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Arte y Cultura

Cineasta cubano Enrique Colina condena censura al teatrista Juan Carlos Cremata

Enrique Colina, cineasta cubano.
Enrique Colina, cineasta cubano.

Colina, autor de varios documentales y con experiencia en la docencia del cine en Cuba, arremete contra la censura a la que ha sido expuesto Cremata, autor de la pieza "El rey se muere".

El cineasta y docente cubano Enrique Colina escribió una misiva a su censurado colega Juan Carlos Cremata, en la que arremete contra la censura, la intolerancia y la estrechez de miras que ha prevalecido en la "revolución" cubana.

Cremata es autor de la pieza El rey se muere, de Eugène Ionesco, estrenada el 4 de julio y suspendida definitivamente días después. La compañía teatral dirigida por él fue borrada del mapa escénico cubano y Cremata impedido de volver a ejercer este arte, pero varios de sus colegas en Cuba y el mundo se han solidarizado con él.

A continuación Martí Noticias reproduce el mensaje solidario enviado por Colina a Cremata y la carta donde explica los entresijos de la censura por parte del régimen castrista.

Hola Juan Carlos,

Tienes luz verde. Creo que no tratar el tema públicamente y callarse es plegarse a la arbitrariedad de decisiones que potencialmente nos afectan a todos como creadores, pero también como ciudadanos.

No veo contradicción en que se discuta una ley de cine por la que luchamos en la que explícitamente se garantice el derecho que nos asiste para defender la cultura contra el ejercicio de una censura que se autodenomina revolucionaria cuando en la práctica de todos estos años ha negado con sus desafueros y su mediocridad la esencia anti-dogmática que defendemos, único garante de la revitalización y reanimación de esa rebeldía que necesitamos para mejorarnos como seres humanos individual y colectivamente como pueblo.

Para rescatar esos valores, cuya pérdida ha sido y es denunciada oficialmente como resultado del deterioro ético alimentado por la desidia, la corrupción y la más cobarde y oportunista simulación, el único remedio que veo en el área de estimulación intelectual que nos compete es arrancarnos esa mordaza que los c... burócratas quieren imponerle a la expresión artística comprometida. Vale decir, comprometida consigo misma, con sus criterios y convicciones humanistas y con su vocación anti-conformista, rebelde y verderamente revolucionaria.

Después de predicar tantos años el marxismo-leninismo parece ser que los custodios de la ortodoxia del silencio se han olvidado de las leyes de la dialéctica y por eso flotan en ese sumiso estancamiento donde la fe y la obediencia al inmovilismo parecen ser los altares de adoración al que nos convocan con sus anatemas condenatorios y excomuniones. Pues no, mi socio, protestemos.

Un abrazo,

Enrique

SOBRE LA CENSURA Y SUS DEMONIOS

La censura artística practicada en Cuba durante estos 56 años contra obras y creadores de la cultura en favor de una supuesta defensa de la Revolución ha derivado paradójicamente en un boomerang contra el prestigio político del proceso revolucionario, el mismo que fomentó y desarrolló desde su inicio las diversas expresiones artísticas que hoy sustentan y refuerzan nuestra identidad nacional y garantizan la continuidad del legado positivo de esta etapa de nuestra historia.

Si hiciéramos el recuento de las rectificaciones y rescates de obras y personalidades de la cultura que una vez fueron estigmatizados con el sambenito contrarrevolucionario por funcionarios y dirigentes de una ortodoxia rígida y dogmática –en ocasiones fracturada por una actuación corrupta, oportunista o sencillamente inconveniente dentro de la estructura centralizada y vertical de poder, que los llevó a ser ellos mismos separados y condenados al ostracismo político–, la lista sería larga.

Hoy se reconocen oficialmente las injusticias cometidas durante el llamado quinquenio gris y las reparaciones, desagravios y apropiaciones de su legado cultural se realizan muchas veces cuando ya han desaparecido sus autores, aún de aquellos que tuvieron que emigrar, pero para esos que se fueron por criticar, advertir y denunciar en sus obras la deriva autoritaria e intolerante de la burocracia sistémica, para esos "rescatados" hay que estar ya muerto.

