Opiniones
Zelensky dice que se reunirá con Trump "mucho antes de Año Nuevo”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría recibir a su par ucraniano Volodymyr Zelensky este fin de semana en Florida, en un nuevo esfuerzo diplomático por terminar la guerra entre Rusia y Ucrania, una de las promesas de campaña del mandatario republicano.
Medios reportan que tan pronto como el próximo domingo, Trump recibirá a Zelensky en Florida. Sin precisar la fecha, el presidente de Ucrania había anunciado “una reunión al más alto nivel con el presidente Trump. Se puede decidir mucho antes de Año Nuevo”, escribió en X.
El presidente Zelensky anunció el encuentro un día después de tener una “conversación muy productiva” con el enviado especial Steve Witkoff y Jared Kushner, yerno de Trump y quien ha jugado un rol protagónico en alcanzar la paz entre Rusia y Ucrania.
“Les gradecí su enfoque constructivo, su arduo trabajo y sus amables palabras y saludos navideños para el pueblo ucraniano. Trabajamos sin descanso para acelerar el fin de esta brutal guerra rusa contra Ucrania y para garantizar que los documentos y las medidas sean realistas, eficaces y fiables”, comunicó Zelensky en X.
De acuerdo con el mandatario ucraniano, “existen buenas ideas que pueden contribuir a un resultado común y a una paz duradera. La seguridad real, la recuperación real y la paz real son lo que todos necesitamos: Ucrania, Estados Unidos, Europa y todos los socios que nos apoyan”, afirmó en su comunicado.
En este 2025 Trump y Zelensky se han reunido en tres ocasiones. La primera fue en febrero, en el Despacho Oval, que devino un encuentro tenso que terminó sin acuerdos o firma de tratados. La segunda reunión fue abril, antes del funeral del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
El tercer intercambio fue en agosto, en un contexto más amplio que incluyó a líderes de Europa, quienes fueron recibidos en la Casa Blanca, en Washington, DC.
En esa ocasión estuvieron con Trump y Zelensky, el presidente de Francia Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz; Giorgia Meloni, primera ministra de Italia; Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido; el presidente de Finlandia Alexander Stubb, además de Mark Rutte, secretario general de la OTAN y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Previo a la visita de este fin de semana, el presidente Zelensky le dijo a la prensa que uno de los puntos fundamentales de cualquier diálogo son las garantías de seguridad para Ucrania. De acuerdo con el mandatario, el plan de paz de 20 puntos que se analiza con EEUU está listo en el 90 por ciento.
La vida religiosa en Cuba también se ve afectada por la crisis
La emigración masiva y las restricciones a la libertad religiosa, entre otros factores, han reducido de forma sostenida el número de sacerdotes y religiosos en Cuba
“Estamos perdiendo casi una congregación femenina por año que abandona Cuba por la crisis vocacional y por no poder sostener su presencia ante la escasez de personas”, afirmó en entrevista para ACI Prensa Ricardo Alberto Sola, presidente de la Conferencia Cubana de Religiosos (CONCUR).
Actualmente existen en Cuba unas 118 congregaciones religiosas, en su mayoría femeninas, con alrededor de 700 religiosas y poco más de 140 sacerdotes de 65 nacionalidades. Aun con esa reducción, Sola subrayó que la vida consagrada sigue siendo esencial para la Iglesia.
“Sin los religiosos y religiosas, hoy más de la mitad de las atenciones pastorales simplemente se caerían, no se sostendrían”, advirtió.
Sobre este tema, Martí Noticias conversó con el sacerdote Fernando Gálvez, quien explicó que la falta de vocación está relacionada a factores sociales, económicos, culturales y religiosos.
En el plano social y económico, Gálvez apuntó a la precariedad prolongada que marca la vida cotidiana en la isla.
“La vida sacerdotal o religiosa, que ya de por sí exige una opción radical de desprendimiento, se percibe muchas veces como una renuncia excesiva en un contexto donde incluso lo básico es difícil de garantizar”, explicó, una percepción que influye tanto en los jóvenes como en sus familias.
Desde el ámbito cultural, el sacerdote destacó el impacto de décadas de secularización y exclusión de lo religioso del espacio público.
“Muchos jóvenes crecieron sin referentes sacerdotales cercanos, sin catequesis sistemática y sin comunidades estables que acompañaran un discernimiento”, afirmó.
A ello se suma, según Gálvez, una Iglesia que durante años ha funcionado en clave de supervivencia.
“Esto ha limitado un crecimiento sano del clero, ha empobrecido el acompañamiento vocacional y ha reducido la visibilidad del sacerdocio y de la vida consagrada”, reconoció.
“La emigración ha provocado una verdadera hemorragia generacional. Muchos de los jóvenes que podrían plantearse una vocación simplemente no están en el país”, dijo Gálvez, quien añadió que otros viven con la expectativa constante de marcharse, lo que dificulta compromisos a largo plazo.
“Todavía persisten restricciones que hacen que la vocación no sea socialmente valorada ni comprendida. Optar por la vida consagrada se percibe como una elección marginal o incluso incomprensible”.
Pese al desgaste, la Iglesia católica mantiene una presencia social clave en amplias zonas del país. El escritor y activista laico Osvaldo Gallardo señaló a nuestra redacción que, ante el colapso de las estructuras estatales, la Iglesia ha asumido funciones básicas de acompañamiento.
“Ante unas estructuras de poder que han abandonado cualquier actitud paternalista y proveedora, la Iglesia lleva alimento, consuelo espiritual y material a los sectores más desposeídos del país”, afirmó.
Gallardo destacó que la Iglesia es hoy “la única organización con presencia en prácticamente todo el territorio nacional”, aunque con menos agentes pastorales que hace dos décadas debido a la emigración y al envejecimiento de las comunidades.
Para los entrevistados, la crisis vocacional no es solo un problema interno de la Iglesia, sino un síntoma de una herida más profunda. En un país marcado por la emigración, el empobrecimiento y la restricción de libertades, la dificultad para suscitar vocaciones refleja también la pérdida de horizontes colectivos y de expectativas de futuro.
En ese contexto, líderes religiosos insisten en la urgencia de sostener y acompañar la vida consagrada en Cuba, no solo como una necesidad eclesial, sino como uno de los últimos espacios de servicio, gratuidad y coherencia que permanecen activos en la sociedad cubana.
Foro