Cuando el Estado cede ante la protesta pública

Fuerzas del régimen reprimen a las Damas de Blanco el 20 de marzo de 2016 en La Habana. REUTERS/Ueslei Marcelino.

Las protestas en Cuba suelen ser ahogadas con golpes, amenazas, condenas de cárcel o cuantiosas multas, pero a veces tienen éxito. No todas son disueltas como ocurrió con El Maleconazo.

Desde 1959 las huelgas de trabajadores o las protestas individuales o colectivas son penadas bajo las figuras de desorden público, desacato o atentado a la autoridad. La Constitución de 1940 recogía el derecho a la protesta de este modo:

“Art. 37- Los habitantes de la República tienen el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas, y el de desfilar y asociarse para todos los fines lícitos de la vida, conforme a las normas legales correspondientes, sin más limitaciones que la indispensable para asegurar el orden público. Es ilícita la formación y existencia de organizaciones políticas contrarias al régimen del gobierno representativo democrático de la República, o que atenten contra la plenitud de la soberanía nacional”.

La nueva Constitución, aprobada en febrero de 2019, contiene la libertad de expresión pero se encarga de remarcar que cualquier objeción estaría por debajo del cumplimiento de la ley, como explica el artículo 54.

“El Estado reconoce, respeta y garantiza a las personas la libertad de pensamiento, conciencia y expresión. La objeción de conciencia no puede invocarse con el propósito de evadir el cumplimiento de la ley o impedir a otro su cumplimiento o el ejercicio de sus derechos”, indica la Carta Magna.

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No obstante, la oposición pacífica ha hecho hincapié en las diversas formas de protesta, mediante llamamientos públicos, huelgas de hambre, sentadas en las calles o distribución de impresos.

A propósito del 25 aniversario de la protesta del Maleconazo, sucedida el 5 de agosto de 1994, relacionamos una lista de algunos ejemplos en que los ciudadanos –agrupados o no en organizaciones civiles- se han revelado y sus acciones han tenido resultado o al menos expuesto a los agentes de la represión ante los focos de la opinión pública:

  • Las Damas de Blanco exigieron la liberación de 75 prisioneros de conciencia y lo lograron. Los 75 fueron arrestados en la Primavera Negra de 2003. Las detenciones comenzaron el 18 de marzo de ese mes. Días después, el 31 de marzo, las esposas de los arrestados formaron las Damas de Blanco y comenzaron a asistir a misa en Santa Rita y marchar por la Quinta Avenida de Miramar para exigir la libertad de los 75. Entre el 2005 y 2011 lograron dicha meta, aunque la libertad no fue total. Muchos fueron desterrados y otros están en libertad condicional.

En medio de esos esfuerzos falleció en huelga de hambre el preso Orlando Zapata (2010) y el opositor villaclareño Guillermo Fariñas efectuó una huelga de hambre para exigir la libertad de las víctimas de la Primavera Negra.

Otro resultado positivo: las Damas fueron condecoradas por el Parlamento Europeo con el Premio Sájarov en 2005 y Fariñas en 2010.

El grupo de mujeres ideó una vuelta de tuerca que las ha llevado a mantenerse activas hasta el día de hoy: exigir la liberación de todos los presos políticos cubanos, lo que han hecho exponiéndose desde entonces a agresiones y detenciones cada domingo.

  • Víctor Pérez Martínez se plantó y logró frenar un proceso judicial. El 11 de enero de 2019 la policía irrumpió en la vivienda del matrimonio de Víctor Pérez y María Julia Castillo Castillo, ésta de 34 años de edad. Ambos residen en la ciudad de Pinar del Río. Castillo fue acusada de robo de una cuantiosa suma de dinero, pero sostuvo hasta el final que es inocente.

Víctor Pérez se plantó con un cartel, acompañado de sus hijos menores, frente al Capitolio Nacional en La Habana. Luego de la detención y devolución a su provincia de origen, Pérez fue detenido nuevamente, pero el proceso judicial fue abortado en ese momento.

