EEUU aspira a igualar exportaciones agrícolas para Cuba a las de Dominicana

Agricultores inspeccinan un campo de arroz en Arkansas. Foto: uacescomm.

El Departamento de Agricultura prevé que podría alcanzar cifras similares de exportación hacia los dos países. Objetivo: triplicar los $365.255 millones que los cubanos importaron en 2014.

Antes de la llegada al poder de los Castro, Estados Unidos y Cuba mantenían una estrecha colaboración comercial fomentada por su proximidad geográfica. Arroz, manteca de cerdo, carne de cerdo y harina de trigo norteamericanos eran consumidos a menudo por los cubanos hasta 1958. Cuba ocupaba el noveno lugar en las exportaciones agrícolas estadounidenses, con $139.17 millones.

Por entonces, Estados Unidos se nutría también del azúcar, la melaza, el tabaco y el café que producía su vecino del sur. Las importaciones desde la isla en el período 1956-58 alcanzaron la cifra de $407 millones y un volumen de casi 4.000 toneladas métricas en productos. Pero todo se detuvo a partir del año siguiente y quedó prácticamente congelado a raíz del embargo comercial impuesto en 1960.

Hasta el año 2000, cuando Estados Unidos realizó una importante modificación gracias a la Ley de Reforma de las Sanciones Comerciales, no se produjo la vuelta del comercio de una manera regular.

Entonces, se permitió la venta de ciertos productos alimenticios y suministros médicos a Cuba. Estados Unidos recuperó la posición como uno de sus principales proveedores en materia agrícola. Y ahora ¿qué perspectivas económicas tiene Estados Unidos con Cuba una vez que se han liberalizado muchas de las trabas comerciales?

República Dominicana, referencia para exportaciones

El informe que acaba de publicar el Departamento de Agricultura con el título "EEUU-Cuba comercio agrícola: pasado, presente y posible futuro" analiza la situación actual y las nuevas perspectivas económicas que se abren con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Venta de alimentos en una feria en el Paseo del Prado, Habana Vieja.

El Gobierno de Obama tiene, además, un punto de referencia sobre el que basa buena parte de sus perspectivas a medio plazo: República Dominicana. Un país con características similares a Cuba en bastantes aspectos (superficie, población…) pero sobre todo en la variedad de productos agrícolas que consumen.

Sobre la base de las cifras que se manejan con respecto a Dominicana ($1.149.643 millones en exportaciones desde EEUU), el Departamento de Agricultura prevé las cuotas que puede alcanzar con Cuba a medida que se abran más mercados. El objetivo es que los $365.255 millones de 2014 puedan triplicarse para alcanzar los datos de Dominicana, vendiéndole a los cubanos productos como el arroz, el trigo, la leche en polvo, el queso, frijoles secos o aceite de soya que hasta ahora la isla importa de otros países.

Entre los objetivos también está que las exportaciones actuales (esencialmente de carne de res, pollo, pavo, cereales y manzanas frescas) dejen de estar limitadas y crezcan a unos volúmenes mayores.

Exportaciones estadounidenses a Cuba

Comparadas con Dominicana, las ventas agrícolas estadounidenses a Cuba aún representan un porcentaje relativamente pequeño (apenas una tercera parte), si bien la dependencia de este país con productos del exterior es mucho mayor. La carne de pollo congelada o fresca sigue siendo el principal producto que se consume en Cuba con sello norteamericano y cuyas ventas supusieron casi $149.000 millones en el período 2012-2014.

Tabla comparativa de exportaciones de EEUU a Rep. Dominicana y Cuba en el período 2012-2014. Fuente: Departamento de Agricultura.

Por orden de importancia, el maíz ocupa el segundo lugar con $97.227 millones; la harina de soya es el tercer producto americano más consumido, con un valor de exportaciones de $59.371 millones, cifra muy inferior a la que se vende a República Dominicana ($186.780).

Algunos productos que se venden en el mercado dominicano pero no en Cuba es sobre los que existen mayores perspectivas de crecimiento. Ejemplos: carne de res ($40.351 millones en Dominicana; $0.041 en Cuba); cerdo ($40.700 contra $4.331); leche en polvo, que a Cuba aún no se exporta pero que en Dominicana aporta más de $28.000 millones a los estadounidenses.

La lista se extiende al queso, los jugos, el tabaco sin manufacturar o los aceites esenciales, sin mercado aún en la isla.

Elementos esenciales para el comercio bilateral

Para que todo ello sea posible, el documento elaborado por el Departamento de Agricultura establece una serie de elementos básicos que han de crearse en las nuevas relaciones comerciales con Cuba. El primero de ellos, seguir avanzando en la normalización de relaciones, que si bien no ha producido directamente un cambio en la política agrícola, sí ha permitido augurar un entorno económico y político más favorable en ese sector.

El informe se refiere a la idoneidad de que se permitan los viajes a Cuba más libremente, lo cual posibilitaría que empresarios agrícolas realizaran presentaciones, talleres o proyectos humanitarios entre otras cosas. Igualmente, refleja que las exenciones al embargo pueden permitir el crecimiento del comercio agrícola gracias, por ejemplo, a la venta de material de construcción o equipamientos que ya se permite.

Entre otros elementos, asegura que el aumento de las remesas que ahora pueden enviar los cubanos en Estados Unidos a la isla también favorece las perspectivas al contar con más capital. Así como el conjunto de cambios en las políticas destinadas a facilitar las transacciones autorizadas entre los dos países, medida que también apoya.

Por último, un mayor acceso a internet y la revisión de las sanciones a terceros países que comercian con Cuba completan la lista de cuestiones esenciales.

En buena medida, según concluye el informe, el éxito depende de que "el Gobierno cubano tome medidas para fomentar el crecimiento económico y el desarrollo". Si se da el escenario de una apertura más amplia de la economía cubana con el comercio exterior y la inversión, sería "probable un crecimiento más sostenido del comercio agrícola bilateral", asegura.

Pero existe otro condicionante: El crecimiento económico de Cuba y la expansión del comercio agrícola bilateral dependen directamente del crédito y la calificación crediticia actual de la deuda soberana de la isla sigue indicando que es un país con mucho riesgo.