El régimen comunista de Cuba a través de su embajada en Washington entregó al Departamento de Estado una nota de protesta por la decisión de Washington de crear un grupo de trabajo para mejorar el acceso a internet en la isla.
El reclamo, inicialmente entregado al Encargado de Negocios de los Estados Unidos en La Habana, Lawrence Gumbiner, demanda al Gobierno de los Estados Unidos "que cese sus acciones subversivas, injerencistas e ilegales contra Cuba (...) y lo insta a respetar la soberanía cubana”.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo la semana pasada que el grupo de trabajo busca promover “el flujo de información libre y no regulado” en Cuba, que tiene una de las tasas de penetración de Internet más bajas en el mundo.
El Departamento de Estado ha creado un Grupo de Trabajo de Internet para Cuba compuesto por representantes gubernamentales y no gubernamentales: https://t.co/5PqZemqVhM
— USA en Español (@USAenEspanol) January 25, 2018
“El grupo de trabajo examinará los desafíos tecnológicos y las oportunidades para expandir el acceso a Internet y los medios independientes en Cuba”, explicó el Departamento de Estado estadounidense.
La Habana, por su parte asegura que continuará regulando el flujo de información y que no tolerará ningún tipo de actividad subversiva ni de intromisión.
La reacción de Cuba se produce un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump destacara las sanciones aplicadas por su Gobierno a las “dictaduras comunistas y socialistas en Cuba y Venezuela” durante su discurso del Estado de la Unión.
Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se han enfriado desde que Trump asumió el poder y prometió revertir el proceso de acercamiento a la dictadura comunista iniciado por su predecesor, Barack Obama.
Muchos analistas dicen que al adoptar un enfoque más duro y realista sobre Cuba, Trump está presionando a La Habana para que cambie radicalmente su estructura de gobierno dictatorial, en lugar de instarle a una apertura social y económica, lo que lleva a la isla a tomar una postura más agresiva, cosa que por demás siempre ha hecho, pues los recientes ataques selectivos a una veintena de diplomáticos estadounidenses ocurrieron precisamente en el momento en que Obama hacía indecibles esfuerzos por acercarse al régimen.