La intolerancia a la crítica como norma para conocer la verdad –que es consustancial al fenómeno artístico que explora, indaga y escudriña en los conflictos humanos, enmarcados social, política y económicamente en su realidad y en su historia– ha sido y sigue siendo una proyección del miedo para afrontar las responsabilidades emanantes de un poder burocratizado que ha cometido errores, extravíos y desviaciones de su inicial impulso revolucionario y libertario. Equivocaciones y despropósitos motivados en ocasiones por la impaciencia y las buenas intenciones y en otras por voluntarismos obcecados en un inmovilismo quimérico incapaz de adaptar y reacondicionar la utopía a los requerimientos apremiantes de una realidad necesitada de una apreciación objetiva, sensata y equilibrada de las causas de sus carencias y defectos para corregirlos y enmendarlos.

Antes bien y a pesar de las cíclicas aperturas de rectificación y los llamados a la crítica pública contra lo mal hecho durante estos 56 años la atención siempre se dirigió hacia los fenómenos y no a sus causas. Por eso la ausencia de su confrontación crítica sistemática a través de los medios informativos sometidos a esa censura castradora ha terminado por fraguar la sacralización e intocabilidad de las decisiones verticales de poder, aunque se pretenda enmascararlas haciendo consultas participativas para el retoque de los afeites.

Existe ya un anquilosamiento en la conciencia ciudadana y un agotamiento ideológico por el gastado carácter propagandístico de los medios que dan la espalda a una realidad de opaco futuro y que provoca esa desidia y escapismo que tanto preocupa a los que se inquietan por el desviacionismo ideológico, la superficialidad y la banalidad del entretenimiento que la gente busca en "el paquete", los juegos de computación, la música reguetonera…

Esa pérdida de valores, la mala educación, la vulgaridad, la indisciplina social… también son el resultado de no haber promovido y alimentado en la práctica ciudadana esa rebeldía y autonomía de criterio que el Che alentaba en contra de todos los falsarios y oportunistas que pregonan los dictados de discreción, cautela y mesura en la expresión de nuestras inconformidades ciudadanas. Desacuerdo lícito en cuanto derecho civil a expresar una opinión sin que esta sea reprimida mediante esa inoculación de miedo ante las consecuencias de expresar un punto de vista crítico en "un lugar inapropiado, en un momento inoportuno y de una manera políticamente incorrecta".

El cine, el teatro y las artes plásticas han contribuido con muchas de sus creaciones a confrontarnos con este muro del silencio protegido por los cancerberos ideológicos que censuran y condenan en nombre de una defensa de la Revolución cuando en realidad lo que hacen es vulnerar los pilares humanistas de su continuidad.

Películas, piezas teatrales y obras plásticas –sin olvidar el período de proscripción que sufrieron los mejores exponentes de la Nueva Trova y que a la postre se convirtieron en los más auténticos cantores de la obra revolucionaria– han sufrido los embates de esa resaca reaccionaria que rehúye el debate de ideas y se agazapa en las trincheras de piedras para lanzar sus venenosos dardos inquisitoriales.

Recientemente y en contradicción con la apelación hecha por la más alta instancia de gobierno de asumir la realidad con sentido crítico, honestidad y compromiso ético, reconociendo que la unanimidad de criterios es una falacia de simulación, se han lanzado ataques contra un escritor cuya obra literaria y periodística es ejemplo de seriedad y sinceridad en el reconocimiento de nuestras actuales carencias materiales y espirituales, además de ser un genuino exponente de una comprometida y auténtica cubanía. Hablo de Padura y refiero también la estúpida prohibición de la película inspirada en su novela, Regreso a Ítaca, que meses más tarde fue exhibida durante una semana de cine francés, más para guardar las apariencias que como reconocimiento del error de soberbia cometido. Estúpida, por cuanto expuso sin pudor los colmillos de esa fiera dogmática agazapada para sólo crear un problema que desprestigia no sólo a su propio hacedor sino al poder que representa.

