Martha Luisa Hernández Cárdenas se lleva el Premio de Novela Franz Kafka 2020

Imagen del Concurso de Novelas Frank Kafka en el 2018.

La escritora cubana Martha Luisa Hernández Cárdenas se convirtió en la ganadora del Premio de Novela Franz Kafka, que este año arribó a su decimotercera edición y está patrocinado por la plataforma InCubadora, perteneciente a la Biblioteca-Samizdat Libri Prohibiti, con sede en Praga, República Checa.

“El reconocimiento a ‘La puta y el hurón’ es, sin dudas, algo muy importante para mí. Este premio es sumamente prestigioso y yo admiro a los que lo han merecido en otros años. Igualmente el jurado fue de lujo”, dijo a Radio Televisión Martí la galardonada, desde La Habana.

La decisión fue tomada por una junta, integrada por la investigadora literaria Idalia Morejón Arnaiz, el poeta Waldo Pérez Cino y el ensayista Carlos Alberto Aguilera, “por la calidad y frescura de su lenguaje, la construcción de una estructura narrativa fragmentaria que desde el uso de diversos géneros incluye voces narrativas diferentes y que aportan una perspectiva íntima y humana a un tema muy difícil en sí mismo como es la prostitución”.

Hernández Cárdenas es una poeta, narradora, teatróloga, crítica y performer que en 2017 ganó el premio David de Poesía de la UNEAC, por “Días de hormiga”; en 2019, el Premio Bienal de Poesía de La Habana por “Los Vegueros” y la beca de creación Prometeo que otorga la revista literaria La Gazeta de Cuba, por “Una Opera China” en 2020.

La joven autora confesó a nuestra redacción que “La puta y el hurón” le tomó mucho tiempo, pensarla, escribirla.

“Primero porque entre sus versiones casi siempre encontraba una historia demasiado lineal o convencional cuando lo que yo trataba de contar era algo más sensorial, algo que escapa a los hechos. Y hablo de un contexto bastante complejo”.

El argumento está enmarcado en la semana posterior a la muerte de Fidel Castro “pero todo eso es bastante incidental, tangencial”, apuntó la escritora de 29 años.

“Es como la novela de una generación, la nacida en los 90, a veces tildada de apolítica pero en realidad es una generación extraviada, con mucha apatía, que no encuentra salida. No es autobiográfica pero me costó mucho hallar la voz del personaje principal”.

Se trata de una joven diseñadora de teatro que se queda desempleada porque la obra en la que trabajaba fue censurada. Entonces se convierte en prostituta, “tiene un amante que la droga, que tiene amigas, una amiga transexual.”

A otro personaje, el de un hombre que le paga por acostarse con él, ella lo llama ‘el hurón’ y es “una representación del macho violador porque el macho del hurón, en el proceso de apareamiento con la hembra, la muerde, la golpea y entonces hablo de una ‘huronificación’ del deseo, de una cultura de hurones”, destacó.

“Creo que es una novela muy sensorial y en la que dejo también mucho dolor, atravesado por esos amigos, un amigo suicida, una madre enferma de epilepsia, por la pobreza”.

El ambiente que describe la obra es el de La Habana underground, del submundo, pero no repite los personajes habituales en este tipo de relatos que tocan el tema del sexo transaccional o del meretricio.

En ese sentido, señaló la creadora, la segunda mujer que obtiene el lauro, “trataba de darle otra connotación desde el punto de vista de las sexualidades, del sexo disidente, desde el feminismo. Pero también fue duro encontrar el discurso, lograr un manifiesto de esta sensación de pérdida que tiene la protagonista”.

“Y para ello introduje cartas del futuro de su amiga trans que emigra y versioné, un poco como un parteaguas, dentro de la voz de una figura que ha sido intensamente evocada en el teatro cubano que es ‘La puta respetuosa’ de Jean Paul Sartre”.

“La futura publicación del libro dirá si funciona o no pero, para mí, fue una investigación del lenguaje importante y definitoria”.

En años anteriores han obtenido el galardón, que pone como única condición residir dentro de la Isla, Ernesto Santana, Nonardo Perea, Abel Arcos, y Angel Santiesteban, entre otros.