EEUU mantiene programa de refugiados para cubanos

Funcionario de la Embajada de Estados Unidos en Cuba.

Cuba es uno de los pocos países del mundo donde el programa de Estados Unidos para refugiados permite procesar regularmente a los aspirantes desde su país de origen.

Estados Unidos mantiene abierto el programa de refugiados para los cubanos, aseguró a Martí Noticias un portavoz del Departamento de Estado.

"En estos momentos el proceso de solicitud se mantiene igual para el programa de refugiados desde Cuba. Los cubanos pueden continuar solicitando el cuestionario preliminar y enviar la solicitud en persona o por email", aclaró la funcionaria en un email enviado esta semana a nuestra redacción.

"Por separado, el Departamento de Estado está trabajando con nuestros colegas del Departamento de Seguridad Nacional para garantizar la continuidad del funcionamiento del programa Parole de Reunificación Familiar Cubana (CFRP), que es un programa diferente con diferentes procesos de solicitud", aclaró la vocera del Departamento de Estado.

En septiembre de 2017, el presidente Donald Trump firmó la Determinación Presidencial sobre Admisión de Refugiados, que incluye a Cuba entre un puñado de países y regiones del mundo donde el programa de Estados Unidos para estas personas puede procesar regularmente a los aspirantes en sus lugares de origen. Los otros son Eurasia y el Báltico, Irak, y Honduras, Guatemala y El Salvador.

Por lo general, los refugiados tienen que estar fuera de sus países para que los pueda procesar el Programa de Admisión de Refugiados de EE.UU. (USRAP) pero Cuba ha sido tradicionalmente una excepción a esa regla.

A fin de ser considerado para el Programa de Refugiados Cubanos un nacional de la isla debe poder demostrar que es miembro de alguna minoría religiosa perseguida; o es activista de derechos humanos, ex preso político, o un condenado a trabajos forzados entre 1965 y 1968.

De otro modo, debe probar que ha sido privado de sus credenciales profesionales, o sometido a otro trato desproporcionadamente severo o discriminatorio, resultante de sus creencias o actividades políticas o religiosas, percibidas o reales.

[Con información de Ricardo Quintana y Rolando Cartaya]