Porque, entiéndase bien, más que fortaleza, esa conducta de intolerancia expresa más bien la debilidad y el raquitismo intelectual y político para asumir un debate abierto y responsable con razones y argumentos que alimenten una confianza solidaria para buscar soluciones a los problemas que se denuncian en la obra, para que no se repita esta triste historia de alentar esa combatividad "revolucionaria" propensa a amordazar el pensamiento y a convertir en enfermiza paranoia la lógica precaución que supone asumir un cambio como el que se está produciendo en nuestro país. Cambio con la sanidad, no sólo de intenciones para que todo siga igual, sino para extirpar esta incapacidad para mirarnos en el espejo incómodo, reconocer nuestras imperfecciones y cuestionarlas deficiencias históricas en la estructura sistémica del modelo que las fomenta.

Así llego finalmente al punto de partida que me ha motivado a escribir estas líneas: la prohibición de la obra teatral de Juan Carlos Cremata y la suspensión de su ejercicio como director teatral. Por ahí me vienen en el recuerdo aquellos años en que el teatro cubano que había alcanzado su esplendor con el triunfo revolucionario sufrió aquella "parametración" purificadora cuyos prejuicios aberrantes y represivos resultaron en frustración, ostracismo y exilio para creadores y artistas que sólo estaban enriqueciendo con su arte ese patrimonio cultural que sabemos constituye el soporte y sostén de nuestra identidad nacional.

No pienso hacer la historia ni mencionar nombres arrollados por aquel desafuero que califico de auténticamente vergonzoso y contrarrevolucionario, que sólo trajo descrédito para una Revolución en la que algunos extremistas con poder de decisión interpretaron la aspiración de crear un hombre nuevo con la de crear un robot obediente, dogmático y henchido de prejuicios reaccionarios, hoy combatidos pero no exterminados.

Tampoco voy a detenerme a polemizar acerca de la obra en cuestión con la que puede uno estar de acuerdo o no, gustarle o no su puesta en escena… no, sólo quiero señalar que considero improcedente que algunos –que no son artistas ni han aportado nada a la cultura nacional– se erijan nuevamente en jueces inquisidores y que, uncidos de una autoridad efímera, decidan frustrar el destino de un artista, de un creador cuya obra en el cine y en el teatro es ya patrimonio de nuestra cultura.

Puede haber contradicciones y en cualquier parte el director de un teatro puede decidir si presentar o no una obra, si suspenderla o continuar su representación, el caso anómalo está en que si hubo supervisión previa con respecto a su contenido y puesta en escena, qué responsabilidad tienen los censores en la situación creada luego del estreno. El teatro en Cuba está auspiciado por el Ministerio de Cultura y responde a una política cultural cuyo diapasón debe ser tan amplio como el reconocimiento de la capacidad de discernimiento de un público nacional al que oficialmente se le reconoce su nivel educacional, político y cultural. Entonces, ¿por qué la censura a la adaptación y puesta en escena de una obra que de por si tiene un alto contenido de provocación perfectamente compatible con la función estremecedora de un arte que pretende romper tabúes, conmover y convocarnos a pensar, a tomar partido a favor o en contra de su propuesta?

¿Tenemos o no un público culto y comprometido con las ideas y principios revolucionarios capaz de sacar sus propias conclusiones para aprobarla o rechazarla? ¿Qué verdadero sentido constructivo tiene una censura excluyente sin que medie el debate entre todos aquellos que realizan esa actividad artística y que potencialmente están sujetos a la misma arbitrariedad?

Cuando 25 años atrás se dictó la censura contra el filme de Daniel Díaz Torres, Alicia en el pueblo de Maravillas, y se dio la orientación a militantes del Partido Provincial, sito en M y 23, de acudir al cine Yara para, durante su exhibición, "salirle al paso a cualquier manifestación de aprobación contrarrevolucionaria", apareció en la primera página del periódico Granma una nota oficial en la que se anunciaba que por decisión del Consejo de Estado el ICAIC quedaría bajo la supervisión del ICRT.

