La activista denunció el sábado en Facebook que supo a través de una llamada telefónica con Tan Estrada el viernes que el periodista camagüeyano fue arrestado ese día en horas de la tarde, cuando entraba a La Habana, y conducido a Villa Marista.

El comunicador ha denunciado que sufre el constante hostigamiento de las autoridades por su activismo a favor de los presos políticos y las familias necesitadas, así como por su labor en la distribución de donativos de medicamentos.

A mediados de abril, la Seguridad del Estado trató de intimidar al periodista independiente con amenazas de imputarlo de los cargos de incitación a delinquir, desobediencia y desacato, si no desiste de sus labores informativas y como activista de derechos humanos.

“Yo lo único que le contesté es que yo no voy a dejar de hacer periodismo, voy a seguir ayudando a las personas y voy a seguir denunciando todas las arbitrariedades que comete el régimen comunista cubano contra su propia gente”, aseguró entonces Tan Estrada a Martí Noticias.

José Luis Tan Estrada era profesor de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Camagüey y fue expulsado a finales de 2022 por sus críticas al régimen cubano en las redes sociales.

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