La Primavera de Praga de Alexandr Dubček cumple medio siglo

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Reportaje de la agencia AFP sobre la Primavera de Praga.

A 50 años del inicio de los dramáticos sucesos ocurridos en Checoslovaquia, historiadores y testigos recuerdan la historia.

Este viernes se cumple medio siglo del hecho histórico conocido como Primavera de Praga, liderado por el entonces líder comunista Alexandr Dubček para intentar construir el sueño del "socialismo con rostro humano".

Desde su puesto al frente del Partido Comunista Checoslovaco, Dubček intentó modificar progresivamente aspectos totalitarios y burocráticos adquiridos del estalinismo, pero su movimiento terminó aplastado por los tanques soviéticos en agosto de 1968.

"La primavera de Praga fue sin dudas un evento nacional ligado a las esperanzas y expectativas de la sociedad entera" dijo a AFP el historiador Oldrich Tuna.

Como líder, Dubček entendió que el formato político totalitario y en buena medida opresor, desarrollado bajo la tutela soviética, no coincidía con la idea que muchos tenían del comunismo.

Un congreso de escritores de 1967, que en teoría debería haber amparado el régimen presidido por Antonín Novotný, sirvió para muchos expresaran su descontento.

Entre las reformas impulsadas por Dubček estaban entre otras legalizar la existencia de múltiples partidos políticos y sindicatos, promoviendo la libertad de prensa, de expresión y el derecho a huelga.

"Los medios se vieron emancipados muy rápido y pronto comenzaron a hacer preguntas y abrir temas que nadie se imaginaba que fueran discutidos en público un mes antes", explicó Tuna a la AFP.

El sueño terminó cuando cuando las tropas del Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia y pusieron fin al proceso de apertura política en agosto de 1968.

La Primavera de Praga fue aplastada por fuerzas de ocupación lideradas por los soviéticos en 1968.

Un 1 de Mayo voluntario

La llegada de Dubček al frente del Partido Comunista el 5 de enero de 1968 se considera el inicio de la Primavera de Praga.

Su nombramiento despertó la esperanza en la sociedad de que el régimen se fuera democratizando, según dijo a Radio Praga Jaroslava Vybíralová, entonces estudiante de la Universidad Técnica de Praga.

“Lo percibimos con entusiasmo porque creíamos que mejoraría la situación. Por primera vez viví un Primero de Mayo al que no fuimos a la fuerza sino voluntariamente. Se llenó la plaza de Venceslao de un lado a otro, el entusiasmo era tremendo”.

Una vez en el cargo, Dubček impuso lo que se llamó el programa de acción: una serie de reformas políticas, económicas y sociales para dar lugar a un “socialismo de rostro humano”.

"Le damos la plataforma suficiente a todo el que desee de corazón implicarse con la democracia, con la democracia socialista, con Checoslovaquia, con la Checoslovaquia Socialista. Todos pueden implicarse, todo el que quiera", dijo Dubček en un discurso.

Durante la Primavera de Praga se aprobó la libertad de expresión, y se levantaron las restricciones para salir del país.

Si el proceso reformista hubiera cumplido sus objetivos o no, o si hubiera producido una tercera vía entre el liberalismo democrático y el comunismo, es algo que queda para la especulación histórica.

El plan de Dubček duró ocho meses. El 21 de agosto de 1968 las tropas de Pacto de Varsovia, conducidas por un Moscú alarmado ante lo que estaba viendo, invadieron Checoslovaquia y reimplantaron la ortodoxia comunista al frente del país.

(Tedactado con información de AFP y Radio Praga)