Esto significaba que el Instituto de cine nacional perdía la relativa autonomía de decisión política para la aprobación de su producción de cine, la que hasta entonces le había permitido realizar una producción de filmes y documentales que hoy pudiéramos considerar como diagnóstico de los males que con el Período Especial se agudizaron hasta el grado de hacer sonar la alarma de la necesidad imperiosa de realizar los cambios y aperturas que hoy tardíamente vivimos.

En aquel momento los cineastas nos reunimos para protestar contra aquella decisión que descalificaba el filme, a su director y disolvía al ICAIC. La película no era contrarrevolucionaria, tampoco su director ni ninguno de los que echamos rodilla en tierra para defender ese espacio artístico con propuestas críticas, todas enfiladas contra el dirigismo burocrático, reductor y autoritario, precisamente similar al mismo que causó el mal llamado "desmerengamiento" del Campo Socialista (1). Allí estaban directores como Santiago Álvarez, Tomás Gutiérrez Alea y otros más que avalaban con su trayectoria artística el respaldo a la continuidad de esa vertiente crítica que siempre confrontó el acoso y repudio de esos veladores del cáliz, prístino e impoluto, de esa ideología sin salvadores supremos, sin César ni burgués ni Dios… hoy, digamos que un tanto controvertida en la aplicación práctica de las leyes de la dialéctica.

Y, gracias a esa resistencia se pudo seguir haciendo ese cine que nunca le dio la espalda a la realidad y que hasta hoy mantiene intacta su rebeldía contra los ukases y diktats burocráticos. Así también lo confirma nuestra protesta por la pretensión de excluirnos en la toma de decisión ante la supuesta reestructuración del ICAIC (2) y la insistencia preterida durante más de dos años para que se cree una ley de cine que avale el reconocimiento de una producción independiente y un instituto de cine que promueva y proteja el cine nacional y no que lo monopolice y controle, porque ya no hay con qué…

El caso Cremata entra dentro del debate ideológico que ha marcado el destino de un proceso que necesita mantener despierta la memoria histórica de su quehacer cultural para no seguir cometiendo y soportando errores que vulneran ese valioso tesoro cultural, termómetro crítico que ninguna censura logrará desconectar mientras seamos capaces de actuar en consecuencia y compromiso con nuestro deber ciudadano.

Enrique Colina

(1).- Porque fue con el mismo martillo de la hoz que se rompió el Muro de Berlín, vale decir que fue por el descreimiento y la disfuncionalidad política del modelo soviético, en cuya entraña yacía, desgastada y carcomida, la esencia revolucionaria de su origen.

(2).- Existe la pretensión oficial de legitimar instituciones erosionadas por un devenir que ha sobrepasado su capacidad de readaptación funcional para dar respuesta a nuevas exigencias impuestas por un presente muy distinto al que motivó su origen. Véase el documental Que me pongan en la lista

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Publican cancionero ilustrado con obras de la gran María Teresa Vera

“¿Un cancionero ilustrado para María Teresa Vera? Sí por las Jirallamas” de la escritora Miri Páez Bolet. Foto cortesía de la entrevistada.
“¿Un cancionero ilustrado para María Teresa Vera? Sí por las Jirallamas” de la escritora Miri Páez Bolet. Foto cortesía de la entrevistada.

La escritora cubana Miri Páez Bolet ha publicado un cancionero ilustrado que busca preservar el legado de la legendaria cantante, compositora y guitarrista cubana María Teresa Vera.

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"¿Un cancionero ilustrado para María Teresa Vera? Sí, por las jirallamas" es la original propuesta de la escritora cubana Miri Páez Bolet para acercar y recordar a la legendaria cantante, compositora y guitarrista cubana.

María Teresa Vera (1895-1965) grabó más de 200 temas, siendo “Veinte años” el más conocido e interpretado por grandes cantantes cubanos y del mundo.

