Amnistía Internacional ofrece nueva hoja de ruta para derechos humanos en Cuba

Cartel colocado en la Lima por exiliados cubanos aboga por respeto a derechos humanos en la isla.

La organización ha sugerido una serie de puntos a seguir por quien tome el poder en la próxima sucesión en Cuba, anunciada para el 19 de abril, para "Transformar el enfrentamiento en diálogo".

El cese del mandato de Raúl Castro, previsto para el 19 de abril, debe ser el anuncio de una nueva era para los derechos humanos en Cuba, dijo este lunes Amnistía Internacional (AI) con motivo de la publicación de su hoja de ruta para el nuevo gobierno cubano.

La organización ha emitido un documento titulado "Transformar el enfrentamiento en diálogo. Una agenda de derechos Humanos para Cuba", en la que enumera los pasos a seguir para "mejorar el historial de Cuba en materia de derechos humanos".

“Es un momento oportuno para entablar un diálogo esencial y constructivo sobre el futuro de Cuba. El nuevo presidente debe aprovechar esta oportunidad y consolidar los progresos en Cuba en materia de derechos humanos, en áreas como el acceso a la asistencia médica y a la educación, abordando los problemas históricos de la nación en esa materia y, en concreto, las restricciones que persisten sobre el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica”, señaló en un comunicado Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de AI.

Transformar el enfrentamiento en diálogo, una agenda de derechos humanos para Cuba

"Si se pueden resolver las restricciones que hemos visto, por más de 50 años, sobre libertad de expresión y asociación, veremos avances en otras áreas de derechos humanos", explicó en entrevista a Efe Louise Tillotson, investigadora para el Caribe de AI.

La investigadora señaló que AI tiene "la esperanza de que este cambio en el liderazgo de Cuba, significativo a nivel simbólico e histórico, sea una oportunidad para amplificar el diálogo entre todas las voces".

En un análisis del marco de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, con la decisión del expresidente Barack Obama de abrir el diágolo con la isla, AI enumera el concierto de The Rolling Stones, el auge del turismo y la apertura de nuevos puntos de conexión a Internet como "pequeñas señales de lo que podía ser una relajación del férreo control de la libertad de expresión en Cuba", e inmediatamente pasa a la riposta.

"Sin embargo, pese a estos acontecimientos, el presidente Raúl Castro siguió negando tajantemente que hubiera presos encarcelados por motivos políticos en Cuba, lo que contrasta con los datos de Amnistía Internacional, que a lo largo de los últimos tres años ha identificado a 11 personas como presos de conciencia (recluidos exclusivamente por haber expresado pacíficamente sus opiniones o creencias). Probablemente, la cifra real sea mucho mayor. Entre estas personas se encuentra el Dr. Eduardo Cardet Concepción, líder del Movimiento Cristiano Liberación, movimiento que es pro democrático, un prisionero de conciencia quien al momento de escribir el presente documento se encuentra recluido".

La nueva hoja de ruta

AI sugiere en su agenda que es necesario aceptar observadores de derechos humanos en la isla.

Una importante recomendación es que el nuevo mando acepte abrirse al díálogo "con todos los sectores de la sociedad cubana" y que permita la pluralidad de voces en el espectro social.

Otros aspectos a tomar en cuenta, asegura AI, son los siguientes:

  • Dejar de socavar el derecho a la educación con el ejercicio de la censura y la discriminación.
  • Dejar de utilizar el empleo para controlar la libertad de expresión.
  • Proteger el periodismo independiente para fomentar la pluralidad de opiniones sobre el futuro de Cuba
  • Promover la igualdad y evitar la discriminación.
  • Fortalecer la independencia del poder judicial y armonizar la legislación penal con el Derecho y las normas internacionales.

Valla propagandística destrozada en Lima, Perú y que aludía a la defensa de los Derechos Humanos en Cuba.

Sobre este último punto, concluye el grupo observador: "Los abogados y abogadas defensores no proporcionan casi nunca a las familias copia de los documentos judiciales, lo que obstaculiza en buena medida el acceso de las víctimas a la justicia, tanto nacional como internacional".

Tillotson recordó que la ONG que representa tiene más de 50 años documentando restricciones a la libertad de expresión en Cuba, las cuales han ido cambiando, y explicó que en los últimos años se ha hecho uso del Código Penal como una forma represiva, con artículos que no son consistentes con normas internacionales.

Se suman ello las detenciones arbitrarias de corto plazo de personas que son percibidas como opositoras y el control que tiene el Estado sobre el sector laboral para acallar las voces criticas y los despidos injustificados, con poca posibilidad de apelar, agregó.

Señaló que Cuba es uno de los pocos países en los que no se puede realizar activismo o trabajo en derechos humanos, porque grupos independientes, sindicatos y grupos de la sociedad civil "no pueden registrarse a nivel legal y los que logran ese diálogo enfrentan hostigamiento".

(Con información de Amnistía Internacional y EFE)