Análisis: Finlandia, Suecia y la OTAN después del 24 de febrero

Un paso fronterizo entre Finlandia y Rusia, el 23 de marzo de 2022. (Reuters/Essi Lehto).

Es ahora casi una certeza que Finlandia y Suecia pasen a formar parte de la OTAN, lo que se convierte en el mayor cambio político y militar del mapa europeo desde que los países de Europa Central y Oriental se unieran en diferentes oleadas a fines de la década de 1990 y principios de la década de 2000, a la Alianza militar así como a la Unión Europea, dijo en un artículo de análisis Rikard Jozwiak, editor de temas europeos en Radio Europa Libre/Radio Libertad (RFE/RL).

La gran interrogante no es si sucederá, sino más bien cuándo Finlandia y Suecia se unirán a la OTAN, si lo harán juntos y, quizás lo más importante, si obtendrán ciertas garantías de seguridad en el período de meses que pasen entre sus solicitudes y la aprobación como miembros de pleno derecho de la Alianza.

Para Finlandia, será el movimiento definitivo para liberarse de la noción de "Finlandización" de la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética dejó que el país fuera independiente pero tuvo una gran influencia en sus decisiones políticas.

Para Suecia, la sensación de ser "neutral" ha conformado su vida política durante décadas, si no siglos. Habiéndose mantenido al margen de ambas guerras mundiales durante el Siglo 20, su último conflicto militar reconocido fue contra Noruega en 1814. Es, en otras palabras, un gran problema para ambos países. Por lo tanto, es aún más sorprendente la rapidez del proceso de decisión tanto en Helsinki como en Estocolmo, durante esta primavera.

Al recibir en la capital de Suecia a principios de semana a su homólogo de Finlandia, Sanna Marin, la Primera Ministra Magdalena Andersson dijo, refiriéndose a la invasión rusa de Ucrania, que “hay un antes y un después del 24 de febrero".

La guerra del Kremlin ha concentrado las mentes, y las posteriores amenazas de Moscú a medida que la pareja se acerca a la OTAN, acaban de reafirmar su determinación, dijo Jozwiak.

Tanto es así, que el dúo nórdico ahora está considerando unirse, incluso sin hacer referendos de opinión pública en ninguno de los dos países. Marin confirmó en Estocolmo que el Parlamento de Finlandia y sus diversas comisiones, debatirán ahora si se unen a la Alianza militar, pero que se espera una decisión "en semanas y no meses".

No obstante, es evidente cuál será la decisión. Según una encuesta reciente, casi el 70 por ciento de la población finlandesa apoya la afiliación y Partidos vacilantes como el populista Partido finlandés y el Partido del Centro, ahora indican que están a favor de la unión. Esto hace que se espere que ya en mayo, la solicitud sea entregada en la oficina del Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Finlandia encabeza actualmente la medida, pero Suecia parecería seguir el ejemplo de su vecino oriental. Los socialdemócratas gobernantes, campeones de la no alineación, actualmente realizan debates internos al respecto, pero los informes de prensa dicen que la Primer Ministra Andersson favorece la afiliación. Los cuatro partidos de centro-derecha del Parlamento ya están a bordo y los populistas demócratas de derecha indicaron que estarían dispuestos a la unión, si Finlandia se uniera.

Existe por lo tanto, una mayoría parlamentaria y, aunque las últimas encuestas de opinión muestran que el 45 por ciento de los suecos se unirían en comparación con el 33 por ciento en contra, y el 22 por ciento están indecisos, los sondeos indican que la cantidad de los que apoyan la afiliación aumentaría a más del 60 por ciento si Finlandia también se uniera.

No sería de sorprender que la solicitud sueca siguiera poco después de la finlandesa, ya que Estocolmo parecería querer que este problema fuera resuelto antes de las elecciones parlamentarias programadas para fines de septiembre.

Si bien los funcionarios de ambos países insisten en que tomarán decisiones separadas, también confirman que los ministros suecos y finlandeses se encuentran semanalmente en contacto sobre el tema, si no diariamente. Sin embargo, es evidente que la entrada de ambos países al mismo tiempo, fortalecería sus respectivas ofertas y facilitaría aún más a que la OTAN abriera sus puertas.

También es evidente que la OTAN recibiría a la pareja con los brazos abiertos. No hay indicios de que ningún otro miembro actual tenga algún problema con los países solicitantes, y Stoltenberg los ha descrito como los más cercanos a la OTAN que posiblemente pudieran estar sin ser miembros. Ambos ejércitos participan regularmente en las maniobras militares de la Alianza y ya son totalmente interoperables con los de los otros 30 miembros.

Además, Finlandia, que todavía tiene Servicio Militar Obligatorio, podría reunir un ejército en pie de guerra de 280.000 efectivos, además de los reservistas adicionales, y Suecia dispone de una industria militar importante y de alta tecnología. Ambos también están listos para alcanzar el objetivo de la OTAN de dedicar el 2 por ciento de su Producto Interno Bruto a los gastos de Defensa, en los próximos años.

Entonces, ¿cuándo podrían afiliarse? El escenario más optimista en Bruselas es que ambos países puedan firmar sus protocolos de adhesión en la Reunión Cumbre de la OTAN en Madrid, los días 29 y 30 de junio. La velocidad de estos procedimientos es sin precedentes, pero muchos funcionarios también agregan que “vivimos en tiempos sin precedentes”.

El Ministro de Relaciones Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, destacó que el proceso de ratificación después de la firma de los protocolos podría llevar de tres meses a un año, ya que algunos de los parlamentos nacionales de los 30 miembros de la Alianza discuten el tema en varias comisiones.

También existe la posibilidad de que el Proyecto de Ley de adhesión se convierta en una “víctima colateral”, causado por negociaciones políticas internas. Por ejemplo, Macedonia del Norte, el último miembro de la OTAN, tardó 13 meses en pasar de la firma de los protocolos de adhesión, a la afiliación con plenos derechos. Tanto Suecia como Finlandia, sin embargo, han presionado a otros miembros de la Alianza para que aceleren el proceso, porque la "zona nebulosa" en la que pronto podrían entrar, es una preocupación, especialmente a lo largo del tramo de la frontera de casi 1.400 kilómetros entre Finlandia y Rusia, que pronto podría convertirse en la frontera más larga de la OTAN con su adversario oriental.

Haavisto reconoció que la cláusula de defensa mutua de la OTAN, el Artículo 5, sólo cubre a los miembros con derecho pleno. Pero no se descarta la idea de que se pueda buscar algún tipo de garantía de seguridad para cubrir dicho período, bilateralmente o de otra manera, con el Artículo 42.7 del Tratado de la U.E. que también estipula que otros Estados miembros tienen "la obligación de ayudar y asistir por todos los medios a su alcance", en caso de que otro Estado miembro fuera atacado.

Lo más seguro, sin embargo, es que los parlamentos de todo el continente pudieran tomar un descanso urgente de sus recesos de verano en julio y agosto de este año, para convertir a Finlandia y Suecia en los miembros 31 y 32 de la OTAN, a principios de otoño, precisó Jozwiak.

(Rikard Jozwiak es el editor europeo de RFE/RL en Praga. Su concentración es la Unión Europea y la OTAN. También fue corresponsal de la emisora en Bruselas. Trabajó además en Asia Central).