“Es un homenaje que yo tenía pendiente, una especie de investigación intermitente que comencé en el 2009 y que se concretó en febrero del 2022 con este cancionero ilustrado y las “jirallamas”: unos personajes gráficos que dibujo y que se han convertido en una suerte de hijas/hijos, alterego, que me acompañan”, dijo la autora al programa ARTExpress.

Declaraciones de la escritora Miri Páez Bonet a la revista ARTExpress
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“Es una satisfacción haber rescatado gran parte del repertorio musical de María Teresa Vera, donde la idea original era incluso hacer una película, pero con este cancionero junto a estos personajes se da otra visualidad a estas canciones antiguas, por así decirlo”, dijo Páez Bolet sobre el cancionero, disponible en sitio www.lulu.com y en su versión digital en la plataforma Amazon.

La graduada de Diseño Gráfico detalló además que al proyecto que había concluido en 2023, con alrededor de 105 canciones, le incluyó las partituras creando una especie de real book, por lo que también está compilada la música "para que pueda ser interpretada y rescatada".

El proyecto final contiene 117 canciones que cobran relevancia a la hora de preservar una parte importante de la cultura cubana que son en la mayoría boleros, de grandes compositores como Manuel Corona, Sindo Garay, Ignacio Piñeiro, Patricio Ballagas y muchos otros que aparecen en el cancionero.

Miri Páez Bonet autora de “¿Un cancionero ilustrado para María Teresa Vera? Sí por las Jirallamas”
Miri Páez Bonet autora de “¿Un cancionero ilustrado para María Teresa Vera? Sí por las Jirallamas”

“Rescaté además muchas de las segundas voces que cantaban con María Teresa Vera y algunos sones del “Sexteto Occidente”, del cual ella fue la fundadora, un detalle que pocos conocen”, acotó la entrevistada.

Páez Bolet insistió en la importancia de este texto que “arroja luz sobre la figura de María Teresa Vera, no solo por una canción, sino porque ella fue la intérprete por excelencia de muchos de los compositores de la llamada trova tradicional cubana”.

Museo V da a conocer resultados del concurso de carteles “El arte de resistir”

“No te compliques, es simple, es amor”, obra del diseñador gráfico Pedro Ernesto Millet, primer premio del concurso de carteles "El arte de resistir".
“No te compliques, es simple, es amor”, obra del diseñador gráfico Pedro Ernesto Millet, primer premio del concurso de carteles "El arte de resistir".

El concurso buscaba la participación de todas aquellas personas que "hacen de la sobrevivencia un arte”. Los resultados dieron mayor visibilidad al proyecto Museo V, dijeron los organizadores.

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El Museo Virtual de la Memoria contra la violencia basada en género (Museo V) convocó en el mes de junio a artistas, diseñadores, activistas y público en general a participar en el concurso de carteles “El arte de resistir”.

Los resultados del mismo fueron dados a conocer este lunes 22 de julio.

La escritora y periodista María Matienzo, coordinadora del sitio, dijo a Martí Noticias que “la idea del concurso fue paralela a una campaña con el mismo nombre, con el objetivo de promover un poco el contenido de la página web del museo, ampliar el espectro regional del mismo y salir un poco de la zona de confort”.

Declaraciones de María Matienzo, coordinadora del Museo V.
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“Un aspecto que logramos, porque al concurso se presentaron, además de carteles de artistas cubanos, propuestas de España y Panamá, con muchísima calidad y contenido social”, añadió Matienzo.

Destacó que “se sienten orgullosos de la acogida del concurso y de la visibilidad alcanzada por el Museo V”.

La iniciativa buscaba "artistas que han resistido a todas las fobias vividas" y que mostraran "cómo el arte les ha ayudado". Según palabras de Matienzo, estuvo dirigido a todas aquellas personas que "hacen de la sobrevivencia un arte”.

