Gran Bretaña desafió a los Estados Unidos el miércoles a explicar su visión de un nuevo acuerdo negociado con Irán después de que el presidente Donald Trump se retiró del acuerdo nuclear internacional de 2015.
El secretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, dijo que Gran Bretaña no tenía intención de abandonar el acuerdo, conocido como el JCPOA. Healso dijo además que Gran Bretaña haría todo lo posible para proteger los intereses comerciales del Reino Unido en Irán.
"Ahora que la administración Trump abandonó el JCPOA, la responsabilidad recae sobre ellos para describir cómo en Washington construirán una nueva solución negociada para nuestras preocupaciones compartidas", dijo el funcionario de Exteriores.
"El presidente Trump se dijo a sí mismo anoche que está comprometido a encontrar una nueva solución y debemos mantenerlo en su palabra".
Johnson dijo que no tenía problemas con el objetivo de Trump de buscar una solución a la amenaza nuclear de Irán y otras políticas iraníes consideradas malignas por Londres y Washington, pero agregó: "La pregunta es: ¿cómo se propone Estados Unidos lograrlo?".
Cuando se le preguntó sobre el impacto potencial de las nuevas operaciones económicas de Estados Unidos contra Irán en las empresas británicas que buscan hacer negocios en el país, Johnson no entró en detalles, pero indicó que el gobierno apoyaría a las empresas. "Haremos todo lo posible para proteger los intereses comerciales del Reino Unido", dijo.
Al preguntársele qué sugerencias haría el gobierno británico a la administración estadounidense sobre el camino a seguir para tratar con Irán, Johnson habló sobre la idea de un acuerdo de seguimiento que preservaría los pilares centrales del PCJ mientras abordaba otras cuestiones más allá del programa nuclear.
"La idea central es que alrededor del núcleo del JCPOA se construye una superestructura, un acuerdo de seguimiento que eliminará los problemas de las cláusulas de extinción, abordará el problema de los ICBM (misiles balísticos intercontinentales) y satisfará las ansiedades del presidente". él dijo.
Por su parte, Arabia Saudita está monitoreando el impacto de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear de Irán sobre suministros de petróleo y está listo para compensar cualquier escasez, pero no logrará llenar el vacío, dijo a Reuters una fuente de la OPEP familiarizada con el pensamiento petrolero del gobierno.
Además, las principales compañías, particularmente en Europa, podrían ver cancelados miles de millones de dólares en acuerdos comerciales debido a la decisión de Estados Unidos de reinstalar las sanciones a Irán, aunque el impacto final sigue sin estar claro debido a la posibilidad de renegociaciones y exenciones, dicen los expertos.
Corea del Sur dijo el miércoles por otro lado que trabajará para minimizar el impacto en las firmas surcoreanas de Estados Unidos. decisión de retirarse de un acuerdo nuclear internacional con Irán.
En un comunicado, la Casa Azul presidencial también dijo que apoyó los esfuerzos para resolver pacíficamente el problema de Irán.
Pero a Wall Street parece tenerle sin cuidado pues abrió hoy al alza y con un
avance del 0,23 % en el Dow Jones de Industriales, su principal
indicador, con el mercado impulsado por las ganancias en el sector
energético vinculadas con la fuerte subida en los precios del crudo.
Media hora después de la apertura de la sesión, el Dow Jones ganaba 56,73 puntos, hasta 24.416,94 enteros, mientras que el selectivo S&P 500 subía un 0,36 % o 9,75 puntos, hasta 2.681,67 unidades. Lo que se interpreta además como muestra de la confianza del mercado en las políticas del presidente Trump.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que cotizan los principales grupos tecnológicos, ganaba un 0,27 % o 19,55 puntos, hasta 7.286,45 enteros.
Por sectores, el que más subía era el energético, un 1,75 %, como consecuencia de la subida del precio internacional del petróleo, del 2,4 % en el caso del crudo de Texas en la apertura, tras los anuncios hechos por la Casa Blanca este martes sobre Irán.