Aguas albañales inundan calles cubanas por deterioro en las redes

Aguas albañales en una avenida de Guanabacoa. (Archivo)

Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, en la isla existen 5.292 kilómetros de alcantarillado y solo el 47 por ciento de las aguas albañales reciben tratamiento.

A dos días de que se celebre el Día Mundial del Agua, la situación en Cuba se torna preocupante no solo por la sequía y la severa crisis en el abasto a la población, sino por el mal manejo de las aguas albañales, dijeron cubanos entrevistados por Radio Martí.

En sitios como Estados Unidos, la Asociación del Agua tiene previsto reunirse, según un comunicado emitido por el Departamento de Estado. Este grupo reúne a unos 120 miembros desde el 2012.

Cuba, por su lado, cuenta desde el 2012 con una Política del Agua con al que no ha conseguido revertir temas clave como los salideros, por donde se despilfarra al menos un 60 por ciento de lo que se bombea, según cofras oficiales.

Las aguas albañales, -que a veces confluyen con las aguas potables por deterioro de las redes-, es una situación por resolver en algunos lugares, dijeron personas consultadas.

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Reportaje de Adriel Reyes, de Radio Martí.

“Hay un serio problema con eso. Primeramente hay un deficiente sistema de alcantarillado y de acueducto y la falta de disciplina de la población hacen que arrojen escombros y otros desechos sólidos a la vía. También está el problema de Comunales con un trabajo muy malo”, dijo el periodista independiente Pablo Morales, de La Habana.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, en la isla existen 5.292 kilómetros de alcantarillado y solo el 47 por ciento de las aguas albañales reciben tratamiento.

Desde Villa Clara, Guillermo del Sol opinó: “El Alcantarillado en más de 30 años, casi 40, ha hecho muy poco por mejorar el servicio en la ciudad. Buena parte de la ciudad sirve de fosa a las aguas albañales. El servicio de recolección de las fosas es insuficiente, son carros con técnicas muy antiguas”.

A su vez, explicó que “la mayoría de los alcantarillados que hay, que no son mucho, vierten hacia los ríos de la ciudad, y como no hay un servicio de agua potable constante, las tuberías quedan vacías porque no se está bombeando agua, se introducen las aguas albañales”.

Parte del peligro que representa esta situación, fue comentada por el médico ortopédico de Holguín, Ramón Zamora.

“Se ven las aguas negras corriendo y los niños jugando incluso próximos a ellas (…) Muchos son los niños que han estado ingresados por infecciones gástricas debido a la contaminación que reciben por estas aguas”, dijo.