Los ganadores del concurso fueron:

Primer Premio: Pedro Ernesto Millet (Cuba) con la obra “No te compliques, es simple, es amor”

Segundo Premio: María Toribio (Panamá) con el cartel “No somos minorías”

Y el Tercer Premio fue para Daniel Sánchez Alfaro, conocido con el nombre artístico de Polifemo Art, por la obra “El regreso sin miedo”.

El Museo Virtual contra la Violencia de Género es una iniciativa ciudadana que se inauguró en 2022 a través de un concurso de artes visuales. Según el sitio web se trata de una "herramienta para crear conciencia sobre las violencias que experimentan las mujeres en la Isla".

Entre las muestras que han exhibido se encuentran "Me niego al silencio", de la artista Leyssy O’Farrill Nicholas y "Línea de la vida", de Nadia Díaz Graverán.

El cubano Eliades Ochoa recibe este lunes el Premio La Mar de Músicas

En músico cubano Eliades Ochoa en la ciudad de Cartagena (Tomada del Facebook de Eliades Ochoa)
En músico cubano Eliades Ochoa en la ciudad de Cartagena (Tomada del Facebook de Eliades Ochoa)

El cubano Eliades Ochoa recibirá este lunes el Premio La Mar de Músicas 2024 antes del concierto que ofrecerá a las 23.00 horas en el Auditorio Paco Martín del Parque Torres de Cartagena.

Las entradas están a la venta online en el portal 'Entradas a tu Alcance', según informaron fuentes del Ayuntamiento de Cartagena en un comunicado. Además, será un directo especial, ya que sobre el escenario contará con artistas invitados como la eurovisiva Chanel, la cantaora onubense Argentina y el cantante malagueño Zenet.

"España es mi segunda casa, me ha recibido con los brazos abiertos. Agradezco a La Mar de Músicas por este reconocimiento a mi carrera artística, que desarrollo desde 1963 y que es el legado de la música tradicional de la trova santiaguera y de tantos maestros que han dejado huellas", ha resaltado Ochoa.

El artista también muestra su cariño a Cartagena, "es una ciudad del Mediterráneo llena de historia y tradición, con la cual me identifico. Además, arropa personas muy cálidas y afables. Por eso, me complace volver y compartir junto a mi público, que conoce mi repertorio y trayectoria".

Nacido en 1946 en Santiago de Cuba, Ochoa es uno de los soneros más importantes de todos los tiempos. Miembro fundador del Buena Vista Social Club sigue interpretando grandes éxitos de la formación en su repertorio. En su álbum más reciente, 'Guajiro', resaltan "diferentes estilos de cuerdas con solos de violín, bouzouki, bajo y la guitarra de Eliades que siempre está presente en unos temas que también se nutren de mambos de saxo".

Referente e icono de la música tradicional cubana, el cantante está también considerado el mejor guitarrista de su generación, según la organización del evento.

Ochoa recibe este galardón del festival organizado por el Ayuntamiento de Cartagena como antes hicieron Rubén Blades, Youssou N*Dour, Salif Keita, Totó la Momposina, Oumou Sangaré, Susana Baca, Cheick Lô, Pablo Milanés, Omara Portuondo, Gino Paoli y Jorge Drexler.

El artista cubano es un habitual de La Mar de Músicas, ya que la ha visitado en numerosas ocasiones. La primera vez que pisaba Cartagena fue en 1998 cuando en La Mar de Músicas se llevó a cabo un Especial Cuba; año en el que la música cubana se hizo muy popular en todo el mundo, gracias al Buena Vista Social Club.

Años después, 2010, estrenaba en nuestro festival el maravilloso proyecto 'Afrocubism', donde las músicas de Cuba y África se daban la mano. En 2022 agotaba las entradas en su última visita a La Mar de Músicas.

Sonidos de Colombia, Portugal y Mali

La Mar de Músicas hace un viaje sonoro por el mundo este lunes, ya que programa también conciertos de artistas procedentes de Colombia, Mali y Portugal.

La cantautora lusa Ana Lua Caiano estrenará a las 19.00 horas el escenario gratuito de la plaza del CIM, ubicado junto al Mar Mediterráneo y el submarino Peral. Su música destaca por un estilo fresco y ecléctico que combina elementos del pop, el folk y la electrónica.