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    Núñez Magdariaga, esposado a la cama en el hospital en Santiago de Cuba en donde fue recluido. Foto UNPACU.

  • Tomás Núñez Magdariaga exigió su libertad, con éxito. El 15 de octubre de 2018, luego de 62 días de huelga de hambre, el régimen liberó sin cargos al opositor. El hombre, de 65 años de edad, había sido acusado de amenaza y sancionado a 1 año de cárcel.

Este residente en Palma Soriano, Santiago de Cuba, informó a través de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) que se plantaba hasta sus últimas consecuencias si no era sobreseído su caso. Un ex informante de la policía lo había denunciado falsamente bajo presión de la Seguridad del Estado y luego intentó anular la denuncia, pero nadie lo tomó en serio.

La liberación de Núñez Magdariaga, en malas condiciones físicas, ocurrió justo un día antes de que se efectuara en las Naciones Unidas una sesión donde se abordaría el tema de su condena por razones políticas.

Autos antiguos en las afueras de un edificio de La Habana.

  • Transportistas en La Habana. Presionaron y ganaron. Después de varias semanas de protesta, el 17 de diciembre de 2018 los representantes de la Asociación Cubana de Transportistas Autónomos en La Habana anunciaron que dejaban “la huelga”, hecho que ocurrió tras conversaciones con autoridades del Ministerio de Transporte y el gobierno en la capital.

Sin que se vieran las verdaderas cabezas visibles de la protesta ante el anuncio del gobierno de “topar” los precios a choferes particulares, una cantidad considerable de transportistas dejaron de recoger pasajeros, lo que causó un caos sin precedente debido a la crisis económica.

El estado echó atrás con la medida de poner un precio fijo por pasajes y según reportaron varios entrevistados en este medio, las presiones de inspectores y policías contra los cuentapropistas bajaron de tono en esos días y el gobierno impuso una moratoria hasta el 15 de enero en que entraran en vigor nuevas normas restrictivas, que nunca fueron aprobadas.

Artistas muestran cartas de protesta contra el Decreto 349.

  • Artistas. Lograron posponer, debilitar y generar atención internacional cuando protestaron contra el Decreto 349.

En julio de 2018 el gobierno aprobó el Decreto 349 sobre la prestación de servicios artísticos. La medida pone más límites al trabajo de artistas y funciona como un mecanismo para la censura legal en Cuba.

La alarma saltó enseguida entre artistas independientes. El Movimiento de San Isidro, liderado por la curadora de arte Yanelis Núñez y el performer Luis Manuel Otero Alcántara, aglutinó a figuras de las artes y las letras que sobrepasó las fronteras de la isla. Gobiernos del mundo se quejaron y Amnistía Internacional advirtió de un mundo distópico para el arte en Cuba.

Bajo la campaña de #NoAlDecreto349 los artistas organizaron eventos en varias provincias, la artista Tania Bruguera, a través del Instituto Instar preparó charlas y prestó su colaboración para que los activistas tuvieran una visibilidad mayor. También denunció el Decreto en el Tate Modern de Londres y otras instituciones de Europa.

Hubo protestas públicas como el performance en que Yanelis Núñez se embadurnó de heces fecales el 22 de julio de 2018 frente al Capitolio Nacional. La policía se había llevado a Alcántara detenido y la protesta tuvo lugar.

El cineasta Pavel Giroud le contestó directamente al Ministro de Cultura Alpidio Alonso, ante las declaraciones de éste de que el Decreto 349 iba directamente contra “el intrusismo profesional”. Giroud, diseñador de profesión, retó al funcionario.

“Como el decreto 349 va contra el "intrusismo profesional", doy el paso al frente para que me lo apliquen, porque mi profesión es Diseñador y me dedico al Cine, de lo cual no tengo título alguno. Lo mismo debería aplicarse al ministro de Cultura de Cuba, cuya biografía certifica que es ingeniero eléctrico", escribió Giroud en su página de Facebook.

Hubo mucha atención y presión y el gobierno pospuso la implementación y aparentemente dio marcha atrás, al menos por ahora ...