Se dice que el cubano aprende a arreglar cualquier cosa, debido a sus pocas posibilidades de sustituir lo que tiene. Pero de ahí a hacerse el ninja de las reparaciones va un trecho, y el tiro es todavía más largo (y la condena también) si el “ninja”, con afán de lucro, se adjudica credenciales que no le corresponden.
El diario La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria informa que tres cubanos irán a juicio luego de hacerse pasar por técnicos de reconocidas marcas de electrodomésticos para realizar costosas reparaciones en toda esa isla del archipiélago y comunidad autónoma española.
Los cubanos "fingían" prestar sus servicios de reparación en nombre de las marcas "más prestigiosas", se explica en la acusación.
Operaban a través del sitio web serviciotecnicosat.com, que lograron ubicar de manera prominente en buscadores como Google, con la finalidad de captar "una pluralidad indeterminada de potenciales clientes", añade. La web ha sido bloqueada por petición de la Fiscalía.
A Yusmil G. F., Juan Antonio D. N. y Jorge Eric P. B. se les acusa de “estafa en grado de tentativa, en concurso con otro delito de falsificación en documento mercantil”, según las conclusiones provisionales del ministerio público .
La Provincia explica que pasaron inadvertidos al principio, por tratarse del timo de pequeñas cantidades de dinero que fueron denunciadas en distintas demarcaciones judiciales, entre ellas la capital grancanaria; pero luego aparecieron indicios de que los acusados actuaban en conjunto, suplantando en ocasiones al servicio técnico de compañías tan prestigiosas como la alemana AEG.
Según la Fiscalía, en las reparaciones utilizaban repuestos no originales y emitían facturas o reportes de trabajo a nombre de empresas inexistentes. Por cada servicio cobraban un promedio de 400 euros.
Los cubanos se pusieron fatales cuando una mujer contrató su asistencia para reparar una secadora de ropa a través de serviciotecnicosat.com. Yusmil G. F. mandó a los otros dos acusados para que le prestaran el servicio.
Ambos se presentaron como técnicos de AEG, cobraron un adelanto de 80 euros y dijeron que volverían en dos semanas con la pieza original para cambiar la resistencia de la secadora. Eso hicieron en febrero de 2014, y la mujer les pagó otros 91 euros, pero la máquina nunca volvió a funcionar correctamente.
Nadie se hizo cargo de la reparación defectuosa ni de sus reclamaciones, por lo que la perjudicada contactó directamente con AEG y descubrió que los técnicos contratados no eran de su servicio oficial.
Al final la clienta estafada tuvo que abonar un nuevo arreglo para que su secadora funcionara. Ahora es la principal testigo de cargo.
Yusmil G. F., Juan Antonio D. N. y Jorge Eric P. B. podrían pasar respectivamente tres años,dos años y medio y dos años y tres meses en prisión. Además deberán pagar multas de hasta 6.500 euros, e inventar otra manera de buscarse la vida, porque la Justicia canaria no quiere enterarse de que andan por ahí ofertando servicios de reparación o asistencia técnica, al menos por los próximos cinco años.
[Basado en un reporte de La Provincia]