A las 20.00 horas se celebra otro concierto gratuito en la plaza del Ayuntamiento. Al ritmo de 'El Caribefunk', el público bailará con esta formación de Cartagena de Indias que fusiona sonidos afrocaribeños, funk, reggae y ritmos exóticos. Su música orgánica suena tropical a través de unas canciones que celebran la diversidad cultural y la riqueza del Caribe

Y a las 21.30 horas, el escenario Repsol del Patio del Antiguo CIM tendrá al instrumento de la kora como eje central de la actuación del maliense Ballaké Sissoko. Este instrumento de 21 cuerdas, hecho a mano con un mástil de madera, media calabaza y cuero de vaca, se toca con cuatro dedos. Con él Sissoko hace una expresión de la rica herencia cultural africana, combinando melodías cautivadoras con ritmos hipnóticos

Quién es Yeisy Rojas, la violinista que está revolucionando el jazz latino con ritmos afrocubanos

Yeisy Rojas, cantautora y violinista cubana radicada en Oslo, Noruega.
Yeisy Rojas, cantautora y violinista cubana radicada en Oslo, Noruega.

Rojas, joven cantautora y violinista cubana, está triunfando en el mundo de la música. La prestigiosa revista Rolling Stone la seleccionó este año en su lista de recomendaciones y Billboard como una estrella emergente.

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Yeisy Rojas, una joven cantautora y violinista de la isla, está revolucionando el jazz latino con ritmos afrocubanos. La prestigiosa revista Rolling Stone la seleccionó este año en su lista de recomendaciones como una de los 15 mejores artistas independientes y Billboard como una estrella emergente.

La joven, que comenzó en el mundo de la música desde que era una niña en Cuba, reside desde hace años en Noruega. Desde allí compuso su disco debut “A Mis Ancentros”, al que califica como el resultado de la búsqueda de su identidad y de una nueva vida Oslo, ciudad a la que viajó por amor y donde continúo sus estudios de jazz y violín.

“Estar lejos de mi tierra, con una cultura y un idioma diferente hizo que me refugiara en la música cubana, comencé a estudiarla y de ahí a crear este disco”, dijo la cantautora al programa radial ARTExpress.

Recientemente la Academia de Grabación de EEUU, institución reconocida por entregar los Premios Grammy, la incluyó como una de sus miembros votantes.

“Mis estudios fueron de música clásica sin ahondar mucho en otros ritmos y es precisamente en Noruega donde logro esa conexión con mis raíces, donde llevo la música a un público que no estaba identificada con esos sonidos ancestrales donde predomina la influencia de África”, confesó.

“Dentro de mí comenzó a crecer esa semillita indicándome que ya estaba lista para realizar mi propia música representando a Cuba”, dijo.

Declaraciones de la cantautora cubana Yeisy Rojas a la revista cultural ARTExpress.
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En el disco “A Mis Ancentros”, que fue grabado en Madrid en un solo día de octubre de 2022, uno de los sencillos principales es “Mamá Inés”, una canción que se inspira en el poema “Ayer me dijeron negro”, de Nicolás Guillén.

“Para mí es un sueño hecho realidad haber grabado en este lugar y que se me hayan abierto las puertas. Estoy muy agradecida”, acotó la artista.

Rojas, graduada de la Escuela Nacional de Arte (ENA), fungió como violinista en el Ballet Nacional de Cuba y en la Ópera de La Habana.

“Creo que en nuestra misma comunidad existe mucho racismo, especialmente con lo referido al pelo, con los rizos, de ahí visualicé el video que muestra la belleza natural como una forma de inspirar a las mujeres afrocubanas”.

Próximamente saldrá a la luz el sencillo que lleva el nombre del disco, un proceso que la cantautora tomó muy en serio, diseñando incluso el vestuario utilizado para la grabación en Gamle Logen Oslo, un sitio emblemático de Noruega.

“Ha sido un excelente año para mí, he podido hacer mi música, aunque lamento el fallecimiento de mi madre, pero la vida te quita cosas y te da otras. Sé que al otro plano donde se fue me debe estar mirando orgullosa y diciendo: esa es mi niñita”.

La omisión de Olga Guillot en festival de Santiago de Cuba: ¿otro caso de censura?

Olga Guillot en una foto de archivo. (Cortesía de Olga María Touzet y Guillot)
Olga Guillot en una foto de archivo. (Cortesía de Olga María Touzet y Guillot)

En mayo, el principal organizador del evento, Rodulfo Vaillant García, anunció que el festival estaría consagrado a Olga Guillot, pero luego dijo que sería dedicado al guitarrista Gabino Jardines.

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El Festival "Boleros en Santiago" cerró sus puertas este domingo en Santiago de Cuba en medio de la controversia de si fue objeto de censura por parte de las autoridades culturales.

“A mí, desde el principio, me pareció una ridiculez que dedicaran un festival de boleros a Olga porque, primero, tenían que haberle pedido disculpas por haberla ninguneado durante 65 años, pero, además, ahora quitarle el nombre, para dárselo a Gabino, más que insultante, es ridículo y risible”, dijo a nuestra redacción el jazzista, clarinetista y saxofonista cubano Paquito D’ Rivera, exiliado en Estados Unidos.

En mayo, el principal organizador del evento Rodulfo Vaillant García anunció que el festival estaría dedicado a Olga Guillot, "una de las cantantes cubanas más populares" y "un orgullo" de Santiago de Cuba.

Pero, presuntamente, la dirección nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) desautorizó la idea lanzada por Vaillant, que, en su lugar, dedicó la edición 35 al guitarrista Gabino Jardines, fallecido recientemente.

Fuentes no identificadas afirmaron a Diario de Cuba que la UNEAC suspendió la propuesta impulsada por el organizador del evento.

En una llamada telefónica de Martí Noticias, Vaillant García negó que la Guillot hubiera sido censurada por las autoridades.

“Pensábamos realizarlo, pero lo cambiamos por otras razones. Aquí se murió un músico importante y decidimos dedicarle el festival a este músico y, tal vez, el año que viene se le dedicará a Guillot. En ningún momento nadie ha desautorizado y nadie ha dicho nada con eso”.

“Lo habíamos avisado en mayo, pero después, con la muerte del guitarrista acompañante Gabino Jardines, que formaba parte del comité organizador del Festival del Bolero, decidimos consagrárselo a él. Nadie ni nada del régimen nuestro ha tenido que ver con eso”, afirmó Vaillant, quien es el presidente de la UNEAC en la provincia santiaguera.

En Facebook, la internauta Islay González manifestó en un comentario: “Mejor!! Creo que ella no hubiera aceptado”. Fue secundada por otro forista, Rubén Fuentes Villalobos, quien considera que la inclusión de Guillot en la festividad santiaguera se debió a una determinación “de un librepensador decisor a nivel menor, que tomó la determinación inconsulta con los superiores”.

Otros, como Digna Mariana Caballero Ferrer, agradeció a los impulsores del festival por dedicarlo a Gabino.

En entrevista con el periódico oficial Sierra Maestra, Vaillant García destacó "el hilo conductor de la UNEAC" y el apoyo de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos.

Olga Guillot fue proscrita de las emisoras de radio y televisión de la Isla desde su salida del país en 1961 y, al parecer, continúa bajo una férrea censura.

“Eso es que a alguien se le ocurrió esto como la apertura mental que se supone que tienen ahora. Pero se fueron muy lejos y de arriba le dijeron: ‘no va’, porque a la hora de dedicarle un festival a una persona, lo primero que tienes que publicar es su biografía y que tú puedes decir de Olga Guillot, como no fuera que desde que salió de Cuba hasta el día de su muerte, lo que hizo todo el tiempo fue denunciar las arbitrariedades del Gobierno comunista”, agregó D’Rivera, calificado por especialistas como parte de lo más glorioso de la música cubana.

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